Título original: The captain is out to lunch and the sailors have taken over the ship
Año de publicación: 1998
Valoración: Recomendable
¿Me estás diciendo en serio que llevamos casi tres años de blog, y que todavía no hemos reseñado nada de Charles Bukowski? ¿Pero qué clase de desaprensivos somos? ¿Quién manda aquí? ¿Qué clase de garito es este? Bueno, pues voy a reseñar yo este libro, aunque ya advierto, queridos lectores, que este probablemente no es el mejor libro para empezar a conocer a Bukowski; no, si no habéis leído nada de él, os recomiendo más bien que empecéis por Pulp o por algunas de sus recopilaciones de relatos (La máquina de follar o Escritos de un viejo indecente, por ejemplo).
En cambio, si ya has leído a Bukowski y le tienes cariño (de lejos, claro, porque de cerca tiene pinta de que debía de ser insoportable), entonces te gustará leer esta obra, publicada póstumamente y compuesta por algunos fragmentos de sus diarios ilustrados (para mi gusto, horriblemente) por Robert Crumb. En él encontrarás al mismo Bukowski de toda la vida, pero ya viejo (los diarios los escribió entre 1991 y 1993, es decir, cuando ya pasaba de los 70) y con una vida de lo más acomodada que se reparte entre el hipódromo y su casa, con ocasionales fiestas hollywoodienses. Nada que ver, como él mismo reflexiona, con el escritor despreciado por casi todos que dormía en la calle y comía cuando podía y lo que podía.
"Lo primero que debe hacer la escritura es salvar tu propio pellejo", dice. "Lo terrible no es la muerte, sino las vidas que la gente vive o no vive hasta su muerte", dice. "Que te den por culo, compañero", le responde a un lector que le reprocha que no admire a Shakespeare: "¡Y tampoco me gusta Tolstoi!". Qué envidia escribir así, con esa libertad absoluta.
También de Charles Bukowski en ULAD: Pulp, Cartero, Hollywood, La máquina de follar
Brutal.
ResponderEliminarTodavía recuerdo la impresión que me hizo "La Senda del Perdedor", lo primero que leí de este señor que, efectivamente, debía ser un cabrón con pintas, pero escribía como me hubiese gustado entonces (y ahora) escribir a mí.
Curiosamente, hace un par de domingos publiqué una ilustración junto a una reseña de "Se busca una mujer", y volví a recordar un comentario que hizó al hilo del incendio de la biblioteca de Los Angeles dónde solía ir a leer: "Sentí como si se hubiese quemado mi casa".
En ese sentido, la trayectoria vital de Bukowski me recuerda mucho a la de James Ellroy, aunque curiosamente, Ellroy ha resultado ser un facha de cojones, y a Bukowski no te lo imaginas yéndo a votar pero ni de coña.
Por cierto, voy a aprovechar para hacer una observación personal: ME TOCA LOS HUEVOS ROBERT CRUMB. NO LO SOPORTO, NUNCA LE HE VISTO LA GRACIA Y DIBUJA DE PUTA PENA, POR MUY ANDERGRAUN QUE SEA, JODER.
Hala.
Cuando decís "me gustaría escribir con la misma libertad pero sin ser tan cabrón" o bien "le admiro como escritor pero nunca le tendría como amigo" creo que os estáis contradiciendo. Es su forma de ser, precisamente, lo que le desinhibe, por eso no me parece muy compatible ser un ciudadano integrado y escribir de esa manera. Precisamente romper tabúes es lo más fácil del mundo (otra cosa es la calidad, de la que no estamos hablando) pero hay que ser un tipo de gente como él, capaz de vivir al margen.
ResponderEliminarDe este hombre he leído poemas y una novela: Mujeres. Supongo que tiene otras cosas mejores porque no me pareció nada del otro jueves. Y no por la incorrección política y alusiones varias que, me tocan un pie, sino porque es absolutamente monótono. A Henry Miller y a Celine les admiro pero esa novela era siempre lo mismo.
Entiendo que mi visión es muy incompleta´así que, ahora que tengo pistas, buscaré por ahí a ver si me deja flipando.
Pues menos mal que no soy el único: las ilustracionesd e Robert Crumb me parecen una aberración. Muestran a Bukowski como si fuera (únicamente) un gordo borracho baboso imbécil. Si fuera así, no escribiría como escribe; lo que hace grande a Bukowski es la combinación de ese espíritu crápula con una inteligencia cínica magnífica, y un estilo brutal. Y las ilustraciones de Crumb no muestran esa dignidad que Bukowski consigue sacar de la mierda y el semen. No añaden absolutamente nada al texto. En fin, que yo tampoco lo soporto.
ResponderEliminarA mí tampoco me gustaba Crumb... hasta que leí Kafka, el cómic que el ilustró. Y oye, vaya cambio.
ResponderEliminarSigue fiel a su estilo, pero está bastante más contenido que en otras obras. Y he de reconocer que ahí, sí, me gustó mucho.
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ResponderEliminarA mí también me gustó este libro y la sincera decadencia que vive el protagonista en su vida. El hipódromo, sus nueve gatos (que a veces cambian de número) y él mismo son su eje. Su esposa prácticamente no existe y su nueva computadora es su dios. Su desfachatez, su odio a los jóvenes que lo idolatran creo que es en realidad un poco su papel en el libro. El mismo tiene la capacidad de reírse de su persona y caricaturizarse. Interesante...
ResponderEliminarBueno, no soy yo un fan de Bukowski. De hecho, no le he leido más allá de sus poemas. Pero pasaba por aquí a dejaros un detalle sobre Crumb (yo tampoco lo encuentro muy divertido). En su día el grupo madrileño DEF CON DOS le dedicó una canción. Ahí os va: http://www.youtube.com/watch?v=9bfbFlyPc7g
ResponderEliminarUn saludo.