Idioma original: inglés
Título original: Breaking dawn
Fecha de publicación: 2008
Valoración: Repugnante
Durante mucho tiempo he estado dudando si criticar "Crepúsculo", la celebérrima saga de vampiros de Stephenie Meyer, y en caso de hacerlo, si atacarla de forma global, hablando de los cuatro libros que la componen (sin contar esa novelita que ha sacado ahora sobre la vida de uno de sus personajes secundarios), o centrarme en el útimo, Amanecer. Y aunque en teoría he decidido esta segunda opción, me quedaré a medio camino...
Lo que me ha frenado hasta hoy ha sido que no me apetecía generar una de esas desagradables polémicas que aparecen cuando se critica un fenómeno literario de semejante calibre: en este caso, un producto de gestión y publicitación perfectamente calculadas para calar en el mundo teen.
Bueno, here we go...
Para los que no lo sepan, "Crepúsculo" es una saga que mezcla horror, fantasía y romance. Narra la historia de amor entre una adolescente mortal y rarita llamada Isabella (Bella para los amigos) Swan y un vampiro de más de un siglo de edad atrapado en el cuerpo de un chico (muy guapete, la escritora no se caaansa de decirlo) de diecisiete llamado Edward Cullen. El chaval hace vida de humano junto a su familia de vampiros adoptiva, y un buen día conoce a Bella, la nueva de la clase, y ¡zas!, se enamora locamente de ella. Y bueno, y hay que decir que Edward y su family son muy buena gente, buenos vampiros, quiero decir: se alimentan de animales en vez de humanos. Otra de sus peculiaridades es que si les da el sol no se achicharran: brillan como diamantes. Por eso viven en Forks, un pueblo en la frontera occidental con Canadá, que cada dos por tres está gris-gris-gris (¿por qué no se vienen los Cullen a Bilbao?), pero cambian de casa con asiduidad: vamos, cuando la gente empieza a darse cuenta de que no envejecen...
Acabo de decribir un poco de qué va la cosa, pero todavía no he nombrado a los indígenas americanos de la historia...Son de una reserva de la zona (uno de ellos, el joven Jacob, es el gran amigo/aspirante a novio de Bella: el triángulo amoroso ya está servido), y da la casualidad de que son licántropos enfrentados de toda la vida del Señor a los vampiros. Y también hay una cuadrilla de vampiros malotes que se quieren cargar a Bella, y todo un submundo de chupópteros cuya Santa Sede es una especie de secta ancestral instalada en Italia: los temibles Vulturis. Además, casi todos los vampiros tienen poderes: unos leen la mente (como Edward), otros son adivinos (como Alice, su hermana adoptiva)...Qué guay.
Vamos, que la Meyer crea un mundo fantástico lleno de cosas interesantes y atractivas. Pero "lo más" es el morbo que supuestamente debe dar el esperar a leer la parte en la que la parejita protagonista se lía ya, de una vez, algo que sólo ocurrirá cuando Edward controle, al fin, sus ganas de almorzarse (literalmente) a Bella...
Pero seamos sinceros: los libros son malos con avaricia. Mal escritos, aburridos, con poca trama, personajes tan estereotipados que dan lástima, cursiladas a tutiplén, malos de pacotilla sacados de pelis fantásticas de cuatro duros, y sobre todo y ante todo, toda una serie de principios conservadores y cutrefactos que atufan en cada página: no en vano, Stephenie Meyer es mormona estricta, y no se corta un pelo a la hora de dejarlo claro.
He leído por ahí que la saga ha recibido críticas horrorosas acusándola de xenófoba (los indios son pintados como verdaderos salvajes y marginados sociales), puritana (hasta el matrimonio, Bella y Edward no pretenden tener relaciones), machista hasta decir basta(Bella renuncia a todo y se sacrifica por un galán de ultratumba que es, vale, muy muy muy guapo), de describir hasta el último detalle bienes y caprichos materiales (los vampiros parecen sacados de un programa televisivo de esos de gente rica y frívola), y de estar muy mal escrita...Y estoy de acuerdo.
