Idioma original: inglés
Título original: Thinking in Numbers
Año de publicación: 2014
Traducción: Pablo Álvarez Ellacuria
Valoración: recomendable
El mayor peligro de los libros que quieren acabar con ciertos convencionalismos y juntar distintas disciplinas es claro: el de quedar estancado en una tierra de nadie a medio camino de muchas cosas. No tiene por qué ser un defecto. No todos los lectores potenciales son fundamentalistas que exigen una posición clara e inequívoca.
No es que Tammet fracase; la lectura de La poesía de los números es un ameno entretenimiento, quizás no del mismo tipo que los grandes triunfos de Blackie Books (el grandísimo Santiago Lorenzo, por ejemplo) sino algo más, por decirlo, veraniego, algo más alejado de la trascendencia, y que tiene su público, y que puede que este sea más amplio que, no sé, los lectores de Pynchon o de Gaddis. También es una pequeña aventura literaria que va de menos a más, lo cual resulta curioso. A medida que las cifras empiezan a desaparecer de las páginas, parece que todo empieza a fluir un poco mejor.
Otro peligro que elude Tammet entonces: el de limitar La poesía de los números a ser una simple enumeración (valga la redundancia) de anécdotas y de curiosidades, lo cual despojaría a esta lectura de personalidad y la haría descender a la categoría de esos curiosos tomos iniciales (Las sorprendentes ciencias, etc...) que se entregan a precio reducido con las ediciones dominicales de los periódicos. ¿Qué conclusión sacamos, entonces? Que el empollón que nos saluda en imagen digitalizada desde la portada, el tipo capaz de memorizar 22.514 primeros decimales del número Pi, parece desenvolverse mejor, o ser más interesante, cuando desciende a las mundanas arenas de la abstracción dentro de unos cauces. Es entonces cuando más se disfruta con esta lectura algo irregular, una recopilación de una veintena larga de ensayos dónde de nos habla de la relación de las matemáticas y la vida cotidiana, las matemáticas y el lenguaje, las matemáticas y la métrica, las matemáticas y el ajedrez, las matemáticas y la esperanza media de vida, y otros muchos (y no siempre apasionantes; la irregularidad es algo acusada aquí) temas donde la vida y los números confluyen.
Tammet no lo hace nada mal, intercala alguna experiencia biográfica que aporta interés y cercandad. Pero lucha contracorriente: a los profanos les va a resultar algo difícil encontrar estímulos para seguir adelante en todos los relatos, y puede que a los especialistas el tratamiento de alguno de los temas le parezca frívolo. Un ejercicio valiente, casi osado para los tiempos que corren, en los que al 99% de los lectores hay que dárselo todo tan mascadito.
Felicidades por el blob y estas lecturas tan diversas y sugerentes. Sólo un pequeñito apunte aquí: lo de "cercandad" resulta poético, pero mucho más fácil para la comprensión "cercanía"
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