Valoración: Está bien
El siglo XVIII y lo que es ahora el territorio de México son los escenarios espaciotemporales de esta novela que inicialmente podría parecer una novela histórica pero que tiene tanto de esta como de novela de misterio / aventuras o de novela de formación.
El hilo del que nace la novela es la mención en un códice novohispano a la historia de Juana y Pedro. Tirando del mismo, Ángela Porras construye una entretenida historia en la que hay un asesinato, documentos falsificados, traiciones, empoderamiento, resiliencia, etc.
Muy en resumen y como si de un drama en tres actos se tratara...
1) Pedro se dedica a la falsificación de documentos de propiedad con los que las comunidades indígenas tratan de ganar o recuperar tierras ante los tribunales coloniales.
2) Pedro aparece asesinado
3) Juana, esposa de Pedro y madre de sus 12 hijos, agarra el toro por los cuernos y sale en busca del asesino de Pedro, de ciertos documentos desaparecidos y de un dinero pendiente de cobro.
Dicho esto, los aspectos más destacables de la novela me parecen los siguientes:
- La evolución del personaje de Juana, absoluta protagonista de la novela.
- La trama misterioso- aventurera. La autora no inventa nada nuevo pero la trama es efectiva (sin ser efectista) y cumple perfectamente su función.
- El ritmo de la narración, que favorece una ágil lectura.
Por su parte, los aspectos en los que más flojea el texto serían:
- El contexto de la acción. Ángela Porras es Licenciada en Historia y creo que eso hace que todo lo vinculado a la organización socioeconómica de la época y, por extensión, al tema de la falsificación de documentos para conseguir la propiedad de tierras debería ser desarrollado en mayor profundidad.
- Los personajes secundarios. Así como el de Juana me parece bien trabajado y desarrollado, hay algunos secundarios algo caricaturescos y otros que darían pie a un mayor desarrollo de la trama.
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