A todo esto yo quiero decir hoy, al hablar del libro que cierra la historia, que me parece vergonzoso (ATENCIÓN: SPOILER) cómo se narra en Amanecer el embarazo de Bella. Porque la chica, por casarse con el James Dean vampiril, renuncia a tener una vida mortal y decide transformarse ella misma en un monstruo, y para más inri, se queda embarazada en la noche de bodas (al ser aún mortal, la Meyer se saca de la manga que es posible). Y aquí llega La Follie: su monstruoso retoño la puede matar mientras esté en su vientre, devorándola por dentro y pulverizándole las costillas, pero la escritora nos saca su banderita antiabortista, y hala, nos hace creer que Bella es capaz de todo con tal de que su hija nazca.
En resumen: este libro es un espanto. Las partes en las que hay sexo (abundantes) parecen salidas de una obra de Corín Tellado; la del embarazo de Bella, es repugnante (la chica bebe batiditos de sangre para alimentar a su feto); la del alumbramiento, bien podría ser la escena de una peli de Dario Argento, y el mensaje que se da a las jóvenes es horrendo.
Comunico que van a hacer la peli de este libro, la cuarta de la saga, en dos tandas. La tercera, está en el cine ahora mismo, ¿vamos a verla?
Y por cierto, en mi modesta opinión creo que la escritora ha contado en Amanecer con algún que otro negro, ya que rompe estrepitosamente con la dinámica mojigata y contenida de los otros tres libros. Eso, o a esta mujer se le ha ido definitivamente...
Bien, Ian, bien. Me alegro de que al fin le hayas hincado el colmillo -guiño-: soy muy partidario de que las críticas están para hacer sangre -guiño, guiño-. Más aún, hay libros que lo que se merecen es una buena estaca en el corazón...
ResponderEliminarUf, qué pereza de libro. Y de pelis. Y de autora.
ResponderEliminarPara vampiros, mejor True Blood.
Y, al final, Ian descansó.
ResponderEliminarYo no he leído ninguna de las novelas que componen la saga "Crepúsculo", ni pienso hacerlo. Antes de leer a Ian, ya las tenía catalogadas como literatura para adolescentes (iba a decir "rabiosos", pero creo que es redundante)y no pienso perder el tiempo, la verdad, como tampoco lo perdí intentando hincar el diente al tan afamado "Código Da Vinci".
Tengo la completa seguridad de que todo lo que dice Ian es cierto, y para mí no es ninguna sorpresa. Pero creo que es un error que alguien que lee a Nabokov (por decir uno de tantos) valore cosas escritas para adolescentes esperando descubrir que Bella es Lolita con colmillos. ¿A los chavales les gusta? Pues que lo lean, ya pasarán a otras cosas. Mirad, mi pobre hermano nunca llegó a aficionarse a la lectura porque intentó empezar con "La Insoportable Levedad del Ser" y claro, le resultó tal cual, insoportable; ahora se dedica a tatuarse el cuerpo y a levantar pesas, y cree que Jane Austen es una actriz porno de los 80.
Yo estoy leyendo ahora a John Fante, creo que el título es "Mi perro idiota" y me está gustando mucho, lo recomiendo.
Un saludo a todos
Yo también me alegro de que por fin hayas decidido meterte con esta serie. Yo me leí el primer libro por curiosidad, y me pareció absolutamente infumable. Estoy totalmente de acuerdo con todo lo que dices: está mal escrito, es cursi, los personajes son estereotípicos e inverosímiles, la acción brilla por su ausencia... Una de las cosas que más me sacaba de quicio era el estilo en que está escrito: se supone que el narrador es una adolescente, pero al escribir alterna los "fuimos a tomar unas coca-colas" con los "su broncíneo pecho refulgía cual lucero vespertino". Encima, es que ni entretiene, que es lo mínimo que se puede pedir a un libro así... Vamos, que no pienso ni acercarme a los demás libros de la serie, ni mucho menos a las películas...
ResponderEliminarPor cierto que hace poco leí una crítica de la primera película de Crepúsculo, con muy mala leche, muy divertida. Voy a ver si consigo encontrarla y la pongo aquí...
