Título original: Knockemstiff
Año de publicación: 2008
Idioma original: inglés
Calificación: Muy recomendable
Knockemstiff existe. Es un pueblo situado al sur del estado de Ohio (EE.UU.), aunque hoy en día está casi deshabitado. Donald Ray Pollock, el autor de Knockemstiff (el libro de relatos), nació y creció allí. Dejó el instituto a los diecisiete años, trabajó en una planta cárnica, en una fábrica de papel (en la que estuvo treinta y dos años) y, tras graduarse en la universidad (a los cincuenta y cinco años, que tiene mucho mérito), publicó esta colección de relatos que lleva el mismo nombre que su lugar de origen. Y, sinceramente, te quita las ganas de querer visitarlo.
Porque Knockemstiff es un pueblo olvidado de la mano de Dios. Es un agujero. Apenas tiene doscientos habitantes y quien no es un drogadicto o un borracho es un subnormal fruto de la endogamia. Y siempre hay alguien que es blanco de la violencia de los demás. No hay una sola persona que no haya recibido una paliza, aunque algunos tienen gran experiencia dándoselas a los demás. Da igual si se trata de su mujer, de sus hijos, de alguien que se ha metido con ellos o de alguna persona que pasaba por allí y aparentaba ser normal y feliz. Lo importante es que no tenga una sonrisa en la cara al acabar el día.
Y da igual lo que digan, es casi imposible salir de allí. Para cuando quieres darte cuenta, tienes Knockemstiff corriéndote por las venas y amarrándote al porche de casa, a la dosis diaria, a la pelea vespertina o el sexo sucio ocasional. Pollock lo consiguió, sí, pero quedó tan marcado por el lugar que ha tenido que escribir una colección de relatos para sacárselo de dentro. Dice que todos los personajes y lo que se cuenta en el libro son fruto de su imaginación, pero no me lo creo del todo. Hay tanta sordidez y frustración y todo parece tan real… La verdad es que no sé si estamos ante un maestro de la narrativa o ante alguien que ha vivido en el infierno. Quizá las dos cosas.
También de Donald Ray Pollock en ULAD: El diablo a todas horas
Pues así contado, tiene buena pinta. Suena a Thom Jones...
ResponderEliminarMe lo estoy leyendo y me parece que das en el clavo con la crítica, sobre todo al decir que está claro que gran parte de los elementos de la obra seguramente hayan sido experimentados por el autor. El retrato de esa cultura de la violencia es demasiado cercana (incluso en los niños) para haber sido creada en la mente de un observador externo.
ResponderEliminarHabiendo leído el libro y habiéndolo encontrado genial,creo que la crítica debiera haber justificado por qué le dio un "muy recomendable" y no un "imprescindible"; decir, al menos, qué fue lo que le faltó para llegar a lo máximo. Lo digo porque cuando se leen estas reseñas que alaban una obra y la tildan de "muy recomendable", uno se queda con la impresión de que la calificación habla más de una falta de cojones, que de otra cosa.
ResponderEliminarIzas recomiendas esta lectura o el diablo a todas horas? Un saludo
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