Título original: The Outrun
Año de publicación: 2016
Traducción: María Remedios Fernández Ruiz
Valoración: entre recomendable (para vosotros/as) y está bien (para mí).
Es éste el segundo libro que he leído de lo que se conoce como "literatura del yo" (aunque , en realidad, no creo que el anterior, Chicas Muertas, lo sea, sensu stricto) y eso pese a mi alergia, cierto que a veces algo aletargada, a todo lo que huela a "autoficción", Sin embargo , había leído cosas muy positivas y de personas con muy buen criterio sobre éste de la ¿escocesa?, ¿inglesa?, ¿británica?... bueno, orcadiana, en todo caso, Amy Liptrot, así que no he dudado demasiado en leerlo cuando he tenido ocasión.
Resumen resumidillo: Amy Liptrot es una joven escritora nacida en las islas Orcadas, allí donde Escocia casi pierde su nombre, aunque de padres ingleses que se trasladaron a tan remoto lugar para hacerse cargo de una granja de ovejas, lugar en el que creció la autora. Pero, poco a gusto con su vida allí -a lo que contribuyó, seguramente, el trastorno bipolar que sufría su padre y el fanatismo religioso de su madre- la ya más crecida Amy se dio el piro en cuanto pudo, para recalar en la siempre jubilosa Londres, donde vivió una veintena gloriosa, de fiesta en fiesta, discoteca en discoteca y borrachera en borrachera... con el previsible resultado de que antes de cumplir los treinta nuestra Amy se había convertido en una alcohólica y perdido novio, trabajo(s) y vivienda(s). Conservó, no obstante, el suficiente tino para apuntarse a un programa de desintoxicación y, una vez superada la primera fase en Londres, retornó a las Orcadas con el reto de permanecer sobria y recuperar el timón de su vida. El libro, pues, es una especie de crónica de los dos primeros años de ese difícil proceso y de lo que vivió a la vuelta en sus islas natales, ayudando a su padre en la granja, buscando aves esquivas para una asociación ornitológica, nadando y buceando en las gélidas aguas del Atlántico o el mar del Norte, aprendiendo astrología, leyendo sobre las leyendas e Historia de las orcadas, pasando el invierno en una isla con tan sólo 70 habitantes... en fin, un despliegue de actividades muy diferentes de la vida fiestera que llevaba en la gran ciudad, pero también incesante, casi se diría que adictiva, lo que indicaría cierta predisposición al enganche -a lo que sea- por parte de la autora.
En cualquier caso, cabe poca duda para el lector (al menos para este lector) que, sin ánimo de despreciar, resulta más interesante todo el despliegue de conocimientos geográficos, astronómicos u ornitológicos que encontramos en el libro que los avances en el proceso de superar el alcoholismo, por más que, como resulta perfectamente comprensible, esto sea lo más importante para Liptrot. Pero, como narrativa, no deja de ser una variante de una historia de superación ya mil veces contada, mientras que la originalidad, lo que le da singularidad al libro (repito. para el eventual lector, no para la autora del mismo) es lo que se refiere a su visión de la peculiaridad idiosincrasia de las Orcadas. Por supuesto, también a la excelente forma de explicarla...
Ahora bien, he de reconocer que he tenido algún problema con este libro, por más que comprenda a la perfección y respete los motivos de Amy Liptrot para escribirlo, debido a mi alergia, como ya he referido antes, a todo lo que suene a autoficción o literatura del yo; después de todo y a pesar a sus indudables virtudes, al final se trata, básicamente, de su autora hablando sobre sí misma, lo que, en más de una ocasión, ha despertado los síntomas de mi alergia, en forma de sarpullido metafórico 8pero pertinaz y dificultad respiratoria... digo, lectora, aunque sin llegar, por fortuna, al shock anafiláctico (es decir, a abandonar la lectura). Pero entiendo que esta circunstancia es un problema personal mío; a vosotras o vosotros seguro que os gusta más.
Nota de última hora: justo este mes de enero la casa editorial de este libro, Volcano, dedicada especialmente a temas relacionados con la naturaleza, ha anunciado su cierre. Una lástima, sin duda... Desde aquí, les deseo mucho ánimo y suerte a sus responsables.
Justo me lo acabo de comprar. ¡A ver qué tal!
ResponderEliminarVuelvo por aquí porque ya me leí este libro. Me ha gustado MUCHÍSIMO. Me ha parecido una ventanita maravillosa a un lugar (las islas Orcadas) al que desde ya quiero ir. Para mí la literatura del yo (que la hay) se equilibra muy bien con toda la parte descriptivo-naturalista, que me parece predominante y exquisita.
ResponderEliminarEs un libro para saborear a buchitos, para releer, para teletransportarse. Yo lo recomiendo (ya lo he recomendado) mucho.