Esta es la crítica de la que hablaba antes. Está cargada de spoilers y es políticamente incorrectísima, pero yo me he reído mucho: http://www.cinecutre.com/index.php?modulo=criticas&id=751
ResponderEliminarOrlando, tienes parte de razón en lo que comentas, en que es mejor que los adolescentes lean algo en lugar de nada; pero yo me pregunto si no hay ningún término medio entre La insoportable y esta bazofia literaria. Stephen King es cien mil veces mejor que esta mujer; J. K. Rowling es trescientas mil veces mejor que esta mujer. ¿No existe nada mejor que podamos ofrecer a nuestros adolescentes para que se enganchen a la lectura?
El comentario de Santi suscita una cuestión muy interesante: ¿es la mera actividad de "leer" lo deseable, de tal modo que todo vale con tal de que leas? Ahí lo dejo planteado, a ver qué opináis.
ResponderEliminarEn el caso de los adolescentes se trata de engancharlos, y creo que el fin justifica los medios. Que lean lo que sea, y que se aficionen, lo demás viene solo. Yo hoy estoy feliz porque acabo de comprarme "Contraluz", de Pynchon, pero cuando tenía 12 años devoraba novelas de Agatha Christie.
Jajajajaja, me ha encantado:
ResponderEliminar<< Pero seamos sinceros: los libros son malos con avaricia >>
buenísimo.
No he tenido el "NO PLACER" :) de leer nada de esto, y me alegro mucho. Gracias por confirmar mis sospechas.
Por otro lado, quisiera aconsejar la lectura de un libro de vampiros muy bueno: Drácula de Bram Stocker heheehe que seguro que muchos de los lectores de esta saga no se han dignado a leer y no saben lo que es un buen libro.
Tengo pendiente otro de vampiros, también un clásico comentado en muchos foros y con una protagonista mujer, Carmilla. Ya comentaré algo cuando lo lea.
Un abrazo...me ha encantado Ian :))
Buho
1984-w.blogspot.com
Estoy completamente de acuerdo contigo.
ResponderEliminarEstando yo enferma una semana en casa, me leí hasta Amanecer para ver si en algún momento la chica se convertía en vampiro... pero me costó demasiado esfuerzo y ni me molesté en acabar el último.
Yo no podría haberlo destripado mejor.
Santi, el enlace que has puesto es lo más bestia que he leído en mucho tiempo...
ResponderEliminarYo no he leído la saga (ni pienso), pero la quinceañera de mi hermana sí, y nos torturaba continuamente con fragmentos SUPURANTES de glucosa barata. Por lo que cuentas, no parece que los libros fomenten unos valores especialmente deseables (al menos, no para mí...).
ResponderEliminarPero yo me alegro de que mi hermana LEA, aunque sea basura. La alternativa, en ocasiones, es zamparse 4 (o 40) episodios seguidos de "Rebelde Way" (telenovela adolescente). Y qué queréis que os diga... Mientras lee, al menos, ejercita el cerebro un poquitín. Y, como dice Orlando, si hay suerte "ya pasarán a otras cosas"...
(Esto más que un comentario parece una carta, pero yo sigo :D) :
Siguiendo esta misma línea de pensamiento, le he regalado hace unos pocos días la novela "A tres metros sobre el cielo" de Alessandro Moccia. No creo que tenga mucho valor literario (por no decir nulo), pero al menos he conseguido rebajar el consumo de televisión. Y es que... ¿qué puedo darle para leer a una adolescente a la que, por norma general, no le suele gustar lo fantástico -la saga de la Meyer creo que le gusta más por lo romántico- y a la que le acojonan el terror o la ciencia ficción? Apelo a vuestra sabiduría, oh Excelsos unlibroaldienses: ¿se os ocurren alternativas?
Abrazos y gracias,
Paula
Paula, está bien fácil. A tu hermana seguro que le gusta la actriz porno esa de los 80, la Jane Austen.
ResponderEliminarBueno, parece que, por el momento, los crepusculianos no han dado con esta reseña y por eso no piden mi cabeza.
ResponderEliminarDe todos modos, al lado del tipo del link de Santi, soy una hermanita de la caridad, ¿que no? Ese "crítico" tiene más mala uva que Carlos Boyero, el doctor House y Jiménez Losantos juntos...¿le contratamos? Por cierto, me gustaría que ese angelito hablara de "Vampire Diaries", basada en una serie de novelas copionas de la Meyer, y probablemente, la peor serie del mundo. A "True Blood" no le he pillado el punto, pese a que tengo amigos a los que les fascina.
