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lunes, 23 de agosto de 2010
Ambrose Bierce: El diccionario del diablo
Título original: The devil's Dictionary
Idioma original: inglés
Fecha de publicación: 1911
Valoración: recomendable
Tuve que pasar una Navidad lejos de casa porque había encontrado trabajo en una especie de feria del libro, vendiendo libros, naturalmente. Y en los momentos en los que no había mucha gente pululando por los puestos, oséase, a primera hora de la mañana y al mediodía, me dediqué a hacer autodefinidos y a fisgonear todo lo que había en la caseta. Me llamó la atención el título de esta obra, y el autor no me sonaba de nada, así que lo abrí y comencé a leerlo. Y vaya, estuve un buen rato riéndome y dándome cuenta de que puedo llegar a ser aún más cínica de lo que pensaba!
No sin razón, Ambrose era conocido como “el amargo” Bierce. Un hombre muy peculiar, misántropo, cínico y desafiante. Lovecraft lo menciona varias veces como referente y se les suele asociar, junto con Poe, como los grandes escritores estadounidenses del género de terror. Una buena presentación para un autor de culto que tiene numerosos seguidores.
Y no, esta obra no tiene nada que ver con el diablo,al manos en sentido literal. A lo mejor hace referencia al propio autor, y no a entidades sobrenaturales. Así, podemos leer una serie de entradas, a manera de diccionario, pero cuyas definiciones son un tanto diferentes. Por ejemplo:
“Batalla: s. Método de desatar con los dientes un nudo político que no pudo desatarse con la lengua.”
Cientos de definiciones oscuras y satíricas, o con muy mala leche, que nos hacen sonreír por lo acertadas que resultan. Aguda crítica del ser humano, en el que no veía ni un ápice de bondad, y de la sociedad que ha construido. Sonreímos, sí, pero nos damos cuenta del terrible mensaje que se oculta tras la provocación de esa mueca: no hay altruismo, ni salvación.
“Complacer: v. t. Poner los cimientos para una superestructura de imposiciones.”
Entretenido, desternillante, satírico y lúcido, un libro que a pesar del tiempo transcurrido, sigue gozando de toda su frescura. (Otro mensaje terrible)
Como curiosidad, apuntar que no se conoce la fecha exacta de su muerte, pues decidió marcharse a México dejando a sus familiares la siguiente nota: «Adiós. Si oyes que he sido colocado contra un muro de piedra mexicano y me han fusilado hasta convertirme en harapos, por favor, entiende que yo pienso que esa es una manera muy buena de salir de esta vida. Supera a la ancianidad, a la enfermedad, o a la caída por las escaleras de la bodega. Ser un gringo en México. ¡Ah, eso sí es eutanasia!».
Y si gustáis del terror, es imprescindible leer el resto de su obra, carne de futuras reseñas.
Otros libros de Ambrose Bierce reseñados en Un Libro Al Día: El clan de los parricidas y otras historias macabras, Cuentos negros
Diccionarios irónicos, a quien se le ocurre XD
ResponderEliminarDesde luego, ya no saben qué inventar. ¿Qué será lo siguiente, una enciclopedia colaborativa? Por favor... :P
ResponderEliminarFantástica obra. De hecho, al elegir la descripción de batalla has ido a dar con una de las mejores definiciones, a mi parecer, de todo el libro.
ResponderEliminarSi pudiera elegir una obra como libro de cabecera, probablemente sería esta. Hay que tener un increíble manejo del lenguaje para hacer algo así, y a Bierce le sobraba.
por cierto, ahí va otra:
Teléfono, s. Invención del demonio que elimina algunas de las ventajas de mantener a distancia a una persona desagradable.
En realidad, diría que el trasfondo de semejante ironía encierra una profunda desazón, propia quizás de un ánima un tanto incrédula, una manera de disipar el miedo que atenaza al alma ante la "pregunta definitiva", ante su innegable fascinación por la muerte.
ResponderEliminarSin duda que para los años que tiene, muestra una gran lucidez . A mi.sí me parecen necesarias las obras y autores que muestran esa cara de la moneda que desmonta a cierta minoría poderosa que pretende que nos creamos una pelicula que ya no se sostiene lo mires por donde lo mires. Aunque claro,.cuando es una vida lo que empleas en creerte y construir sobre esa mentira, que es respetable y puede que muchos encajen, pero que que es tan macabra como absurda. Mires una obra satirica como algo inútil e.incluso amenazador
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