Idioma original: español
Año de publicación: 1989
Valoración: recomendable
"La poesía es un arma cargada de futuro", decía Gabriel Celaya. Pero la poesía de Gil de Biedma es un arma cargada de pasado. Pasado añorado, pasado vívido, pasado olvidado y recordado, pasado grabado en los versos del autor como la marca indeleble que el transcurso de los años dejó en el alma del poeta.
Gil de Biedma es uno de los máximos exponentes de la generación de los 50, sus poesías han sido clasificadas como sociales, quizás por sus coqueteos con el marxismo, cuando él era un claro exponente de la burguesía reinante en la España de Franco. Además, su condición de homosexual dentro del ambiente homófobo de la época, añadía una carga de dramatismo a sus poemas, todos ellos versados, según declaración del propio autor, en sí mismo y en el paso del tiempo.
Esa contradición entre la moral imperante de la época, su estatus de abogado y alto ejecutivo de la empresa familiar, y sus ideas izquierdistas o mejor, izquierdosas, le llevaron a crearse una fama de maldito que la temática de su poesía contribuiría a aumentar, acrecentada por el punto sórdido y canalla que tiene su obra.
En esta antología, publicada por Cátedra el año anterior a su muerte, desfilan todos los temas recurrentes del autor, con gran cantidad de insinuaciones y un profuso tratamiento del deseo, más que del amor. Es el deseo, actual o recordado, el tema central de su poesía, unida a la añoranza por la juventud perdida. Y a la búsqueda de la juventud en sus amantes, en una dualidad levemente esquizofrénica, donde la huella que dejó en sus sentimientos se transmite fielmente en su versos, para pasmo de la sociedad bienpensante en la que escribía y para goce de las generaciones posteriores, donde encontró un mejor encaje.
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