Y sobre lo de alternar buena literatura con bazofia, me pasa como con la comida. Les cuento que adoro el cangrejo ruso, pero en el pasado fui adicto al praliné de chocolate relleno de confitura de frambuesa (¿por qué lo dejarían de fabricar?).
Y Orlando, con eso que has dicho, eso de que si esperaba encontrar una Lolita con colmillos en el libro, se me ha ocurrido, inspirado en esos mix que se llevan ahora estilo "Orgullo, prejuicio y zombies", que algún loco podría crear una Dolores Haze caníbal, ¿qué tal "Lolita Flesh"?
Paro, que se me vaaa...
Ah, y que sí creo que (para los críos) es posible el tránsito de libros cutrecillos a buenos.
Pues confieso, mea culpa,que he leido la saga entera, y del tirón, eso sí,no creo que Meyer crea que sus libros son aún más graciosos y divertidos que Pratchett. Pero si con algún pasaje lloré de risa!!ñoña, ñ-o-ñ-a, ñoñísima. El mundo perfecto; los vampiros perfectos;metamorfos(que no licántropos)perfectos...sí,glucosa mil. Buenos para relajarse, reirse un rato y darse cuenta de cómo pasan los años y de que, quizá, con catorce años, esa ñoñería podría creerse posible, pero ya no a estas alturas!
ResponderEliminary sobre que se trata de lectura para adolescentes...conozco a más de un treintañero ya próximo a los cuarenta, que se los leyeron sin cargarlos de tanta ironía, y les encantaron!
True Blood empieza muy bien pero luego le he perdido el gusto;-)
Y creo que tatuajes, pesas y buena literatura pueden estar unidos!jeje.
Ah! Y las pelis son peor que malas! es que ni para quinceañeros. Vi la última en Cinetube...aburridisísisisisisma!!!!
ResponderEliminarPaula,le he estado dando vueltas a los libros para tu hermana y se me han ocurrido varios que podrían gustarle;-) "El Ocho", "El fuego" y "El círculo mágico", de Katherine Neville (amor y misterio;-); "De parte de la princesa muerta", de Kenizé Mourad, sobre concubinas del gran harén de Estambul; y "Memorias de una geisha". de Arthur Golden. Qué te parecen? ;-)
ResponderEliminarPutos neocón. Yo que no sigo -ni seguiré- esta saga, lo de la adolescente anti-abortista embarazada de un vampiro me ha parecido de traca. Veo a los del Foro de la Familia poniéndola una estatua...
ResponderEliminarY a Paula, si quieres que tu hermana te siga queriendo, no la regales nada de Katherine Neville, por Diosssss. Más arriba alguien confesaba estar disfrutando con John Fante y secundo su recomendación. A los puristas y literatos cultos es un autor que no les "llena", pero novelas como "Pregúntale al polvo" o "La hermandad de la uva" son geniales. Arturo Bandini merece una oportunidad, y perfectamente se puede descubrir en la adolescencia.
Ya.
Ay, pues me lo pienso, Maese, me lo pienso... Que a veces igual mejor que no me quiera tanto que es mu' pesá'... :P
ResponderEliminarGracias a todos, me apunto recomendaciones y contrarecomendaciones. De momento ahí está, con la obsesión *Federico Moccia (que me he equivocado antes)... Hasta que agote y relea sus libros habrá paz.
"El viejo Hackmuth, con su ceño fruncido y peinado con la raya en medio, el gran Hackmuth, cuya pluma era semejante a una espada: tenía su foto en la pared, una foto dedicada y con una firma igual que la de un chino. Hola, Hackmuth, le solía decir. ¡Dios mío, usted sí que sabe escribir! Pero entonces llegaron los días de vacas flacas y Hackmuth comenzó a recibir mis cartas más prolijas. Dios mío, señor Hackmuth, me ha sucedido algo espantoso: se me ha ido la inspiración y ya no sé qué escribir. ¿Cree usted, señor Hackmuth, que tendrá algo que ver con el clima de este lugar? Aconséjeme, por favor. ¿Cree usted, señor Hackmuth, que escribo igual que William Faulkner? Aconséjeme, por favor. ¿Cree usted, señor Hackmuth, que la sexualidad puede tener alguna relación con lo que me pasa?, porque, mire usted, señor Hackmuth, porque, porque, y se lo contaba todo a Hackmuth. Le conté lo de la rubia que conocí en el parque. Le conté cómo me la trabajé y cómo sucumbió. Le conté absolutamente todo, sólo que no era verdad, era una mentira más grande que una casa: pero, en fin, algo es algo. Se trataba de escribir, de mantenerme en contacto con la grandeza, y él me respondía siempre. ¡Chico, era un tío de primera! Me respondía a vuelta de correo, como un gran hombre que reacciona ante los problemas de un hombre de talento. Nadie recibía tantas cartas de Hackmuth, nadie salvo yo, y solía llevarlas encima, las leía una y otra vez y las besaba. Me detenía ante la foto de Hackmuth con los ojos arrasados de lágrimas y le decía que esta vez había encontrado algo bueno, algo grandioso, un individuo llamado Bandini, Arturo Bandini, yo."
