Idioma original: inglés
Título original: Winter Journal
Año de publicación: 2012
Valoración: Se deja leer
Reconozco que empecé a leer este libro ya algo condicionado, porque dos lectoras conocidas, pero que no se conocen entre sí, me habían dicho algo parecido: que era un ejercicio de exhibicionismo con poca profundidad. Y después de leerlo tengo que concordar con ellas: Diario de invierno da la impresión de contar mucho sobre Paul Auster (cosas que realmente no necesitábamos saber, como que tuvo ladillas una vez o que casi se peleó con un taxista parisino) pero no llegar a descubrir ningún centro explicativo, ninguna razón de ser, ningún esqueleto que lo sustente.
Es verdad que hay un tema genérico que une la mayoría de las anécdotas que se reúnen en Diario de invierno: la enfermedad, el dolor o la muerte, del propio Paul Auster o de sus personas cercanas. Enfrentado con la vejez, el escritor hace inventario de sus cicatrices, internas y externas, y los modos en que se produjeron, sin orden cronológico ni lógico apreciable a primera vista. La muerte de sus padres, de sus abuelos; accidentes de coche, deportivos, domésticos; fracasos amorosos, personales y profesionales; todo lo que puede ha llevado a Paul Auster a ser el Paul Auster de 65 años, casado y famoso que todos conocemos.
El conjunto, como ya he dicho, es una lectura fácil, sembrada con historias curiosas, divertidas o conmovedoras, pero es también una lectura poco profunda: no deja huella. Algunas partes parecen fuera de lugar, como ese largo catálogo de viviendas o el largo resumen de la película D.O.A. (Con las horas contadas) que no parecía precisamente imprescindible -aunque se entienda que su tema, el de un hombre que ha sido envenenado y al que le quedan pocos días de vida, a un Auster en edad de jubilarse le resulte atractivo-.
Que conste que Paul Auster ha sido uno de mis escritores favoritos durante mucho tiempo. Ahora ya lo es menos, porque casi nada de lo que ha escrito desde La noche del oráculo me ha terminado de convencer. Sea como sea, en todo caso, leer Diario de invierno no me ha dicho sobre él gran cosa que no pudiera saber o suponer ya, gracias a obras como La invención de la soledad, o a través de sus mejores novelas. Probablemente, Diario de invierno es un libro que Auster necesitaba escribir, pero probablemente también sus lectores no necesitábamos leerlo.
También de Paul Auster en ULAD: Aquí
Pues a mí me gustó la hostia, y eso que no soy muy pro-Auster. Una autobiografía escrita con muchísima clase y en el que el autor desgrana lo que viene a ser sus experiencias con el sexo, las enfermedades, los accidentes, el amor... la suerte que podía haber truncado todo en algún u otro momento... los tiempos muertos baladís... LA VIDA con mayúsculas, vaya. Y sin escatimar miserias, a pecho abierto, cómo se le debe pedir a un buen escritor.
ResponderEliminarYo le cuelgo un "Muy recomendable" desde ya.
Pasaje:
ResponderEliminar=======
««Al otro lado, en el extremo de su personalidad, estaba la débil y asustadiza neurótica, la desamparada presa de virulentos ataques de ansiedad, la mujer llena de fobias cuyas incapacidades fueron creciendo con el paso de los años, de un incipiente miedo a las alturas a una propagación metastática de múltiples formas de parálisis: miedo a las escaleras mecánicas, miedo a los aviones, a los ascensores, a conducir un coche, a acercarse a las ventanas de las plantas más altas de un edificio, a quedarse sola, a ir andando a cualquier sitio (creía que iba a perder el equilibrio o el conocimiento), y a una omnipresente hipocondría que poco a poco alcanzó las exaltadas cumbres del terror. En otras palabras, miedo a la muerte, que en el fondo no es probablemente distinto de decir: miedo a vivir.»
—Diario de invierno, Paul Auster—
Yo he leído "El cuaderno rojo", y después intenté seguir con este, pero me pareció como una extensión del primero.
ResponderEliminarLo empecé con mucha alegría pero poco a poco el entusiasmo se me fue apagando y ahora, en la mitad del libro, me cuesta seguir, aun que lo intentaré. Creo que es la estructura, que al ser tan repetida se vuelve monótona. Cambiará más adelante? En fin, ya veremos.
ResponderEliminarA mí el libro me ha gustado como curiosidad por conocer cosas de la vida de un escritor que me encanta. Es cierto que no es un relato profundo sobre su vida ni habla de sus experiencias vitales más fundamentales, pero sí permite conocer más al hombre tras el escritor. Sé que es una opinión partidista porque me gusta mucho como novelista. Siento que no te haya gustado demasiado.
ResponderEliminarSaludos.
Me gusta Paul Auster como escritor, aunque desde el pelotazo de Brooklyn Follies, sus libros me parecen repetitivos y cada vez más decepcionantes.
ResponderEliminarDe hecho, no me apetece leer nada nuevo suyo, porque poco a poco se va cargando el buen recuerdo que me dejaron sus primeros libros.
Es lo que hay.
Me da pereza leer a un escritor que están tan encantado de conocerse. He leido tres libros de él, y en todos he percibido lo mismo. Me satura sencillamente que hable tanto de sí mismo, aunque sea a través de otros personajes. Él ocupa todo el espacio. Agotador. Después de Brooklyn Follies no se le pienso dar más oportunidades. De hecho, creo que parte de su fama reside en la voluntad made in USA de vendernos lo bueno que es.
ResponderEliminarDiario de invierno:
ResponderEliminarUn libro que no merece alabanzas ni ningún premio.
Escrito desde el aburrimiento existencial.
Compendio de irrelevantes enumeraciones: estancias en sus diferentes lugares de residencia, golpe, heridas y caídas sufridas a lo largo de su vida, las muertes que le han rodeado y sus amoríos.
Desde un punto de vista estrictamente egocéntrico.
Sin entrar en ningún momento en cuestiones políticas, religiosas, filosóficas, existencias, morales ni sociales.
Un texto autobiográfico que he conseguido leer en breve tiempo debido a que no hay nada desagradable en él. Pero que es el reflejo de una mente decadente que mira con miedo su ombligo.
Falta absoluta de poesía, encanto y talento literario.
Tedioso!!
Únicamente recomendable para gente aburrida sin otra alternativa.
Un Auster menor! No acabo de pillar ese recurso a la segunda persona para hablar de sí mismo. Aún así, es Paul Auster!!!!
ResponderEliminarNo da sensación de profundidad porque el hilo conductor es el cuerpo. Es el concepto de cuerpo el hilo conductor de toda su biografía
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