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miércoles, 4 de junio de 2014

Saki: La reticencia de lady Anne y otros cuentos

Idioma original: inglés

Título original: The Reticence of Lady Anne

Fecha de publicación: 1910 (el relato que da título al libro)
Valoración: Recomendable 

No hace demasiado, Ian reseñó en ULAD un compendio de relatos protagonizados por gatos variopintos siendo uno de ellos Tobermory, un minino que habla y les toca bastante la moral a los humanos que le rodean. 

Pues el autor de dicho brillante relato no es otro que Saki, o mejor dicho, Hector Hugh Munro, un hombre nacido en la segunda mitad del siglo XIX en Birmania, de padres ingleses, y que fue llevado a Inglaterra siendo un crío cuando su madre murió en un desagradable incidente con un animal. Su curioso seudónimo viene, según se dice, de cierto mono africano que pese a tener una apariencia inofensiva se las gasta pero bien. Al parecer, así se veía a sí mismo el señor Munro, un tipo problemático y atormentado, de salud delicada y homosexual confeso en el entorno puritano e intransigente en el que le tocó vivir. 

Tras ser educado en Inglaterra, volvió a Birmania, fue policía como su padre, retornó a Inglaterra por problemas de salud, fue periodista, luchó en la Primera Guerra Mundial, y escribió, escribió mucho, sobre todo, pequeños relatos cargados de una mala leche latente y finales impactantes, marcas características de la casa Saki. El mismísimo Borges se encontraba entre sus admiradores y hasta lo citó en su biblioteca de Babel. 

La selección de doce relatos de Saki que hoy presento lleva el título de todo un clásico del género, La reticencia de Lady Anne, en el que un hombre de la alta sociedad, arrepentido por haber ofendido verbalmente a su esposa durante el transcurso de una comida, trata de dilucidar si ésta sigue enfadada con él observándola y haciéndole comentarios bienintencionados mientras ambos descansan en su salita de estar. pero la lady se muestra de un rígido y un reticente imposibles de doblegar... La frase final del cuento le deja a uno con la boca abierta. 

Entre los once restantes se encuentra el citado gato repollo Tobermory, y otras historias en las que se pueden encontrar niños salvajes traídos de vuelta a la civilización (con malos resultados), cuentos malignos contados a niños traviesos para que se callen, obras de arte vivientes, o cazadores enemistados que por las circunstancias no tienen más remedio que convertirse en amigos. 

En resumen: un libro de cuentos para adultos muy agradable y satisfactorio, y una buena manera de iniciarse en el sakismo.

También de Saki en ULAD: ReginaldCuentos de humor y de horror

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