Título original: The house of thunder
Traductora: María José Buxo-Dulce Montesinos
Año de publicación: 1990
Valoración: Está bien
El debate de la Alta y Baja Literatura ya se ha cobrado demasiadas víctimas. Por culpa de mentalidades estrechas y obtusas, material o autores de calidad han sido ninguneados. Debido a prejuicios infantiles o a inclinaciones herméticas, también. El criterio comercial no suele indicar calidad, es cierto, pero tampoco tiene por qué implicar producciones sosas, anodinas o de reflexiones estériles. Es bien sabido que el paisaje de la literatura de terror ha sabido nutrirse acertadamente de elementos, llamémosles positivos, de la cultura de masas. No hay más que pensar en el arquetípico Stephen King para cerciorase de ello. Sin embargo, hay otros escritores interesantes en el género que tener en cuenta.
Aquí es donde aparece Dean R. Koontz. Al igual que King, es muy prolífico e imaginativo. Además, su técnica es, igual que la del maestro del horror contemporáneo, bastante decente. Al menos, en lo que al oficio respecta. Sus personajes y escenarios son muy verosímiles, por lo que Koontz nos permite vestir cualquiera de las identidades planteadas, o imaginarnos viviendo la experiencia narrada. En cuanto a la trama de sus novelas, podríamos decir que este es el único aspecto que lo delata como escritor de Baja Literatura, pues tiene a lo "pulp".
El libro del que pretendo hablar en esta reseña (a ver si lo consigo, que hasta ahora me he dedicado a divagar) es La casa del trueno. Publicada originalmente bajo pseudónimo, no es, ni de lejos, la mejor novela de este autor. No obstante, posee momentos cargados de terror que los admiradores del género agradeceremos sobremanera. Susan Thorton es la protagonista: sufre de amnesia y, aunque intenta recuperar sus recuerdos, la atmósfera en la que se encuentra zambullida (un tétrico y misterioso hospital, cuyos pasillos son patrullados por fantasmas salidos de su nebuloso pasado) no será el ambiente más favorable para que lo consiga.
Si bien La casa del trueno resulta monótona si ya has leído antes a Koontz, pues el autor insiste en los mismos tipos de personajes, giros argumentales y ambientaciones que acostumbra visitar, es una novela plagada de agradecidos momentos de tensión. La historia tiene momentos algo predecibles y el final es de lo más decepcionante (lo cual no significa que no sea bastante original), pero, en general, se puede disfrutar con la lectura de esta novela. No plantea grandes cuestiones filosóficas, es verdad, pero te entretiene a lo grande, lo cual es su virtud más grande como trabajo confeso de Baja Literatura.
En resumen, recalcaré que, como ya he mencionado, existen libros en la nutrida bibliografía de Koontz que son mucho mejores. A pesar de su insistencia en ciertos recursos argumentales, este escritor se convierte en una parada obligada en el itinerario de los interesados en el terror contemporáneo.
También de Dean R. Koontz en ULAD: La feria del terror
Firmado: Oriol Vigil
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