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miércoles, 11 de abril de 2012

Colaboración: Vastas emociones y pensamientos imperfectos de Rubem Fonseca

Idioma original: portugués
Título original: Vastas Emoções e Pensamentos Imperfeitos
Año de publicación: 1988
Valoración: Muy recomendable

Rubem Fonseca es un escritor muy particular. Nacido en Brasil, y residente en Rio de Janeiro durante muchos años, su obra ha sido laureada por miles de lectores y la crítica nacional e internacional, incluidos autores como Mario Vargas Llosa, Carlos Monsiváis, o Thomas Pynchon (de quien se cuenta son muy buenos amigos) quienes le han dedicado elogiosas palabras más de alguna vez. Como si fuera poco, se dice que es un eterno candidato al Nobel. A la luz de lo anterior, la pregunta de cajón es obvia: ¿es realmente un escritor de calidad, o los medios han exagerado escandalosamente el valor que tienen sus creaciones?

En la obra que comentaremos aquí, el protagonista es un cineasta obsesivo que tiene permanentes ataques mientras descansa por las noches; como él mismo dice: "sueño sin imágenes" o "mis sueños son como un libro mal escrito". Intentando aproximarse científicamente al origen de este problema, se encuentra con una definición patológica del sueño: un conjunto de "vastas emociones y pensamientos imperfectos" (concepto que da origen al título de esta novela), obligándolo a asumir esta especie de disfunción como parte de su vida. Sin darle mucha importancia a esto, se embarca en obtener material para filmar una nueva película, aceptando una oferta para producir una cinta basada en una de las obras de Isaak Bábel, legendario escritor soviético. Y mientras piensa en ello, recibe un extraño paquete de manos de una mujer misteriosa. Pero sólo se percata de la importancia de éste cuando se entera que esta misma mujer fue asesinada violentamente cerca de su casa. A partir de ese momento, su vida queda atrapada en un espiral de fugaces historias eróticas, cargadas de tanta violencia que sería insoportable si no fuese por los componentes eruditos que la alternan, y que transitan entre Berlín, Río de Janeiro y otras partes del planeta, para desembocar en un desolador e inesperado final que hace indirecta referencia al nombre de esta obra. Los hechos que suceden en el relato son retratados con una crudeza despiadada, al modo de las novelas negras clásicas, buscando desenmascarar a través de la ficción las redes de corrupción y narcotráfico que permanecen ocultas en la cotidiana realidad carioca.

Estructuralmente, es un thriller muy bien logrado, una novela que aguarda a la vuelta de cada página un cuchillazo, un asesinato, un encuentro sexual, dejándonos con esa permanente incertidumbre de lo que podremos encontrar durante el desarrollo de la historia. Esta historia es relatada junto a una admirable fusión de la cultura popular con la clásica (ingrediente muy característico de las obras de Fonseca): leyendas chamánicas sobre la necesidad humana de consumir polvo de diamantes, personajes que citan a Alfred Hitchcock y su necesidad de tener un gran villano para hacer una gran película, la discusión sobre el valor del cine y la literatura en la historia de la cultura, etc. Este elemento se puede traducir en un enorme riesgo: o la novela es un bodrio, con una mezcla de citas dispersas inconexas, o todas son coherentes y hacen sentido con el argumento principal, armando un cuerpo literario sólido. Fonseca representa indiscutiblemente la segunda opción.

Vastas emociones y pensamientos imperfectos es una gran obra, con una especial técnica narrativa y temáticas que dan cuenta de la originalidad de su estilo. Luego de leer esta poderosa novela, quizás muchos lectores se preguntarán cómo una novela tan cargada de referencias culturales e historias violentas es capaz de producir entretenimiento, curiosidad por la trama, y reflexión sobre la situación actual de la realidad brasileña, tanto o más que cualquier gran película de la que hayamos disfrutado en una noche de eterno insomnio.

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