Año de publicación: 2008
Valoración: recomendable
Keith es el mayor de cinco hermanos y básicamente se ha criado con su abuelo, así que, aunque los cinco nietos tienen una buena relación con el anciano, sin duda el mayor es su favorito. También es cierto que el hombre no es el abuelo que estamos acostumbrados a ver, el que pasea, mira las obras, cuida de los nietos pequeños y de vez en cuando echa un tute con los amigos que aún sobreviven. El abuelo de Keith es un hombre sorprendentemente activo que, además, se ha pasado los últimos años de su vida enlazando una novia tras otra, cada una más joven que la anterior.
Con motivo del ochenta cumpleaños del anciano, los cinco nietos deciden regalarle un viaje adonde él quiera. Tendrá todos los gastos pagados y Keith irá con él. Así que decide ir a China, lo cual no le hace ninguna gracia a su nieto, quien no sólo no tiene ganas de cruzar medio globo terráqueo con el abuelo, sino que además se está acostando con la última novia de éste y no le apetece absolutamente nada compartir ese secreto con él.
De todos modos, tampoco tendrá que hacerlo, pues de alguna manera (que no voy a contar aquí) se las apaña para perder el dinero del viaje y deja que el anciano se las apañe como pueda. Como sus hermanos no deben enterarse de la farsa, Keith decide pasar encerrado en su casa las dos semanas que debería durar el periplo, al tiempo que falsifica una serie de cartas (en teoría, escritas desde China) que les irán llegando mientras estén (supuestamente) de viaje. El verdadero problema llega cuando Keith recibe una llamada en la que le informan de que su abuelo ha aparecido muerto en Westerwald, así que se ve obligado a tomar una decisión: ¿les cuenta la verdad a sus hermanos o sigue adelante con la farsa? ¿Qué debe hacer con el cadáver? ¿Puede acaso hacer creer al resto del mundo que el anciano ha muerto en China? ¿Qué hacía éste en Westerwald, de todos modos?
Ésta es la historia que nos cuenta Rammstedt en Un cuento chino, una novela en la que reflexiona sobre las relaciones interpersonales, ya sean entre familiares, amigos o amantes, y sobre la lealtad y el respeto hacia los demás. Pero también es una obra divertida, tierna, un pelín sentimental a veces, con la que podemos disfrutar de una China imaginada tan real, que podríamos llegar a creer que hemos estado allí (o no).
De todos modos, tampoco tendrá que hacerlo, pues de alguna manera (que no voy a contar aquí) se las apaña para perder el dinero del viaje y deja que el anciano se las apañe como pueda. Como sus hermanos no deben enterarse de la farsa, Keith decide pasar encerrado en su casa las dos semanas que debería durar el periplo, al tiempo que falsifica una serie de cartas (en teoría, escritas desde China) que les irán llegando mientras estén (supuestamente) de viaje. El verdadero problema llega cuando Keith recibe una llamada en la que le informan de que su abuelo ha aparecido muerto en Westerwald, así que se ve obligado a tomar una decisión: ¿les cuenta la verdad a sus hermanos o sigue adelante con la farsa? ¿Qué debe hacer con el cadáver? ¿Puede acaso hacer creer al resto del mundo que el anciano ha muerto en China? ¿Qué hacía éste en Westerwald, de todos modos?
Ésta es la historia que nos cuenta Rammstedt en Un cuento chino, una novela en la que reflexiona sobre las relaciones interpersonales, ya sean entre familiares, amigos o amantes, y sobre la lealtad y el respeto hacia los demás. Pero también es una obra divertida, tierna, un pelín sentimental a veces, con la que podemos disfrutar de una China imaginada tan real, que podríamos llegar a creer que hemos estado allí (o no).
Hola Izas, me ha entrado curiosidad por conocer la traducción del título. Como se trata de una expresión tan de este idioma y el original contiene la palabra "China", me gustaría saber si hay conexión entre los giros o es una versión libre.
ResponderEliminarPues aunque cuentos chinos tenemos todos los días en este pais... este que nos traes sí que me ha apetecido.
ResponderEliminarGracias y un saludo!
El título original es "El emperador de China" y hace referencia a la inmensa trola que cuenta el protagonista.
ResponderEliminarAunque los dos títulos tienen algo que ver con el argumento de la historia, entre ellos no hay ninguna conexión :)