Título original: Der GolemIdioma original: Alemán
Fecha de publicación: 1914
Valoración: Muy recomendable
El Golem, la novela más conocida de Gustav Meyrink, se basa en la antigua leyenda hebrea del Golem: un ser hecho de barro al que la palabra concede vida; un mito reinterpretado por muchos escritores, por Borges por ejemplo, y también adaptado el cine en más de una ocasión. Sin embargo, Meyrink, aficionado a la cábala y al ocultismo, hace una utilización muy personal del mito, y nos sumerge en el ambiente enfermizo, onírico, alucinatorio del ghetto judío de Praga.
Ya desde el prólogo mismo queda claro que los sueños ocupan un lugar central en El Golem:
Pese a su título y a su relación evidente con la literatura fantástica, El Golem no es un libro de terror; su lectura no es fácil, y resulta, en ocasiones, complicado seguir el desarrollo de la historia, si es que hay alguno. La actitud correcta con la que enfrentarse a esta novela probablemente es, diría yo, la misma con la que hay que intentar penetrar un poema surrealista. Si se consigue superar la confusión inicial y aceptar las reglas propuestas por Meyrink, El Golem se transforma en una novela fascinante, una experiencia única para el lector.
Fecha de publicación: 1914
Valoración: Muy recomendable
El Golem, la novela más conocida de Gustav Meyrink, se basa en la antigua leyenda hebrea del Golem: un ser hecho de barro al que la palabra concede vida; un mito reinterpretado por muchos escritores, por Borges por ejemplo, y también adaptado el cine en más de una ocasión. Sin embargo, Meyrink, aficionado a la cábala y al ocultismo, hace una utilización muy personal del mito, y nos sumerge en el ambiente enfermizo, onírico, alucinatorio del ghetto judío de Praga.
Ya desde el prólogo mismo queda claro que los sueños ocupan un lugar central en El Golem:
- La luz de la luna cae a los pies de mi cama y se queda allí como una piedra grande, lisa y blanca. Cuando la luna llena empieza a encogerse y su lado derecho se carcome -como una cara que se acerca a la vejez mostrando primero las arrugas en una mejilla y perfilándose después- a esa hora de la noche, se apodera de mí una inquietud sombría y angustiosa...
Pese a su título y a su relación evidente con la literatura fantástica, El Golem no es un libro de terror; su lectura no es fácil, y resulta, en ocasiones, complicado seguir el desarrollo de la historia, si es que hay alguno. La actitud correcta con la que enfrentarse a esta novela probablemente es, diría yo, la misma con la que hay que intentar penetrar un poema surrealista. Si se consigue superar la confusión inicial y aceptar las reglas propuestas por Meyrink, El Golem se transforma en una novela fascinante, una experiencia única para el lector.
Desde luego, el fragmento que has escogido es inquietante, sobrecogedor, muy sugerente...
ResponderEliminarPara cuando acabe de leer La insoportable levedad del ser ¿Que os parece este libro? ¿es mejor el peso o la levedad? Ultimamente pienso mucho sobre esto...
Blanca.
Yo soy un partidario de la levedad. Creo que Kundera exagera bastante. Estamos todos hechos unos leves terribles.. y no nos va tan mal!
ResponderEliminarPor cierto, Santi, me acabo de dar cuenta de que me has dejado a la altura del más entusiasta filo-nazi.
ResponderEliminarLa entrada sobre María Antonieta, de Stefan Zweig, la etiqueté como "literatura alemana", mientras que tú englobas El Golem dentro de la "literatura austríaca". El problema es que Zweig era tan vienés como Meyrink. Mi criterio era el de la lengua, claro, no alguna macabra fe en la Gran Alemania (de la que descreo tanto como el propio Zweig). ¿Y ahora qué hacemos?
Si Meyrink forma parte de la literatura austríaca, entonces deberíamos decir que Kafka es un escritor checo, ¿no? Pero esto nos obliga a situar a los autores según criterios políticos anacrónicos, porque ni Kafka nació en la República checa ni Meyrink en la austriaca, sino que ambos lo hicieron en el Imperio austrohúngaro. Por esa regla de tres, Kant no sería un filósofo alemán, sino ruso, puesto que Königsberg es hoy Kaliningrado, Rusia. Y eso sí que no.
Ahí queda la polémica.
Pues sí, curiosamente esta entrada estaba inicialmente etiquetada como "literatura alemana", de acuerdo con su idioma, pero luego lo pensé y la cambié a "literatura austriaca". Ejemplos como los que tú citas los hay a millares: autores que nacieron en un país que ya no existe, o en una ciudad que ha cambiado de país, o que nacieron en un país, viajaron a otro y cambiaron de lengua (como Samuel Beckett o Joseph Conrad)
ResponderEliminarEste es un problema que, obviamente, no tenemos sólo nosotros, sino todos los que quieran clasificar a los autores por nacionalidad. Podríamos adoptar el criterio que usa la wikipedia: etiquetar, al mismo tiempo, por geografía y por idioma, es decir, Zweig por ejemplo sería un "escritor de Austria" pero un "escritor en alemán".
¿Cómo lo ves, y cómo lo ven nuestros queridos y numerosísimos lectores? :P
Apoyo la corriente wikipedica!
ResponderEliminarPara seguir el debate: http://bilbaolimerick.blogspot.com/2009/03/tags-and-nations.html
ResponderEliminarDesde luego El Golem es un libro atractivo, pero deja sensaciones contradictorias: la primera mitad, más o menos, es francamente difícil de seguir, pero tiene el interés de un relato puramente expresionista. Y el resto cambia por completo, pierde esa intensidad oscura, se vuelve más cómodo para el lector pero también más convencional.
ResponderEliminarO sea, algo desconcertante, pero que seguramente merece ser leído.