Idioma original: francés
Título original: Le Mystère de la Chambre Jaune
Fecha de publicación: 1908
Valoración: Recomendable
Cuando tenía once años me dio por leer de forma compulsiva todos los libros de Agatha Christie y Arthur Conan Doyle (uséase, Sherlock Holmes) que pillaba. Resultaba que servidor quería ser detective privado, y pensaba que leyendo a estos autores, estaría preparado para resolver futuros crímenes...Es que daba por hecho que en mi excitante trabajo todas las semanas tendría un asesinato que resolver, ya fuera en mansiones victorianas o viajes en tren, siempre con varios sospechosos y mucho seso requerido para dar con el asesino: qué realista era yo...
Pero lo cierto es que disfruté sobremanera con esta clase de lectura, lo que consideraba toda una proeza tras leerme la colección completa de "Elige tu propia aventura" y "Alfred Hitchcock y los tres investigadores".
Luego llegaron los años, años y más años..., crecí, y bueno, aparte de que me di cuenta de que en este mundo, el de la realidad, ser detective privado consiste, más bien, en perseguir sigilosamente a presuntos infieles o grabar conversaciones compremetedoras con aparatos a años luz de los de James Bond, pasé a otro tipo de lectura y me olvidé de los detectives repollos, los pastelitos de arsénico y los sospechosos interesantes.
Pero la vida es un eterno retorno, y resultó que durante un curso de francés en Niza, para mejorar la comprensión escrita, la profesora nos ofreció unos libros de lectura, entre ellos, El misterio del cuarto amarillo. Y lo elegí porque en cuanto leí la sinopsis en su contraportada, me pareció el más atractivo de todos.
El misterio del cuarto amarillo plantea un misterio que deja de piedra: en el castillo Glandier una joven, la señorita Matilde, hija de un científico llamado Stangerson, sufre un intento de asesinato en su habitación de paredes amarillas. Alguien la lanza al suelo e intenta encajarle un tiro, pero en el forcejeo los disparos se pierden en el aire, y el asesino desaparece mágicamente, ya que ningún habitante del castillo ve salir a nadie del cuarto. Para más inri, el habitáculo tenía su ventana cerrada por dentro. La única pista que encuentran en el cuarto es una pistola que pertenece, maldita sea, al mayordomo de los Stangerson. ¿Qué pasó...?
Para resolver el caso, el padre de Matilde contrata al gran Joseph Rouletabille, un tipo peculiar pero listísimo, mientras que la poli se decanta por Larsan, uno de los investigadores más celebrities de Inglaterra. Así que, el misterio y la rivalidad están servidas: ¿quién y por qué intentó matar a la pobre Matilde y cómo demonios entró en el intrigante cuarto amarillo? Hummm...Lean el libro y lo sabrán... Además, hoy tenemos cine. Hay varias películas sobre el libro...
Y bueno, pues creo que está claro por qué recomiendo esta obra para la estación más pegajosa y ruidosa del año: el tiempo libre y el presunto buen tiempo reclaman una lectura más ágil y emocionante de lo habitual, pero tampoco hace falta dejar en la nevera el cerebro. Rouletabille no les permitirá hacerse los tontos...
Feliz verano. Espero que sean más afortunados que el que firma esta reseña: me esperan tres meses de estío urbano entre los duros muros de un banco...
Hace tiempo que tengo este libro pendiente de lectura.Lerroux es conocido por "El fantasma de la ópera",pero tiene otras obras sumamente interesantes.Hace poco ha salido "El sillón azul" con una pinta estupenda
ResponderEliminarSorry, el título correcto es "El sillón maldito" publicado por "El olivo azul"...
ResponderEliminarCómo haya sido el mayordomo!!jeje. Parece interesante...habrá que buscarlo;-)
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