Idioma original: inglés
Título original: The Da Vinci Code
Fecha de publicación: 2003
Valoración: repugnante
No entiendo cómo un libro tan mal escrito se ha convertido en una mina de oro. Es la prueba fehaciente de que un mal escritor con un buen marketing puede hacer milagros. Tres juicios por plagio, críticas de historiadores, historiadores del arte y cristianos por la inexactitud y tergiversación de los datos que aporta, y críticas también desde el mundo literario por lo mal escrita que se presenta su obra.
Decidí leerlo cuando aún no se había convertido en un fenómeno best-seller. Reconozco que me encantan las obras con algún toque esotérico, un misterio que resolver y alguna que otra teoría conspiratoria. Esta novela parecía reunir todos esos requisitos. Y comencé a leerla.
No empieza nada mal. Un asesinato en el Louvre, símbolos y anagramas que conducen a pistas extrañas, un detective y una policía nieta del asesinado. Las pistas se suceden, descifrando anagramas y códigos, enlazando los datos con el origen del cristianismo y el Santo Grial. Numerosos ingredientes que podrían vaticinar una obra sumamente interesante.
Lástima que cayó en unas manos inadecuadas. Sin estilo literario alguno, a medida que avanzas en su lectura descubres que la novela adolece de falta de talento; la historia que parecía interesante se enreda y no da una buena solución al final de la trama, que termina siendo sumamente predecible; los hechos históricos y las observaciones sobre las obras de arte que nos habían llamado la atención al principio, caen al comprobar que no son exactas y que Brown no aporta ninguna fuente de donde proceden sus afirmaciones. Él dice que se trata de una obra de ficción, y se escuda en ello, pero olvida que al principio de la novela afirma que son datos veraces, y que otros escritores de su género se documentan, y mucho, antes de ecribir.
Por último, se creó mucho revuelo alrededor de la novela por los ataques que contiene contra la iglesia católica, y el Opus Dei, pero una vez que la lees entera no te queda esa impresión, sino más bien la contraria, pues acaba defendiéndola. En fin, todo termina siendo un asunto mediático para ganar dinero. Una pérdida de tiempo.
También de Dan Brown en ULAD: El símbolo perdido
Te felicito, en primer lugar, por el "repugnante". ¡Éste es sólo el segundo, en este blog: somos hermanitas de la caridad!
ResponderEliminarYo también lo leí, digo entre abucheos y con un rectángulo negro que me tapa los ojos y, bueno -titubeo-, la verdad es que me entretuvo (más abucheos, me caen peladuras de frutas alrededor). Dicho claramente: es pa' lo que es, ni más ni menos. Entretenimiento del fácil, y ya está. El problema es que mucha gente pareció leerlo como mucho más. Ahí es donde está la estrategia de marketing: "los secretos de la Iglesia al descubierto", "el Vaticano condena la novela de Brown", "qué habrá en los archivos secretos del Papa", etc, etc.
Pero ¿es eso culpa de la novela o de la gente, que no suma 1 más 1? ¿Cabe echarle en cara a Brown que lo que dice sobre el origen del Cristianismo sean patrañas? ¿No es toda novela, por definición, una patraña?
Muy bien, Sonia, así me gusta.
ResponderEliminarY qué ganas tengo yo de diseccionar sin piedad "Amanecer", el cuarto libro de la saga "Crepúsculo", de Stephenie Meyer. Pero qué ganas...Cuando ponga Valoración: Cianuro tintoso, no sé cómo reaccionaré, levitaré...
Por decir algo bueno de este libro, diré que gracias a él mucha gente ha leído y se ha enganchado a la lectura... al fin y al cabo un libro es básicamente para entretener y la mayoría de las personas no son tan entendidas en la materia como para percibir si está tan mal escrito.
ResponderEliminarFelicidades por el blog
´´Literatura´´ (término que le queda anchísimo) para una tarde de domingo, después de fregar y cuando no sé quieren usar las neuronas sino descansar un poquito tumbada en el sillón ó para después de algún examen cuando ya la cabeza no de más de sí. El equivalente de Nora Roberts pero con controversia añadida.
ResponderEliminarNo está mal que existan estos libros, hacen su función correctamente (entretener sin causar emociones fuertes). Dan Brown es un típico caso de ´´textbook writer´´ siguiendo al pie de la letra todas las reglas de muchos postgrados de Creative Writing en EE.UU empeñados en crear clones de escritores con una única meta: ganar dinero, no crear algo con memoria permanente. (Inciso: las películas malísimas también). worldcitizenyes@gmail.com
A mi no me disgustó, aunque me gustó mucho más "Angeles y Demonios", aunque pienso que solamente por el hecho de leerlo primero, porque como bien habéis dicho Dan Brown siempre escribe con la misma estructura.
ResponderEliminarAhora, a mi me sirvió mucho para interesarme por temas que trata, e investigar y leer más sobre esos temas ...
Estoy con Jaime; hay que saber qué se tiene entre manos, así no hay problema. Sabemos qué se puede esperar de Dan Brown. Me parece muy acertado usar en este momento el término que he leído en otra reseña de este blog: ‘literatura fast food’ = sabes que no es bueno, no es de calidad ni te conviene. Está hecho de manera rápida poco rigurosa y desganada. Pero te gusta y a veces te apetece.
ResponderEliminarMe ha decepcionado este libro, Su trama es fascinante, pero me disgustó el hecho de que no sea real el tema principal de la novela. Así qué aunque esté "mal escrito" o no sea de agrado a muchos lectores, ha sido muy apreciado por la crítica internacional.
ResponderEliminarYo creo que es culpa de Dan Brown y de la editorial, ya que el "autor" (por llamarlo de alguna manera) targiversa los temas que toca para lucrarse, jugando con las conspiraciones gubernamentales de manera poco seria y sólida. Él sabe la imagen que se proyecta de él, y la usa a su favor.
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