Valoración: Entretenido (y especialmente recomendable para amantes del cine de finales de los 60 y primeros 70)
Si hace unos días traíamos a este espacio "El Padrino", la novela que dio origen a dos de las mejores películas de la Historia del Cine, la reseña de hoy está dedicada a "El hombre que podía hacer milagros", texto que recrea el antes, el durante y el después de la primera entrega de la saga de Coppola.
A efectos de etiquetas o clasificaciones, al inicial y previsible ensayo ha de agregarse el matiz, confesado por el propio autor, de que el libro se basa en hechos y personajes reales, si bien algunos sucesos, personajes y diálogos son inventados. Por tanto, ensayo novelado podría ser una aproximación más correcta. En cualquier caso, le pongamos al texto la etiqueta que le pongamos, lo importante es que "El hombre que podía hacer milagros" es un libro entretenido e interesante.
Es interesante porque, en realidad, es un texto mucho más amplio que una simple "historia de El Padrino". Así, creo que la principal lectura del libro es la relacionada con la historia del cine de la época y las luchas de poder que tuvieron lugar a finales de los 60 y primeros 70, momento en el que nuevos directores (Coppola, Friedkin, Bogdanovich, G. Lucas, Polanski,...) buscan formas de hacer cine que rompan con los rígidos esquemas de las grandes productoras que dominan el mundillo. La eterna lucha de lo viejo y lo nuevo, la batalla por el control, la dicotomía arte / taquilla o artista / industria, etc y cómo estas afectan a la preparación y rodaje de la película aparecen muy bien reflejadas en el libro y constituyen, en mi opinión, su aspecto más destacable.
Además, y en términos generales, es un texto entretenido. El interés narrativo se mantiene a lo largo del libro gracias a unos personajes (Coppola, Brando, Evans, Puzo...) con unas biografías que por sí solas podrían ocupar muchas más páginas y a unas situaciones que casi lo acercan a la novela de intriga / misterio.
Pese a ese innegable carácter interesante y entretenido del texto, hay un par de cosas que no me acaban de convencer. Una es el exceso de personajes secundarios que quizá no sean tan fundamentales para la intrahistoria de la película y que hacen que uno se pierda por momentos; la otra es un excesivo peso de la trama gangsteril. Hablamos de El Padrino y de la Mafia, la cual extendía sus tentáculos por todas partes, pero creo que esta parte está sobrerrepresentada en el texto.
No obstante los dos últimos apuntes, confieso que lo he pasado de maravilla leyendo "El hombre que podía hacer milagros". ¡Coño, que he leído sus 320 páginas en apenas 4 días! Además, no todo va a ser "alta literatura", ¿no?
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