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viernes, 7 de marzo de 2025

Catherine Lacey. Biografía de X

 

Idioma original: inglés
Título original: Biography of X
Traducción: Nuria Molinés
Año de publicación: 2024
Valoración: muy recomendable

Seguro que seré malinterpretado, pero no acabo de entender el empeño por asignar ciertas etiquetas a ciertos productos culturales. El punto del libro que acompaña al flamante ejemplar tomado de la biblioteca de esta Biografía de X dice que esta novela pertenece al Fondo LGTBIQ+ y yo me pregunto para qué narices hay que acotarla de esa manera. Pondría, por ejemplo, la figura de Spanbauer, ya fallecido, y me sacude el alma pensar cuántos grandes escritores son confinados en esta especie de ghetto/subgénero que puede, por muy cenutrios que puedan parecernos estos planteamientos, limitar algo sus posibles lectores. Todo porque, gran novedad, damas y caballeros, esta es una novela sobre una mujer intentando ahondar en el pasado de la mujer que fue su pareja. Que los géneros podrían intercambiarse con toda naturalidad y la historia no cambiaría. Que esa elección no es un gancho comercial ni un posicionamiento, Que hay que actuar con naturalidad o tenemos lo que tenemos en algunas ciudades: barrios condenados a ser parques temáticos, puntos de atracción de cierta curiosidad morbosa que parece exclamar vamos a verlos comportarse en su hábitat. 

Esta disquisición carecería de sentido si Biografía de X fuera uno de tantos libros. Pero no. Catherine Lacey, por cuya obra anterior voy a interesarme de inmediato (cuatro novelas, nada mal para una escritora que aún no ha cumplido cuarenta años), se muestra osada en la estructura de esta narración. Al principio, algo reminiscente del juego usado por Hernán Díaz en Fortuna, por cuanto estamos jugando a las cajas chinas escenificando una narración dentro de otra, pero más bien adaptando el recurso a la necesidad narrativa. Aquí tenemos a una escritora que, para contrarrestar la previsible aparición de textos no autorizados en forma de biografías de X, la mujer que falleció siendo su pareja, se decide a investigar por su cuenta el pasado de ésta. Un pasado con enormes incógnitas que intentará resolver. X ha sido una artista multidisciplinar: ha hecho música, escrito libros, protagonizado performances: una especie de celebridad total en una nación que (pequeño y algo forzado recurso que evoca casi explícitamente a Atwood) ha vuelto a unirse después de un conflicto que la ha dividido en un Sur conservador y tradicional y un Norte progresista y abierto. CM Lucca se adentra en el pasado a la búsqueda no solo de que la memoria le haga justicia, también de que lo que se encuentre resuelva sus dudas y esas brechas que no pudo dilucidar cuando X vivía. Esa búsqueda, de tonalidades épicas, la ayudará a comprender en parte la personalidad de quien era su pareja. Como es de prever, acarreará no pocas sorpresas que, más que aportarle morbo o preocupación, la harán ahondar en la complejidad de su relación. Parejas, matrimonios, algún hijo del que se despreocupó, una eventual disidencia política que la obligaba a cambiar con frecuencia de nombres, de apariencia, a incorporar capas a su personalidad y a redoblar el misterio y la fascinación sobre su persona.

Lacey es una escritora (supongo que leer sus novelas anteriores, más breves y de menos renombre puede matizar esa opinión) ambiciosa y de amplio rango. Quizás excesivo, Biografía de X contiene ese aire retrospectivo de aires bolañianos que combina perfectamente con el aroma europeo que desprenden algunas referencias, desde el uso sebaldiano de imágenes que parecen generadas por IA, hasta referencias culturales variadas que se intercalan y asignan un contexto personal (la de vincularla al proceso creativo de  Low, una de las obra maestras de David Bowie, me ha seducido por su insistencia) en el que la artista sería una especie de musa en las sombras de la cultura underground. También percibimos una crítica socavada hacia las manifestaciones artísticas contemporáneas más marcadas por la excentricidad y los deseos de polémica como forma de celebridad. X excita la fama y la relevancia lo justo para salir corriendo. No es una crítica feroz, es más bien una puesta en escena de situaciones que pueden sernos familiares por lo que hoy es el mundo de las manifestaciones culturales. Supongo que ello justifica un poco el enfoque distópico: un mundo, el del Norte, de creatividad y libertad vs un Sur sojuzgado por el integrismo religioso. Aunque, personalmente, creo que es la apuesta que menos funciona, permitidme insistir en el párrafo con el que acometía esta reseña: adjetivar a esta notable novela me parece restrictivo y estrecho de miras. Con sus carencias y sus errores, vale mucho la pena leer este libro.

 

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