Título original: Being There
Año de publicación: 1970
Traducción: Nelly Cacici
Valoración: se deja leer
Desde el jardín, del escritor polaco-estadounidense Jerzy Kosinski y novela célebre, sobre todo, debido al éxito que tuvo su adaptación cinematográfica (protagonizada por Peter Sellers), parte de una idea ingeniosa, sin duda, en su momento, hace más de 50 años, pero que me temo que hoy en día suena más que manida: Chance, un tipo que desde niño ha vivido encerrado en la mansión de un viejo ricacho, encargándose de cuidar su jardín (lo que viene a llamarse secuestro de menores y esclavitud, vaya) y sin más conocimiento del mundo exterior que el que le llega a través de la televisión, se ve arrojado, de un día para otro, a ese mundo que casi desconoce y con un mano delante y otra detrás...
Sin embargo, por un azar realmente muy azaroso Chance entra en relación con la élite financiera y política norteamericana y aun mundial, entre la que, merced a sus sencillos comentarios, su buena presencia y, sobre todo, su laconismo que le dota de un aura de inteligencia, es considerado por todos como un prohombre e incluso un gurú en asuntos económicos. Todo sin que él llegue a enterarse de por donde le da el aire, ni siquiera en lo referido a cuestiones más íntima -de hecho, se describen un par de escenas eróticas bastante chuscas a causa de ciertos malentendidos-; tanta candidez, por no decir estulticia, podría resultar inverosímil, si no fuera porque estamos ya acostumbrados a ver cómo alcanzan el éxito personajes que parecen más simples que un capazo (eso, o directamente son unos perturbados: ahí tenemos a un ex-presidente de EE.UU. que puede repetir en el cargo, del que no sabemos si resulta ser más sinvergüenza que megalómano o viceversa, a un presidente de Argentina que habla con su perro muerto y se compara a sí mismo con Lobezno... o, sin ir más lejos, a una presidenta de Comunidad autónoma española claramente ida y cuya vocación de frutera no le ha impedido rodearse de chorizos...).
Así pues, la novela se puede leer como una renovación irónica del mito de la caverna de Platón o el del buen salvaje. Incluso, si se quiere, del cuento aquel del rey desnudo al que sólo un niño se atrevió a decir la verdad. Porque, pese a que encontremos algún momento más jocoso y/o cargado de mala leche, en general el libro no deja de ser un relato alargado en el que incluso el sencillo estilo utilizado recuerda un poco al de los cuentos infantiles. Lo cual, seguramente, era la intención de su autor y bien que está conseguido, aunque, a estas alturas de mi vida lectora, el resultado se me ha quedado un poco escaso y, como ya he comentado, un tanto manido. Puedo entender el entusiasmo que provocó esta historia cuando apareció, en plena era hippy, pero no el que, por lo visto, despierta aún en algunos lectores/as. De ahí mi valoración, que quizás pueda parecer un tanto severa, aunque, en este 2024, creo bastante justa.
Otros títulos de este escritor reseñados en Un Libro Al Día: El pájaro pintado, Pasos
Lo leí hace años. Recuerdo que fue uno de los pocos casos en que me resultó mucho más interesante la película que la novela.
ResponderEliminarEstupenda reseña del libro de Kosinski con alusiones podemitas a Trump, Milei y Díaz Ayuso.
ResponderEliminarDiscrepo de la reseña. Chance simboliza al ser iluminado,independiente, de sociedadades y epoca. Una suerte de principe Sidarta (Buda) y que, al igual que Chance estuvo aislado d la sociedad hasta la edad adulta. Cuando sale al mundo Despierta (Buda significa despierto). Los demas, duermen... Con la diferencia que Chance sale al mundo Despierto. Su maestro: El Jardin y que, al igual que, Jesus, no necesita saber leer ni escribir, los guia el espiritu y su fe. Es por eso que ambos: Jesus y Chance caminan sobre el agua...
ResponderEliminarHe leído y releído este libro maravilloso.
ResponderEliminarCuando vi la película "Forrest Gump" algunas escenas me recordaron a Chance.