Chico Bizarro y las moscas, ganadora del primer premio Augusto Roa Bastos de novela, ha supuesto una experiencia lectora extraña. Por un lado me ha gustado; por el otro, la he hallado algo tediosa en su desarrollo. Asimismo, he sabido apreciar sus múltiples virtudes; no obstante, también me ha parecido irregular en su ejecución e intencionalidad.
Narra la historia de Chico Bizarro, un criminal que salió de la pobreza gracias a su arrojo, ambición y amor por Soledad. Su voz en primera persona, tan expresiva como cínica, relata los acontecimientos y nos introduce al elenco que lo rodea.
Así conocemos a la ya mencionada Soledad, la arpista de una sola teta; a Elmer, el entrañablemente estúpido gángster; a Artimis, pintor fracasado cuyos cuadros transportan droga; a Béseler, escritor que jamás ha publicado nada; a Chica Kafka, que manda libros del autor checo al protagonista; y a un largo etcétera de personajes, a cada cual más estrafalario.
La mayoría de los capítulos de la novela están dedicados a la relación tóxica entre Chico Bizarro y Soledad, a los trapicheos con los que el protagonista vende sin remordimiento alguno el patrimonio de Paraguay o a las luchas de poder entre facciones criminales.
Debo destacar, por cierto, que la prosa de cada capítulo varía, pues adapta distintas corrientes artísticas a la literatura (Cubismo, Dadaísmo, Arte conceptual, Surrealismo, Romanticismo, Informalismo, Vorticismo, Minimalismo, Pop Art, Impresionismo, Expresiones Abstracto y Neocubismo).
Como podréis intuir, en las páginas de Chico Bizarro y las moscas hay amistad y ternura, pero también rivalidad y odio. Hay decadencia y violencia, pero también lujo y romance. Hay realidad y fantasía, realismo sucio y realismo mágico.
Aclarado el argumento de la novela, explico con más detalle por qué me produce sentimientos encontrados. Por un lado, su estructura y su eclecticismo formal me parecen sumamente ambiciosos. Su estilo y humor, aunque de una efectividad intermitente, tienen pasajes bastante logrados. También me parece meritorio que tanto su desorden cronológico como el descomunal tamaño de su elenco están presentados con la suficiente solvencia como para no causar confusión.
Sin embargo, no puedo obviar que la trama y los párrafos se estiran en demasía, que las voces de los personajes se funden en ocasiones las unas con las otras y que la crítica social a Paraguay (sobre todo a la pobreza, la inseguridad, la injusticia, la corrupción y la expoliación del patrimonio cultural) se antoja algo redundante. Asimismo, hay un componente localista en la novela que impide a quienes no somos de allí entender sus referencias a varios momentos históricos del país lationamericano.
Sea como fuere, Chico Bizarro y las moscas es una novela harto ambiciosa, original y experimental. Aunque cuesta un poco aclimatarse a su fondo y forma, conviene leerla hasta el final. Sólo así recompensará nuestra paciencia con algunas escenas genialmente narradas (la del funeral de Melquíades, el enano estafador que hacía de adivino, por ejemplo), un amplísimo despliegue de recursos estilísticos, el intensísimo flujo de conciencia del protagonista y la vivisección de un elenco tan extravagante como interesante.
La reedición de Chico Bizarro y las moscas (cuya ilustración de cubierta es magnífica, por cierto) se la debemos a la incipiente Calla Canalla. El coraje de la editorial queda evidenciado por el hecho de que el primer título de su catálogo sea una novela tan exigente y vanguardista como la de Bustos.
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A continuación adjuntamos un pequeño cuestionario que Sara Cantero, editora de Calla Canalla, ha respondido con suma amabilidad:
ULAD: Para quienes no conozcan a Calla Canalla, ¿cómo os presentaríais?
S.C.: Al frente de la editorial estamos Sara Cantero y Pedro Jiménez. Nuestro lema es «publicar solo cosas chulas», así que queremos crecer con calma, con seguridad, que cada libro que editemos podamos defenderlo con alegría porque estemos muy orgullosos de él.
ULAD: ¿Qué os ha impulsado a montar una editorial en los tiempos que corren?
S.C.: Nuestra vida siempre ha estado rodeada de libros y en el año 2020 proyectamos abrir una librería en Cádiz. Ya con casi todo en marcha apareció en nuestras vidas la pandemia, el confinamiento… y todo se detuvo. Durante esos meses nos dimos cuenta de que hacer libros nos gustaba más que venderlos, nos dimos un par de años para formarnos en edición y en otoño de 2023, nacimos.
ULAD: ¿Cuál es vuestra visión para Calla Canalla? ¿Qué catálogo, ritmo de publicación y estética tenéis en mente?
S.C.: Lo único que nos exigimos en la editorial es que todo lo que publiquemos sea de calidad. No aspiramos a ser profundos, ni a cambiar el mundo editorial, ni siquiera aspiramos a cubrir nichos de mercado. No aspiramos a nada, tan solo a fabricar libros, a encontrar historias que merezcan la pena y construir a su alrededor una coraza hermosa y duradera.
Y para cumplir con esto el único camino es contar con los mejores profesionales: imprimimos en Kadmos, nos distribuye La sombra de Caín, hemos contado con los ilustradores Elisa Ancori y Guillem Bosh, autores como Mónica Bustos y Santiago Ambao…
En 2024 sacaremos al mercado tres libros, el próximo año cuatro y esperamos saltar a ocho en el 2026.
ULAD: ¿Hay algún libro que os haga especial ilusión editar? Asimismo, ¿existen obras que creéis que encajarían perfectamente en Calla Canalla pero por la razón que sea no podréis publicar?
S.C.: Estamos encantados con nuestros dos primeros libros, los hemos cuidado todo lo que hemos podido, pero también estamos muy ilusionados con la salida del tercero, que será a final de año. Es el primero inédito, con autora española para la que también será su primera novela. Es muy hermosa, de una gran calidad y contada con una voz muy especial.
Para que un libro encaje en nuestro catálogo ¨solo¨ tiene que tener calidad, ser original… como te decía antes, ser algo chulo. Si cumple ese requisito, lo publicaremos. Los únicos libros buenos que no podremos publicar será porque ya los hayan publicado otros, y de esos la lista sería muy larga.
ULAD: ¿Por qué habéis decidido iniciar vuestra andadura en el mundo editorial con Chico Bizarro y las moscas de Mónica Bustos? ¿Y continuarla con La trilogía de los milagros de Santiago Ambao?
S.C.: El objetivo era iniciar nuestro catálogo con novelas que fuesen de mucha calidad, pero, claro, cuando eres nuevo y no tienes aún ningún libro publicado, los manuscritos que te llegan van un poco de la mano al nivel de la editorial. Así que decidimos intentar reeditar alguna novela que se hubiese publicado en Sudamérica años atrás y que nos resultase atractiva. La sorpresa fue que hallamos estas dos perlas escondidas, aunque más sorpresa aún fue que los autores se dejaran convencer para publicar con nosotros a pesar de nuestra bisoñez.
ULAD: ¿Podéis adelantar qué está por venir en Calla Canalla?
S.C.: Bueno, ya os contaba antes que en unos meses llegará nuestra primera edición con texto inédito y autora española; así que también pondremos en marcha la maquinaria de presentaciones, ferias, eventos… Para el próximo año prometemos publicar más cosas chulas.
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