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sábado, 7 de diciembre de 2024

Óscar Martínez: El eco pintado

Idioma original: castellano

Año de publicación: 2023

Valoración: Muy recomendable

 

A veces los libros en torno al arte tienen algunos tics que ahuyentan a los lectores que no estén previamente interesados en ese mundillo. Oscilan entre el manual que recorre épocas, tendencias e ismos, con pocas excepciones aburrido y demasiado abstracto, el texto divulgativo al que se le nota demasiado la intención, y el volumen erudito de quien busca sobre todo lucirse recurriendo a ideas y conceptos con el objetivo de que lo entienda el menor número de lectores. Academicismo, banalización y elitismo parecen competir por dejar al arte fuera del foco en el mundo de los libros.

Como en tantas otras cosas el punto óptimo, el mix adecuado, no resulta fácil de conseguir. En otras culturas hay toda una tradición de expertos dedicados a, y capacitados para, explicar las materias sin perder rigor pero consiguiendo que el lector no desconecte ni se aburra. En España esto parece menos habitual, especialmente en materia de arte, pero afortunadamente encontramos algunas excepciones.

Óscar Martínez, historiador del arte y profesor, se adentra en este campo por el camino de lo que se puede llamar metapintura, buscando imágenes dentro de las imágenes, mapas, pinturas, tapices, fotografías o espejos que se incrustan en lienzos de todas las épocas, a veces medio escondidas, otras asumiendo por completo el protagonismo de lo que vemos. Una gran variedad de motivos y objetos da pie para la reflexión, el estudio o la simple divagación: la fábula de Aracne que llena el fondo del Velázquez conocido como Las hilanderas, las vestiduras de los personajes en El entierro del señor de Orgaz, el japonismo que deja su huella en algunos cuadros de Van Gogh, o los espejos, claro, quizá lo más vistoso de los elementos metapictóricos, siempre cargados de significados, el que refleja a los reyes en Las meninas, el convexo de Parmigianino o el de la perspectiva rota del Folies Bergère de Manet.

El autor utiliza un formato similar al de por ejemplo Nuccio Ordine, es decir, toma como punto de partida una pintura (en total son unas veintitantas) y a partir de ella dedica unas pocas páginas, a veces partiendo de la propia imagen o del artista, para extenderse hacia cuestiones que pueden estar directamente relacionadas con la una o con el otro, o pueden ir desarrollándose hacia otros campos. En ocasiones, lógicamente, son temas relacionados con el arte (el uso del trampantojo, la muy interesante relación entre cubismo e hiperrealismo, o la radicalidad del suprematismo), pero en otras muchas son asuntos colaterales sobre los que deja fluir la disertación: el impacto de la aparición de la fotografía, la importancia de las revistas ilustradas en las primeras décadas del siglo XX, la llegada a Europa del papel desde el Extremo Oriente, o el simbolismo de las banderas.

La multiplicidad de temas, junto con un tratamiento ameno y riguroso, hace que la lectura sea un auténtico placer, profundizando en lo propiamente pictórico lo suficiente para seducir a los más interesados y atrapando, entiendo, a los demás al sondear en terrenos diversos. Si acaso, por buscarle un poco las cosquillas, se podría achacar al autor alguna tentación de protagonismo, y momentos puntuales en que la imaginación en torno a algún cuadro se le va un poco demasiado lejos. Pero ya digo que son defectos muy menores en un conjunto muy equilibrado desde todos los puntos de vista.

A primera vista sorprende un poco la escasa importancia gráfica que se concede a los lienzos que encabezan cada capítulo, limitándose a reproducciones en blanco y negro y de muy pequeño tamaño. Sorprende, digo, porque se supone que deberían tener un papel estelar pero, bien pensado, quizá no resulte tan contradictorio: el cuadro no es en realidad más que una excusa, un punto de partida para desarrollar las reflexiones que le acompañan, que es lo que realmente interesa que llegue al lector. Porque a fin de cuentas todas estas obras podemos verlas con las dimensiones que queramos y a todo color con solo hacer una búsqueda en internet. Que seguramente es lo que hemos hecho todos.

P.S.: Otra posibilidad sería echar un vistazo a esta entrevista en torno al libro. Pero en mi opinión resulta mucho más interesante leerlo.


2 comentarios:

  1. Realmente interesante, el arte no és mi fuerte, pero he disfrutado con estas páginas amenas i escritas de forma extraordinàriamente didactica. He aprendido mucho

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  2. Coincido, me parece un libro muy bonito tanto para interesados en el mundo del arte como para quienes no lo son demasiado. Me alegro de que lo hayas disfrutado.

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