Idioma original: Español
Año de publicación: 1966
Valoración: Fuera de concurso
16 días han pasado entre el comienzo y el final de mi lectura de Paradiso. Podría contar cualquier milonga, sí, pero he de confesar que, junto a momentos de verdadero goce lector, ha habido ocasiones en las que he estado muy cerca de abandonar. Veremos después los motivos.
Dicho esto, resulta imposible condensar Paradiso en las aproximadamente 500 palabras de nuestras reseñas. Tocará, por tanto, ir al grano y centrarnos solo en algunos aspectos del libro.
Clasificación:
¿Es Paradiso una novela o un poema en prosa? Pues aunque tenga largas partes que podrían ser leídas, a su manera, como novela histórica (la parte referente a la emigración) o como novela de formación (los años de adolescencia de Cemí), creo que es más correcto referirse a Paradiso como poema en prosa. En cualquier caso, se trata de un texto con una altísima carga autobiográfica (y homoerótica) que podríamos definir como híbrido entre Marcel Proust, James Joyce, un Alejo Carpentier pasado de vueltas y un Cortázar absorbido por el espíritu de Morelli.
Argumento:
En líneas generales, el texto recorre la vida de José Cemí, incluyendo fragmentos anteriores a su nacimiento (porque la vida de uno no comienza con su nacimiento). Pero es una generalización muy burda. Hay líneas secundarias, personajes que entran y salen, digresiones poetico-filosóficas que rompen la lectura convencional, etc.
Personajes:
Ya hemos dicho que Paradiso es más un poema en prosa que una novela y eso se observa en unos personajes que son más arquetipos que otra cosa. No hay un desarrollo o una evolución de los personajes propiamente dicha. Fronesis, Foción, el padre de Cemí, Oppiano Licario ydemas familia, todos ellos son representación de determinados valores y pasan por la vida de un Cemí que es aprendiz, testigo, amigo, compañero, etc
Estilo:
La clave de Paradiso. Una fiesta del lenguaje (más surrealista que barroco, en mi opinión), un texto de un plasticidad desbordante, plagado de símiles y metáforas demasiado crípticas en ocasiones. Pero, además, intercalan el texto digresiones de carácter filosófico (morelianas?) que hacen que la cosa se ponga más cuesta arriba que el Stelvio para aquellos que la formación en la materia es más bien escasa.
Conclusion:
Sería estúpido recomendar Paradiso a cualquier lector. De hecho, creo que es un libro inaprehensible en su conjunto. Pero sí que es un libro al que en algún momento hay que acercarse e intentarlo, más dejándose llevar por las sensaciones e imágenes que Lezama entrega que tratando de sumergirse en una trama más bien difusa.
La anécdota:
Cuenta la leyenda que Cortázar le dijo a Lezama que el texto tenía demasiadas comas (correctores, absteneos de leer a Lezama), a lo que este contestó que el era asmático y que buscaba que el texto respirara como un asmático.
P.S. 1:
Si tuviera que elegir alguna parte del texto, me quedaría con el extraño y magnético capítulo XII, con la narración de la estancia de la familia Cemí en Florida y con un personaje tan llamativo como Alberto Olaya (tío de Cemí)
P.S. 2:
Sirva como ejemplo un pasaje del texto, que además ofrece algunas de las claves del mismo:
Sabían que el conformismo en la expresión y en las ideas tomaban el mundo contemporáneo innumerables variantes y disfraces, pues exigía del intelectual la servidumbre, el mecanismo de un absoluto causal, para que abandona su suposición verdaderamente heroica de ser, como en las grandes épocas, creador de valores, de formas, el saludador de lo viviente creador y acusador de lo amortajado en bloques de hielo, que todavía osa fluir en el río de lo temporal.
Yo soy del sector que no pudo leerlo, y solo lo hojeé y al ver cómo estaba redactado, decliné. Me paso igual con Cabrera Infante.
ResponderEliminarNo seré yo quien te diga algo al respecto. Por cierto, tengo "La Habana para un infante difunto" en cartera. 😜
EliminarApoyo ✋🏼
EliminarQué divertidos sois!
ResponderEliminar