Año de publicación: 2015
Valoración: recomendable
"Yo soy Joselito,
El de la voz de oro
Que de puerto en puerto
Voy dejando mi cuplé "
(Joselito - canción de Kiko Veneno)*
Arriesgada propuesta comiquera (¿por qué llamarlo "novela gráfica " cuando pueden decir "cómic" o en este caso, y con toda propiedad, incluso "tebeo"? Claro que, por otra parte: o viceversa...) de José Pablo García: la biografía de uno de los ídolos de las sufridas clases populares de la España franquista, el por entonces "niño prodigio" de la canción y el cine -hablamos de los años 50- José Jiménez Fernández, Joselito, apodado "el Pequeño Ruiseñor "... Propuesta arriesgada, ya digo, no sólo por ser este personaje paradigmático de aquellos años, casi un icono -quizás a pesar suyo; en todo caso, sin que fuera su responsabilidad-, sino además porque su ajetreada vida (pasó de conocer el hambre a la fama y la fortuna; de ídolo de la canción que abarrota teatros en parís y Nueva York, a cazador para la guerrilla angoleña; de las miserias de la cárcel a las de los platós de televisión...) ha sido pasto a menudo de los programas y publicaciones nostálgicos, sensacionalistas o del "corazón".
Fácil hubiera sido caer, creo yo, bien en la parodia descarnada, bien en la hagiografía sentimentaloide, pero el autor evita ambos extremos con elegancia e inteligencia, en primer lugar, contándonos al biografiado como lo que era: un individuo -primero niño y luego joven y hombre- que afronta y capotea de la mejor manera que puede (aunque no siempre fuera la mejor manera posible) las circunstancias no pocas veces bien duras que le toca vivir. Pero ello siempre desde el respeto absoluto y aún el afecto que se le tiene a una figura harto familiar (por lo visto, fue la madre de García, admiradora de Joselito, quien desde siempre le había hablado de las vicisitudes de la vida del cantante); por decirlo de otra forma: el biógrafo es amable, pero justo con su protagonista.
En segundo lugar, el sortea el peligro del edulcoramiento kitsch por medio de una estrategia deslumbrante y no menos arriesgada que su propuesta inicial: cada uno de los episodios de la vida de Joselito se narra utilizando un estilo gráfico diferente, por lo general acorde con los vigentes en las distintas épocas en que se desarrolla la acción. Así, encontramos desde los relamidos dibujos para niño de la pacata posguerra, al estilo falsamente dinámico de Roberto Alcázar y Pedrín, el más irreverente, característico de Bruguera o La Codorniz; el minucioso del propio TBO, hasta llegar al "psicodélico" o el underground de los 70... Por no hablar del futurista estilo a lo Rip Kirby con el que nos cuenta el encuentro del pequeño Ruiseñor con el Papa Juan XXIII (porque esa es otra: en sus aventuras, Joselito se cruza con personajes señeros de la época: el Che Guevara, Lyndon Johnson o Frank Sinatra y Dean Martin...). De este modo, utilizando sin recato toda la ironía subyacente en el kitsch, huye precisamente de ambas, de la ironía y del kitsch.
En cualquier caso, lo importante es que José Pablo García ha sido capaz en su obra de plasmar con total acierto, sin caer en la acidez ni el ternurismo, la trayectoria vital de un personaje que no ha sido héroe ni villano, sino, como se señala en el mismo libro, tan sólo un superviviente. Seguramente, un fiel reflejo del país -e incluso del mundo- que le vieron nacer. Que ya tuvo bastante el niño, y el hombre, con eso...
No quiero finalizar la reseña sin comentar que el prólogo del libro corre a cargo de uno de los autores favoritos de este blog... o cuando menos de alguno de los que lo escribimos: el televisivo Jorge Javier Vázquez. Un aliciente más... supongo.
*(Nota: ya sé que la canción no se refiere a este Joselito, sino a otro, pero la he querido citar aquí porque me encanta y hasta me pone los pelos como escarpias... y nunca está de más recomendar a Kiko Veneno, incluso en un blog sobre libros).
En cualquier caso, lo importante es que José Pablo García ha sido capaz en su obra de plasmar con total acierto, sin caer en la acidez ni el ternurismo, la trayectoria vital de un personaje que no ha sido héroe ni villano, sino, como se señala en el mismo libro, tan sólo un superviviente. Seguramente, un fiel reflejo del país -e incluso del mundo- que le vieron nacer. Que ya tuvo bastante el niño, y el hombre, con eso...
No quiero finalizar la reseña sin comentar que el prólogo del libro corre a cargo de uno de los autores favoritos de este blog... o cuando menos de alguno de los que lo escribimos: el televisivo Jorge Javier Vázquez. Un aliciente más... supongo.
*(Nota: ya sé que la canción no se refiere a este Joselito, sino a otro, pero la he querido citar aquí porque me encanta y hasta me pone los pelos como escarpias... y nunca está de más recomendar a Kiko Veneno, incluso en un blog sobre libros).
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