Idioma original: inglés
Título original: The Man who was Thursday - A Nightmare
Año de publicación: 1908
Valoración: Muy recomendable
Cuando escribí aquella entrada sobre novela policiaca, cometí el imperdonable error de olvidarme de G. K. Chesterton (¡y nadie me lo advirtió!). No sé cómo pude olvidar al Padre Brown, uno de los detectives más originales de la historia de la literatura policiaca: un sacerdote de aspecto insignificante, tremendo ingenio y espíritu bondadoso. Hoy me propongo reparar ese error reseñando una de sus novelas, una obra de una originalidad y una capacidad para atrapar al lector, como pocas que yo haya leído.
El lema en el que se resume la novela podría ser: "nada es lo que parece". De hecho, me resisto a resumir el argumento, porque es casi imposible hacerlo sin destripar alguna de las sorpresas del libro, que son una parte importante de su encanto. El caso es que el libro mismo en sí tampoco es lo que parece: comienza como una novela policiaca -perteneciente, de hecho, al modernísmo género de las "novelas de conspiración" del ínclito Dan Brown, por ejemplo-, pero poco a poco va abandonando sus límites genéricos, y va adquiriendo un aire apocalíptico, místico y decididamente simbólico. De hecho su subtítulo en el original inglés ("una pesadilla"), frecuentemente omitido en las traducciones españolas, nos indica precisamente ese sumergimiento en lo subconsciente, que permite también relacionar esta novela con las tendencias literarias y psicológicas de su época -no olvidemos que, a pesar de su apasionante actualidad, El hombre que fue Jueves se publicó en la primera década del siglo XX.
G. K. Chesterton, como muchos otros escritores británicos (Oscar Wilde, Saki, Woodehose...) tenía el don del humorismo elegante y la paradoja deslumbrante (perdón por el ripio). Los diálogos de la novela con siempre inteligentes, y las situaciones no dejan de sorprender al lector. El final, cargado de simbolismo místico-cristiano, resulta verdaderamente extraño en lo que se presenta inicialmente como una novela policiaca, pero contribuye al mismo tiempo a hacer de esta novela una obra originalísima y muy especial, que merece la pena rebuscar en la librería.
También de G.K.Chesterton en ULAD: El candor del Padre Brown, La sabiduría del Padre Brown, Anécdotas de Londres y Nueva York
A mí me encantó esta novela. Recuerdo que su argumento se iba haciendo más y más complejo a medida que avanzaba, con giros propios de folletines contemporáneos como Lost (y que conste que digo esto sin la menor intención crítica: ¡todo lo contrario!). Tengo ganas de releerla, porque me dejó muy buen sabor de boca. Y por cierto: me la regaló Sonia, así que ¡muchas gracias, Sonia!;)
ResponderEliminarA mí también me encantó.
ResponderEliminarLa leí hace mil años y poco mas conservo en la memoria que la sensación de incredulidad y sorpresa que tenía a medida que se sucedían los giros de la trama. Y Jaime, coincido contigo en que tienen cierto aire a los de Lost (en cuanto imprevisibles como mínimo).
¡Qué grande cuando se descubre el pastel!
¡Madre mía! me lo estoy pasando en grande solo recordando lo que disfruté!
Recuerdo que le deje el libro a una amiga y cuando le pregunté lo que le había parecido me dijo: "Lees unos libros muy raros"
JAJAJA
¡Gracias por reseñarlo Santi!
Sí, es una novela distinta a cualquier cosa que se pueda leer. Yo la leí hace mucho, y la volví a releer en uno de mis últimos viajes. Curiosamente, Jaime, la relectura produce una impresión distinta, porque claro, las sorpresas argumentales ya no son sorpresas. No digo que no vuelvas a leerla, pero sí que probablemente no te produzca el mismo efecto que la primera vez.
ResponderEliminarY el final es una ida de olla con todas las letras. Me recuerda a El lobo estepario, que empieza como una novela psicológica-poética, y termina como un viaje alucinógeno psicotrópico.
pues tendré que leerlo, a ver :)
ResponderEliminarMe ha encantado que traigas a Chesterton. Creo que ahora que estamos inundados de novela policiaca o género negro o como queramos llamarlo, leer a Chesterton es como leer un clásico. En mi caso va a servir para releer a este autor. Soy de la opinión, al igual que Santi de que releer, como volver a ver una película, en ocasiones es tener una nueva historia en nuestras manos. Ha cambiado el momento y nosotros hemos cambiado también. Disfrutaremos de nuevo de un buen autor.Un saludo a todos.
ResponderEliminarBuenísimo!LLegué a Chesterton a través de Jaime a través de Borges, jeje. Te acuerdas? por eso te lo regalé, porque Borges, blablabla, y le gusta Chesterton, blablabla;-) Y luego lo leí. Y me encantó. Gracias por la recomendación Jaime! Es una novela que se disfruta desde la primera línea, y muy, muy original. A ver si leo El Napoleón de Nothing Hill que lo tengo por ahí en la lista de "pendientes";-)
ResponderEliminarHay que subirlo a la categoría de imprescindible
ResponderEliminarEsta es una obra deliciosa, para disfrutarla de cabo a rabo... con una construcción totalmente rigurosa y racional, pero luego se abre a lo irracional, al encuentro con lo divino. Es dar un salto, de pronto.
ResponderEliminarSi no es molestia, dejo mi propia reseña de este estupendo libro: https://libreriadeurgencia.wordpress.com/2020/04/22/el-hombre-que-fue-jueves-g-k-chesterton/