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miércoles, 23 de marzo de 2011

Juan Marsé: La oscura historia de la prima Montse

Idioma original: español
Año de publicación: 1970
Valoración: está bien

No sé si esto podrá catalogarse como otra de mis "herejías", porque generalmente Juan Marsé está considerado por la crítica como uno de los novelistas españoles contemporáneos más relevantes e influyentes (Premio Cervantes en 2008, qué más se puede decir); y sin embargo, los dos libros suyos que he leído, Últimas tardes con Teresa y este, no me han terminado de convencer. Por supuesto que le reconozco sus méritos narrativos y estilísticos, pero sus historias no me acaban de interesar ni de convencer.

Esta, La oscura historia de la prima Montse, es una novela narrada en dos planos temporales: el presente, en el que el narrador, Paco, vuelve a encontrarse con sus tíos y primos (y a enrollarse con su prima Nuria, por cierto); y el pasado, en el que transcurre la "oscura historia de la prima Montse". Y la "oscura historia" consiste en que la tal prima, Montse Claramunt, hija de una familia burguesa catalana y profundamenta religiosa, se involucra (difícil decir hasta qué punto) con un presidiario ateo y proletario, provocando el predecible escándalo en su familia bien. Y el narrador, que es un punto más macarra que el resto, queda como personaje aislado entre dos mundos, conectándolos.

Como decía más arriba, evidentemente reconozco las bondades del libro: en cuanto a la técnica narrativa está estupendamente construido, con ese juego constante entre pasado y presente, y el modo en que Paco y Nuria van constrastando y corrigiendo sus recuerdos me recordaba a Faulkner y su Absalón, Absalón (una de mis novelas favoritas). Pero no fui capaz de identificarme con ninguno de los personajes: ni con los burgueses estirados (excesivamente caricaturizados en general), ni con el narrador, ni con el presidiario, ni con la prima Montse, cuyo retrato probablemente sea el más superficial de todos; y la historia dejó pronto de interesarme, nada más ver que la "oscura historia" en realidad no era tan oscura. En cuanto al estilo, me parece un arma de doble filo: es brillante en ocasiones, poético, una obra de arte en sí mismo; pero al mismo tiempo ese esteticismo estático dificulta el desarrollo de la historia, y hay casos en que llegas a perderte entre tanta floritura.

En resumen: está bien, pero no pasa a formar parte de mis autores de cabecera. O sea: si tuviera que hacerlo podría dar una clase sobre la maestría técnica de Marsé y su importancia como escritor en la España post-franquista; pero como lector, no le diría a nadie: "Tienes que leer a Marsé, es buenísimo".


4 comentarios:

  1. Me ha gustado mucho la reseña, Santi. Queda bien clarita tu opinión, con los pros y los contras que le ves a la obra de Marsé. Muy coherente.

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  2. Si quieres acertar en la diana con Marsé,acércate a EL EMBRUJO DE SHANGAI...no me gusta casi nada la literatura con trasfondo de la guerra civil pero este caso es la excepción que confirma mi regla...y por favor no hables de herejías..ningún autor debe ser intocable...los gustos son personales y no deben avergonzar a nadie...saludos y felicidades por vuestro magnífico blog...

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  3. Yo te recomendaría que le dieras una oportunidad a "Si te dicen que caí". Marsé nunca me había emocionado mucho, pero ese libro me gustó especialmente. De los últimos suyos no he leído nada, así que no puedo opinar

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  4. Me apunto vuestras recomendaciones. Todavía creo que le voy a dar una o dos oportunidades más a Marsé, antes de decidir definitivamente que no me gusta... :)

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