Título original : Diccionari per a ociosos
Año de publicación: 1964
Valoración: más que recomendable
Se ha cumplido este año el centenario del nacimiento del escritor y pensador sueco... quiero decir valenciano más destacado: Joan Fuster Ortells, natural de Sueca (vale, sí, ya sé que el chiste era muy malo), a quién, por tanto, la Generalitat Valenciana ha dedicado este 2022, como no podía ser de otra forma. Como tampoco podíamos ser menos y, de paso, para cubrir una carencia que debemos subsanar hace ya tiempo, en Un Libro Al Día dedicamos la reseña de hoy a la que, seguramente, sea su obra más conocida (rivalizando, quizás, en los territorios catalanófonos, con Nosaltres, els valencians). En fin, más vale tarde que nunca...
Que Joan Fuster fuera un destacado pensador o intelectual , muy comprometido, además, con su país y su tiempo, como se suele decir (hasta el punto, de hecho, de sufrir por ello ataques terroristas en su propio domicilio), no significa que sea un escriotor denso y plúmbeo, ni tan siquiera aburridillo; bien al contrario, si por algo destacan su pensamiento y obra es por su carácter ameno, incluso divertido y a veces chispeante, alejado de toda pomposidad. Lo que no significa que sólo encontremos aquí banalidades o humor (que, en sí, tampoco es algo banal), sino una profundidad de análisis al tiempo que una sutileza en la exposición que ya quisieran para sí ensayos y tratados más solemnes. Todo ello regado con grandes dosis de escepticismo e incluso, dirán algunos, de cinismo -ambos términos rambién recogidos en este diccionario-; no importa lo que pienses: para Fuster, el cinismo no es sino "el antídoto de la hipocresía".,
En aras, precisamente, de una mayor amenidad y también una manera de tratar, aunque fuera de forma somera, multitud de temas que le interesaban, Fuster articuló este Diccionario para ociosos... precisamente como tal, como un diccionario que recoge y desarrolla diferentes conceptos, desde el Amor a la Xenofobia, pasando por Belleza, Cobardía, Egoísmo, Escepticismo, Ética, Justicia, Sexo... y un largo etc. Claro, que no todas las entradas se han desarrollado de la misma manera o en la misma medida. Algunas no ocupan ,ás de una página o dos, o siquiera un par de líneas; quizás sea en estos aforismos en los que la ironía, la socarronería de Fuster se muestra de forma más clara, no exenta de
"MALICIA: Resulta un poco cómico: siempre somos menos malvados de lo que nos pensamos ser."
Otros términos, en cambio, se han desarrollado a lo largo de varias páginas, con mayor minuciosidad; tal vez ello se deba a que se trata de conceptos que el autor ha sentido como más cercanos y haya reflexionado más sobre ellos -Ética, Justicia, Lectura, Libertad, Mediterráneo...-, aunque también, en no pocas ocasiones, se deba a la necesidad de exponer con más detenimiento unos puntos de vista originales o, al menos, que Fuster tenía más interés en explicar. Es el caso, por ejemplo, de Intelectual, en el que, tomando como referencia la figura de Erasmo de Rotterdam y su posición en medio de las luchas religiosas de su tiempo, hace una analogía con la de los intelectuales de la actualidad - es decir, la de los años 60 del siglo XX, cuando se publicó este libro- y su forcejeo entre seguir la corriente política en boga, la oposición al poder establecido y su propia independencia. Poca duda cabe de que el autor estaba pensando aquí en sí mismo, más que en cualquier otro... Eso sí, todo ello, como ya he comentado, haciendo siempre gala de un sentido del humor, de una retranca, que convierte en deliciosa la lectura de este diccionario tan personal.
Para despedir esta reseña, con la esperanza de que le haya animado a alguien a leer al siempre preclaro, aun desengañado (quizá por eso) Joan Fuster, recordemos su
" EPITAFIO:
Por ejemplo:
aquí yace
j f
murió
como vivió
sin ganas"
Idioma original valenciano!!??
ResponderEliminarClaro, era valenciano y escribía en valenciano, no querrás que escribiese en italiano, ¿no?
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