ResponderEliminar"Me había alejado unos quince metros cuando oí que alguien me llamaba. Me volví. Era ella, corría sin hacer ruido y en los bolsillos le tintineaban las monedas.
ResponderEliminar— ¡Chico! —exclamó—. ¡Eh, muchacho!
Esperé hasta que llegó a mi altura, sin aliento, hablando con precipitación y amabilidad.
—Lo siento —dijo——. No quise hacerlo.., de verdad.
—Tranquila —dije.... No tiene la menor importancia.
No dejaba de mirar hacia el bar.
—Tengo que volver —dijo—. Hago falta. Vuelve mañana por la noche, ¿quieres? ¡Por favor! También sé ser simpática. Lamento mucho lo de hoy. Por favor, ven mañana. —Me dio un apretón en el brazo—. ¿Vendrás?
—Tal vez.
Sonrió.
—¿Me perdonas?
—Claro.
Me quedé en mitad de la acera y la vi alejarse corriendo. Se volvió a los pocos pasos, me echó un beso con la mano y exclamó:
—¡Mañana por la noche! ¡No te olvides!
—¡Camila! —dije—. Espera. Sólo será un instante.
Corrimos el uno hacia el otro y nos encontramos a mitad de trayecto.
—¡Date prisa! —dijo——. Podrían despedirme.
Le miré los pies. Se dio cuenta de que pasaba algo y advertí su distanciamiento. Me dominó entonces una sensación de bondad, de frescura, de remozamiento, como si me cubriera una piel nueva. Le hablé con mucha calma.
—Las sandalias que calzas, ¿es necesario que las lleves, Camila? ¿Tienes que subrayar hasta ese extremo que siempre has sido y serás una sudaca asquerosa y grasienta?
Me miró horrorizada, con la boca abierta. Unió las manos, se las llevó a los labios y entró corriendo en el bar. Alcancé a oír sus quejidos: oh, oh, oh.
Enderecé la espalda y me alejé contoneándome, silbando de satisfacción."
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El gran Arturo Bandini, sin escamotear nunca sus miserias. Y ya no hago más apología de él, pero Katherine Neville, pffffh...
Yo estoy actualmente leyendo Crepúsculo. La novela guarda muchas de las formas de la novela romántica contemporánea, es decir, los protas siempre están saltando de estado de ánimo en estado de ánimo, se quieren, no se quieren, están seguros, están inseguros, etc. El chico en una página es un encanto y en la siguiente es desagradable. Y en la siguiente es un encanto. Y en la otra es desagradable. Y en la siguiente es un encanto. Y en la otra no. Y así, todo el tiempo. Durante cientos de páginas. En fin. El chico aparentemente "no le conviene" a la chica, pero bueno, eso no es algo que parezca detener a la chica.
ResponderEliminarLo que sí, es mucho más contenida que lo que actualmente se lee en el género. Las novelas románticas actuales, por mi experiencia, tienen dosis de sexo a cascoporro, y en las 150 páginas que llevo leídas ni siquiera se han besado. Supongo que eso es necesario cuando la protagonista es menor de edad y se edita en Estados Unidos.
Un punto a favor de Crepúsculo es que sí, que tiene algunos hallazgos aquí y allá, algo que normalmente no se descubre en las novelas románticas. Hay descripciones que valen la pena ser leídas. Pero bueno, no mucho que rescatar, la verdad. En fin.
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