Idioma original: español
Año de publicación: 2013
Valoración: muy recomendable
Nuevo, servidor, en esto de la contrarreseña: primero, leer el libro, luego leer la reseña anterior, Después, la reflexión. Pero ha habido un antes, eso que ahora llaman precuela. Y reconozco que la práctica unanimidad crítica y ciertas opiniones personales en que confío casi a ciegas, han acabado de darme el empujón. Que apenas hacía falta ante el escaso reto físico de una historia de poco más de 200 páginas y de tintes minimalistas. A ver qué narices pasa con esta novela. A ver si esa pereza inherente a ciertos sectores (los atrincherados en cierto lugar entre el esnobismo y el escepticismo ante el jaleo excesivo) logro superarla.
Lo hice y, voy a soltarlo ya, y ha merecido mucho la pena.
Bueno, para mí la ha merecido. Sin discrepancia, sin intención de enzarzarme en polémica alguna, mi opinión sobre Intemperie se aproxima al entusiasmo, de hecho solamente una resolución buenista en exceso me parece chirriar en lo que es una historia parduzca y negruzca, una novela casi intachable pero que, en cualquier caso, se disfruta enormemente y justifica ese aluvión de loas, tan desmesuradas que parecían irracionales.
Por seguir el planteamiento clásico en turno de réplica, acepto que el uso de terminología relacionada con el mundo agrario y pastoril pueda desorientar, incluso desubicar a cierto perfil de lector, pero no creo que sea superfluo ni fruto de voluntad de epatar. Ello no impide en absoluto atribuírle esa condición tan comercializable de obra universal. Si, esas aldeas devastadas por la sequía podrían pertenecer a las geografías de muchos países, esa figura feudal del alguacil es extrapolable, ese niño protagonista absoluto al que cuestionamos en su inocencia, y esa condición casi policiaca de la historia, ese goteo de pistas que implican mucho explicando poco, esas piezas acaban constituyendo un todo que no pierde en momento alguno la brillantez. Eso ya estaba en lo que Pedro explicó. Pero la universalidad es algo no tan fácil de alcanzar, aceptemos que el minimalismo ayude (o sea, la vertiente de minimalismo consistente en despojar de detalles el texto hasta llegar al tuétano de una historia adaptable a muchos escenarios y épocas). Pero la cantidad de opciones que se abren, la capacidad evocadora del texto (rico, directo, descriptivo) y la soberbia estructura de la narración (con hitos concretos en cada encuentro, con una escenografía propia de un western distópico) la sitúan en un nivel que no puedo menos que considerar como muy notable.
Ignoro si esta y otras novelas van a lanzar ese género literario que ciertos medios se empeñan en etiquetar (novela rural). Me da igual y soy consciente de que las ondas expansivas son eso, ondas que pierden su fuerza a medida que se alejan del centro. Lo que no voy a negar (procuro no hacerlo) es mi opinión personal: he disfrutado y he devorado el libro y he puesto cara y he vestido (con andrajos, por supuesto) a esos personajes sin nombre. He recreado ciertas influencias clásicas (los relatos de huida) y contemporáneas (oscuras películas como Dogville o La cinta blanca) y, voy a bordear el sacrilegio, diría que entre un relato de corte muy parecido como es La carretera de Cormac MacCarthy y éste, prefiero la novela de Carrasco, que disfruta de un sentido mucho más musical del crescendo. Y no es que yo venga a desdecir lo que ya se dijo aquí. Y ya sé que las listas la han encumbrado y muchos (me incluyo el 99% de las veces) solemos tener una tendencia natural a arquear la ceja ante tamaños aluviones de pensamiento único. Pero es que Intemperie me ha gustado mucho, me ha parecido tan brillante que hace que tema por el siguiente paso de su autor, al que no envidio nada, cuando a los de Seix Barral les dé por llamarle para ver por dónde tira a continuación.
Pues yo lo empecé, y a las pocas páginas lo dejé, me aburria enormemente. Se ve que soy un bicho raro, debo de ser de las pocas que no le ha gustado.
ResponderEliminarA mí también me gusto mucho el libro, y lo empecé con escepticismo. Puede que el hecho de ser paisano del escritor me ayudara a reconocer ciertos lugares comunes de la novela, puesto que, aunque la novela es universal y podría estar ambientada en casi cualquier país, puedo decir que he recorrido esos paisajes que inspiraron a Jesús Carrasco. Por otro lado, toda esa palabrería rural (que tampoco es para tanto) me es totalmente reconocible sin necesidad de tirar de diccionario.
ResponderEliminarEn mi opinión, Intemperie, está a años luz del resto de escritores de la quinta de Carrasco y es un soplo de esperanza para las letras españolas.
Carlos.
A mí, a priori, no me interesaba demasiado esta novela, pero las opiniones que va suscitando son tan contrapuestas, que me empieza a picar la curiosidad y a plantearme leerlo.
ResponderEliminarGracias por los comentarios. Pasados unos días, mi buena sensación persiste y las escenas clave permanecen en mi memoria incluso cuando ya han desfilado nuevas lecturas. Esto no siempre me pasa.
ResponderEliminarCompletamente de acuerdo contigo, como puede deducirse de este post.
ResponderEliminarhttp://orlandiana.blogspot.com.es/2013/11/intemperie-de-jesus-carrasco.html
Gracias por el comentario, interesante visión de la novela en tu post.
