Año de publicación: 1935
Valoración: Imprescindible
Había pensado escribir la típica reseña erudito-pedante sobre La destrucción o el amor: hablar de su complicado contexto histórico y poético (se publicó en 1935); de su estética surrealista teñida de un romanticismo y erotismo muy humano; de sus imágenes llamativas, violentas, pero basadas en elementos fundamentales (animales, plantas, naturaleza); de su relación con otras obras de la "generación del 27" (Poeta en Nueva York, Los Placeres Prohibidos, La voz a ti debida...); de la personalidad de Vicente Aleixandre, un poeta quizás injustamente arrinconado en el gusto de las generaciones posteriores...
Pero cuando me puse a releer el libro para poder reseñarlo de facha, me di cuenta de que reseñarlo de esta manera era imposible, o mejor dicho insuficiente. Porque La destrucción o el amor es un libro tremendo, brutal, y creo que la mejor manera de convencer a alguien para que lo lea -que es lo que me gustaría conseguir- es poner aquí algunos, solo algunos, de los versos que me resultan más impresionantes. Así que aquí van.
"Yo te he querido como nunca.
Eras azul como noche que acaba,
eras la impenetrable caparazón del galápago
que se oculta bajo la roca de la amorosa llegada de la luz."
"Cuerpo feliz que fluye entre mis manos,
rostro amado donde contemplo el mundo,
donde graciosos pájaros se copian fugitivos,
volando a la región donde nada se olvida."
"Mirar tu cuerpo sin más luz que la tuya,
que esa cercana música que concierta a las aves,
a las aguas, al bosque, a ese ligado latido
de este mundo absoluto que siento ahora en los labios."
"Dime pronto el secreto de tu existencia;
quiero saber por qué la piedra no es pluma,
ni el corazón un árbol delicado."
"Yo no quiero leer en los libros una verdad que poco a poco sube como un agua,
renuncio a ese espejo que dondequiera las montañas ofrecen,
pelada roca donde se refleja mi frente
cruzada por unos pájaros cuyo sentido ignoro."
"Amando. Se querían como la luna lúcida,
como ese mar redondo que se aplica a ese rostro,
dulce eclipse de agua, mejilla oscurecida,
donde los peces rojos van y vienen sin música."
Y podría seguir citando, pero si lo que he puesto hasta ahora no te ha convencido para ir a la librería o (más probablemente) a la biblioteca más cercana, entonces sospecho que este libro no es para ti...
Totalmente de acuerdo, nada que decir de Aleixandre que no sea leyéndole directamente. Es uno de mis cinco poetas favoritos de todos los tiempos y quizá el primero, tendría que pensarlo.
ResponderEliminarEs verdad que suena mucho menos que otros de su generación pero si se divulgase su obra creo que tendría bastantes más seguidores. Sencillamente maravilloso.
La destrucción o el amor, los contrarios son lo mismo, en todo mal hay bien y en todo bien hay mal. Una obra preciosa. Me lleva a los tiempos del instituto, donde un profesor explicaba sencillamente la profundidad de estas palabras. Cómo anhelo tener quien me explique la profundidad de la vida y su sentir.
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