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jueves, 4 de enero de 2024

Mohamed Mbougar Sarr: Purs homes

Idioma original: francés
Título original: De purs hommes
Traducción: Oriol Valls en catalán para Més Llibres. Sin traducción al castellano en el momento de publicar la reseña.
Año de publicación: 2018
Valoración: recomendable


Hará cosa de un año aproximadamente reseñaba la última novela publicada de Mbougar Sarr, una novela ganadora del Goncourt la cual le convirtió en el primer autor senegalés en lograr tal reconocimiento y que me dejó un buen sabor de boca. Y, como sucede en estos casos, a partir de este éxito se están empezando a traducir sus obras anteriores como es el caso que nos ocupa.
 
El autor nos sitúa ya en un inicio en el suceso que será el desencadenante de toda la historia: nos encontramos en Dakar, en un momento histórico no determinado. Ndéne Gueye, un profesor de literatura de treinta y siete años crítico con la sociedad y poco conforme con los criterios con los que se imparte la enseñanza observa entre atónito, pasmado y horrorizado un vídeo en el que se ve cómo una turba desentierra un cuerpo del cementerio, sacándolo del foso, tirando del cuerpo hasta sacarlo de la tumba entre vítores y jaleos. El cadáver pertenece a un homosexual, quienes son «los únicos en este país a los que se les niega una tumba. Los únicos a los que se les niega a la vez la muerte y la vida». Este hecho, a todas luces inhumano, impacta de tal forma a Ndéne que se interesa por el caso hasta el punto de la obsesión queriendo, con los medios posibles, conocer más en profundidad quién era la persona víctima de tal atrocidad; un acto que, no únicamente le impacta a él, sino que causa un gran revuelo en toda la sociedad hasta el punto de que recibe una nota del ministerio informándole de que «a petición de diferentes organizaciones religiosas, tras los recientes sucesos violentos, se aconsejaba con todas las fuerzas a todos los profesores de letras, por su seguridad y en nombre de la preservación de nuestra cultura, ‘evitar el estudio de escritores la homosexualidad de los cuales era demostrada o incluso sospechada’». Los homosexuales, quienes «su sola presencia en la sociedad amenaza si cohesión y la moral; seres cuya sola existencia constituía un crimen contra la humanidad». De esta manera, Ndéne ve como toda su pasión por la enseñanza, por cambiar la manera de dar las clases, por intentar contagiar a sus alumnos de un sentido crítico topa con un sistema anquilosado y arcaico, tanto a nivel de profesorado como en el alumnado, haciéndose extensivo a su propio hogar regido por un padre imam de ideas radicales que afirma que «no se puede ser góor-jigéen aquí, en esta tierra donde han vivido tantos santos, y pretender descansar en un cementerio musulmán. Es impensable. Impensable».”

Con esta premisa, y como ya sucedía en su anterior más reciente obra «La más recóndita memoria de los hombres» en el que también el protagonista se obsesionaba con un escritor desaparecido, en este libro a partir del suceso ocasionado el protagonista se empieza a interesar para saber de quién se trata y con ello empieza la búsqueda de su identidad, a la vez que analiza y cuestiona la suya propia en relación al tema, en un acto reflexivo que colisiona con sus padres pues su religión hace que se mantengan en un punto radicalmente anclado a sus creencias, inamovible e inalterable. Con este trasfondo ideológico y social, el libro habla sobre la no aceptación y persecución de los homosexuales y la radicalización de una sociedad que se tiene por ser la única que nunca los ha aceptado entre ellos y que contrasta con los derechos y libertados de sus ciudadanos que queda perfectamente plasmado en boca de uno de ellos al afirmar que «no puedo decirte por qué me travestí la primera vez. Es una necesidad que tengo, el único momento en que tengo la sensación de vivir. Es mi libertad».

El protagonista, intrigado por el suceso, empieza a querer conocer otros homosexuales para saber cómo piensan acerca de ello, cómo algunos incluso tienen aceptación social y es a raíz de ello que el protagonista se ve obsesionado con su identidad y también la propia, indagando y reflexionando sobre la condición homosexual en su país, sus propias creencias y las de sus padres y amigos, intentando encontrar, también, su propia identidad y buscar un lugar entre la sociedad en la que sus ideas puedan encajar y también en sí mismo, pues tal y como indica su amiga Ângela «tienes miedo de descubrir alguna cosa que temes, o de no encontrar alguna cosa que esperas»; es en esta indagación sobre la persona desenterrada y si condición de homosexual que el protagonista se embarca a la búsqueda de su identidad a la vez que somete sus ideas a un debate constante que le fuerzan a posicionarse sobre un tema tan conflictivo a nivel social como el de la homosexualidad y los derechos de los gais en el Senegal. De esta manera, la aventura que emprende hacia la búsqueda de la comprensión halla en él mismo sus propias contradicciones y somete sus ideas y creencias a un escrutinio público y también privado en el que intenta hallar el equilibrio para vivir en paz con su sociedad, su familia e incluso con él mismo.

Por todo ello, se trata de un libro recomendable pues, a pesar de ser algo irregular en su desarrollo, va de menos a más cuando consigue dejar de lado sus explicaciones y teorías religiosas para centrarse en la individualidad, en los planteamientos personales y en la búsqueda e identificación de uno mismo. Es ahí donde el libro desata su potencial y la profundidad de las cuestiones planteadas y consigue llegar y conmover al lector.

También de Mohamed Mbougar Sarr en ULAD: La más recóndita memoria de los hombres

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