EliminarBueno, pues ya he leído, por fin, Intemperie, y dejo aquí mi opinión, porque no es cosa de escribir una contra-contrarreseña.
ResponderEliminarVamos por partes: primero, la novela. Hay que quitarse el sombrero con Carrasco, por haberse propuesto hacer algo tan difícil en su primera novela (contar una historia muy pequeña, con un estilo absolutamente preciso durante 200 páginas). Su propósito no era fácil, pero ha salido victorioso.
Ahora bien, como lector, este ejercicio de estilo me ha cansado un poco. No tanto el uso de un lenguaje de una exactitud casi científica (en el nombre de las plantas o de los objetos, por ejemplo), sino por esa morosidad, de la que hablaba también Pedro en su reseña, de contarlo absolutamente todo, paso por paso, sin abreviar ni una coma. Si ordeña una cabra, nos describe cada acción que realiza para ordeñar una cabra; si monta una tienda con cuatro palos, nos describe cada uno de los palos y sus posiciones respectivas. Confieso que ha habido páginas que las he leído en diagonal, porque es suficiente con eso para saber lo que está pasando.
Ahora, lo que más me llama la atención es que se haya glorificado (que el sistema literario, crítico y editorial español haya glorificado) como la maravilla del toreo una novela que no es, realmente, muy novedosa en sus planteamientos estéticos. Casi es una vuelta al neorrealismo, aunque con una ambientación más ambigua y alegórica.
Resumiendo: que Carrasco haya conseguido escribir esta novela habla muy bien de él y de su capacidad como narrador; pero esperemos que no todas sus novelas vayan a ser así. Y que nos hayan vendido esta novela como si fuera la "gran esperanza blanca" de la literatura española, dice más de cómo está la literatura española, que de la obra en sí.
He dicho.
El tema de la precisión a mí no me resulta excesivo. Creo que es un juego que el autor domina. En cualquier caso, comentar que, por mi parte, no valoro ni al libro ni al autor n función de que vayan o a salvar o a inaugurar una nueva era o una nueva corriente en la literatura en un idioma o en una comunidad de vecinos. Creo que eso es un hype que le va muy bien a la editorial para sus propósitos, pero que es conveniente olvidar para no generarse ese tipo de expectativas que suelen ser defraudadas tan a menudo.
ResponderEliminarYo, quizá porque me lo leí en un fin de semana en el campo, me sentí transportado a otro mundo. Tampoco le pido más a la literatura, un fin de semana muy bien empleado :)
ResponderEliminarGracias por comentar: a mí me transportó a un lugar extraño intermedio entre el entorno rural de los años 50 y el Far West.
ResponderEliminar"Desde su agujero de arcilla escuchó el eco de las voces que lo llamaban y, como si de grillos se tratara, intentó ubicar a cada hombre dentro de los límites del olivar. Berreos como jaras calcinadas. Tumbado sobre un costado, su cuerpo en forma de zeta se encajaba en el hoyo sin dejarle apenas espacio para moverse..............."
ResponderEliminarInicio de INTEMPERIE, J. Carrasco
He leído el libro por las buenas opiniones, me ha gustado el dibujo de personajes ( el niño que huye, el cabrero) y el ambiente árido y difícil. Momentos duros de lectura por el tema que plantea sin decir.
Viaje por la llanura y por la bonita y entrañable relación del cabrero y el niño. En verdad pasan muchas cosas en este viaje.
INTEMPERIE me parece un lectura muy recomendable.
Imma
Gracias por el comentario, que de paso me ha recordado la agradable (bueno, igual esa no sea la palabra justa) experiencia de su lectura.
ResponderEliminarIntemperie es una excelente novela plagada de innumerables virtudes, entre ellas, el valor de la contención.
ResponderEliminarLee la crítica completa aquí http://elclubdelosimbeciles.blogspot.com.es/2014/02/intemperie.html
Pues me cuesta apreciar contención ahí. Je, en cualquier caso, guardo una muy buena sensación de su lectura, y casi han pasado tres meses...
ResponderEliminarVaya, por fin la leí, yo también, y resulta que con esta novela me pasa una cosa muy curiosa: estoy absolutamente de acuerdo con la reseña. Pero también con la contrarreseña. Y con el comentario de Santi. Y con todos los demás comentarios. Y con todas las críticas y reseñas que he leído en la Red, tanto las entusiastas como con las desdeñosas. Creo que en esta novela caben todas esas apreciaciones, sin contradecirse unas con otras, la verdad.
ResponderEliminarAún así, y a pesar de que yo he disfrutado con este libro, no he leído en ningún lado el "defecto" mayor que para mí tiene como obra literaria: que su lectura deja un regusto innegable a guión de cine. De hecho, yo ya me imagino el cartel de la peli. Y el Goya a la mejor dirección artística y al mejor actor revelación (el niño o el cabrero, da igual). Y la nominación para representar a España en los Oscar. Y el remake americano, ambientado en Nuevo México, o por ahí... Se le ve un poco el plumero, vamos.
Bueno Juan: si te fijas justo en esta Contrarreseña ya hay elementos que la relacionan con el mundo visual: mencionar el western, algunas películas, e incluso diría que me quedé corto hablando de McCarthy pero fui a nombrar una de sus varias novelas que se han traspasado al cine. Gracias por esta curiosa y generosa manera de no discutir con nadie, y por tu comentario.
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