Idioma original: alemán
Título original: Jugend ohne Gott
Año de publicación: 1938
Valoración: recomendable
La vida de Ödön von Horváth es, cuando menos, curiosa. Cambió tantas veces de residencia en su corta vida que solía decir: "Si me pregunta cuál es mi patria, respondo: nací en Fiume, crecí en Belgrado, Budapest, Bratislava, Vienna y Múnich, y tengo pasaporte húngaro, pero no tengo patria. Soy una mezcla muy típica de la antigua Austria-Hungría: al mismo tiempo magiar, croata, alemán y checo; mi país es Hungría; mi lengua materna el alemán." Ahí queda eso. Si luego contamos que murió en París, alcanzado por un rayo, a los treinta y siete años, y que en tan poco tiempo escribió más de veinte libros (la mayoría, obras de teatro), no podemos menos que descubrirnos ante él.
Uno de los libros que escribió es esta novela, Juventud sin Dios, que narra los pensamientos de un profesor de secundaria mientras éste da clase, analiza a sus alumnos (que, todo sea dicho, dan bastante miedo) y se va de acampada con ellos, momento en el que ocurre un incidente cuyas consecuencias pondrán en entredicho la integridad y el honor de los alumnos y del profesor.
Narrado en primera persona, Horváth utiliza al protagonista de esta historia para mostrar qué daño puede causar que una persona (en teoría, honrada y sincera) no se comporte como debe, bajo la presión de la mayoría. A pesar de que esta novela no tiene la típica moraleja final, sí podemos ver en ella la postura antifascista que defendió el autor durante toda su vida y una reivindicación de hacer siempre lo correcto en todo momento (lo cual, permitidme el apunte, es taaaaaan típicamente alemán...).
Es una novela interesante (sobre todo, por las digresiones a las que se abandona constantemente el protagonista) y entretenida, con la que podemos aprender mucho acerca de las relaciones entre los adolescentes de la época y sus mayores (ya sean profesores, padres o militares), y más aún de las luces y sombras que hay en cada uno de nosotros.
Que casualidad. Ayer acabé de leer "Laud y cicatrices" de Danilo Kis, y el primer relato ("El apatrida) es algo así como la "biografía" de Odon von Horbath, aunque en el relato el nombre del protagonista es Egon von Horvath. Por cierto, muy recomendable el relato y el libro de Danilo Kis, en mi opinion.
ResponderEliminarEnhorabuena por el blog!!!
De Danilo Kis reseñamos en este blog otro volumen de relatos, Una tumba para Boris Davidovich, muy interesante.
ResponderEliminarYa lo he visto, ya. A mi me ha gustado incuso más "Laud y cicatrices" que "Una tumba...", aunque hace ya 4-5 años desde que lei "Una tumba..." y quién sabe que pasaría si lo releo ahora.
ResponderEliminarTan solo un apunto relativo a la biografía de Ödön von Horváth: no murió tras impactarle un rayo, la tragedia fue digna de ser presenciada por Esquilo.
ResponderEliminarEn realidad el susodicho rayo partió una de las ramas de un enorme roble, que "inusitadamente" aplastó al pobre señor von Horváth, feneciendo poco despues. Así de memoria recuerdo haber leído que se le dedicó una placa conmemorativa en la fachada del teatro que visitó poco antes de su muerte, pero no consigo recordar cual era.
Obviando esta leve corrección, ¡seguid con vuestra fantástica labor!
Fue en París, ¿no? Y al parecer unos días antes una vidente en Ámsterdam le dijo que fuese a París, que su vida iba a cambiar allí. Por lo demás, una novela corta muy interesante, un drama juvenil con el telón de fondo de las Juventudes Nazis. Lástima dd muerte prematura la de este escritor.
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