Páginas

sábado, 18 de abril de 2015

Jack London: La peste escarlata

Idioma original: inglés
Título original: The Scarlet Plague
Año de publicación: 1912
Valoración: está bien

A Jack London lo relacionamos casi exclusivamente con sus novelas Colmillo blanco o La llamada de lo salvaje; pero su obra es más amplia y más compleja, y enfoca casi siempre, desde distintas perspectivas, la lucha entre naturaleza y civilización, o entre humanidad y animalidad.

Ese es también el caso de La peste escarlata, uno de los primeros exponentes de un género, el post-apocalíptico, ahora tan de moda. Al comienzo de la novela nos encontramos con un hombre anciano, James Howard Smith, acompañado de varios niños, en un estado primitivo: sucios, mal vestidos, mal alimentados, malolientes. Poco a poco vamos conociendo el contexto: estamos en el año 2073, la humanidad ha sido prácticamente barrida por un virus (la peste escarlata) y el anciano y los niños son representantes de algunas de las pocas "tribus" que habitan una California que ha vuelto a su estado salvaje.

La narración de la catástrofe, de cómo la peste escarlata mató a casi toda la humanidad, se nos narra así como un flashback, como una historia que el anciano cuenta a los niños curiosos, adaptándola al lenguaje de unos niños que nunca han conocido el dinero ni la electricidad ni han tenido ningún tipo de educación. James Smith, profesor de literatura, vio cómo uno a uno prácticamente todos los seres humanos sucumbieron a la fiebre escarlata, y cómo en consecuencia todas las estructuras sociales se tambalean, los conocimientos científicos se pierden y los pocos supervivientes se ven transformados en cazadores-recolectores primitivos.

A Jack London esta historia le sirve para presentar algunos de sus temas recurrentes: la expansión e importancia de la ciencia, la fragilidad de la civilización frente a la fuerza de la naturaleza (representada, por ejemplo, por los viejos raíles invadidos por la maleza por la que discurren los protagonistas al principio del texto) o la determinación genética y social de los seres humanos: es en esto Jack London un escritor naturalista, pero también ciertamente clasista, asociando siempre la brutalidad y la destrucción con las clases bajas, y la creatividad y el refinamiento con las clases superiores.

Vista desde la perspectiva actual, La peste escarlata resulta muy poco original, porque hemos visto ya infinitas variantes de esta idea (por ejemplo, La carretera de Corma McCarthy, que tiene llamativas similitudes con esta de Jack London). Hay que tener en cuenta, sin embargo, que la idea de la desaparición de toda la humanidad estaba mucho menos transitada a comienzos del siglo XX, por lo que hay que valorar el momento en el que fue escrita. Eso sí, al lector actual esta novelita probablemente le sepa a poco, porque termina precisamente donde otras novelas actuales comienzan: la descripción del mundo post-apocalíptico, que en las novelas y películas actuales ocupa los primeros diez minutos o las primeras veinte páginas, es en este caso el objetivo fundamental del texto.

Por cierto, quien quiera leer el texto en el original en inglés, puede hacerlo gracias al Proyecto Gutenberg.


También de Jack London en UnLibroAlDíaEncender una hoguera

4 comentarios:

  1. Para mi lo mejor de Jack London es "El vagabundo de las estrellas"!!
    Sencillamente espectacular!!

    ResponderEliminar
  2. Hola!
    El libro me tiene muy buena pinta, la verdad. Me lo apunto aunque no sé cuándo tendré tiempo de leerlo con tanto pendiente.
    Buena reseña.
    Besos

    ResponderEliminar
  3. Hola!
    El libro me tiene muy buena pinta, la verdad. Me lo apunto aunque no sé cuándo tendré tiempo de leerlo con tanto pendiente.
    Buena reseña.
    Besos

    ResponderEliminar
  4. Jamás entendí porqué la obra de este autor ha sido calificado como "literatura juvenil". "La peste escarlata" es el ejemplo de que esto es un gran error.

    ResponderEliminar

Deja a continuación tu comentario. Los comentarios serán moderados y solo serán visibles si los aprueba un miembro del equipo.