Título original: The Shining
Año de publicación: 1977
Traducción: Marta I. Guastavino
Valoración: muy recomendable (al borde del imprescindible)
Continuando con la reparación histórica, a la par que servicio público, de reseñar obras míticas del Rey que, increíblemente, aún no habían aparecido en Un libro Al Día y, sobre todo, aprovechando que hoy Su Majestad cumple nada menos que 75 AÑAZOS (HAPPY BIRTHDAY, MR. KING! Esperamos que le hagan una fiesta con payaso incluido...;) toca hoy la tercera de sus novelas publicadas, sin duda una de las más conocidas y puede que, para mucha gente, la que más, merced (es necesario decirlo) a la adaptación cinematográfica de la misma perpetrada dirigida por Stanley Kubrick.
Debido a ello, quizá no sea necesario ni siquiera hacer una sinopsis de la trama, pero, por si acaso, allá va: Jack Torrance, ex-profesor de literatura, ex-alcohólico y aspirante a dramaturgo, acepta el trabajo de guarda de invierno del hotel Overlook, en las montañas de Colorado, donde debe pasar cuatro o cinco meses aislado por la nieve junto a su familia -su esposa Wendy y el pequeño Danny-; en apariencia, una oportunidad perfecta para acabar la obra que está escribiendo. Sin embargo, el aislamiento y la soledad así como el ambiente del hotel desierto, parecen ejercer un influjo malsano en quien se queda a su cargo, como le sucedió al anterior vigilante... Claro, que tampoco es de extrañar, porque el Overlook es un hotel viejo, con mucha historia y acoge más fantasmas que una convención de cryptobros. O, mejor dicho, en realidad es el propio Overlook el único ente fantasmagórico y maligno (la versión de King del tema clásico de la "casa encantada", aunque ya apareciera una en El misterio de Salem's Lot, excitado ante la presencia del pequeño Danny, que detenta ciertos poderes psíquicos de una forma excepcionalmente potente-el llamado shine, "resplandor" o "esplendor" en la versión española-; el hotel pondrá toda la carne en el asador para conseguir hacerse con el crío (perdón por el spoiler, aunque no sé si lo es tanto, a estas alturas) y la cosa se pone bastante peliaguda y escalofriante... en todos los sentidos, cuando el Overlook queda aislado por una tremenda nevada.
Porque El replandor es, ante todo, una gran novela de terror, ciertamente, que le supuso a King el espaldarazo para convertirse en, cómo no, el rey del género ya en los años 70, con tan sólo tres novelas publicadas (no digamos ya cuando se estrenó la adaptación cinematográfica...). Pero, sin embargo, esta novela es mucho más que eso: El resplandor, despojada de su envoltura terrorífica (o, mejor dicho, cambiando un terror por otro) aparece, sobre todo, como una novela psicológica sobre la culpa, la frustración y la ira; no digo que sea una nueva Crimen y castigo, pero tampoco se trata de un simple best-seller de género... Es además, un estudio sobre los peligros de la "masculinidad tóxica", como se dice ahora, del riesgo de dejarse caer en el abismo que acecha tras la frustración por no haber conseguido alcanzar las metas autoimpuestas, por no lograr ser un "triunfador" (en este sentido, se puede considerar que también estamos ante una de esas "grandes novela americanas", que proliferaron durante el siglo XX y aún en el XXI).
Aunque, tal vez antes que ninguna otra cosa, se trate de una autoexploración, una inmersión en los miedos interiores del propio King, casi una catarsis para él (ejercicio que luego repetiría en La mitad oscura): Jack Torrance, como él mismo ha explicado, tiene mucho de sí mismo, o al menos antes de encarrilar (y nunca mejor dicho) el camino del éxito literario, cuando apenas podía mantener a su familia dando clases, y escribía en un cuartito de la su caravana con la Olivetti de su mujer. Qué demonios, en realidad Jack Torrance podría ser cualquiera cuyas ambiciones y sueños sean superiores a su talento, su fortaleza y su suerte... En el Overlook, al fin y al cabo, estamos todos encerrados.
Nota final: El premio Nobel de Literatura se falla de aquí a dos semanas. No quiero influir en la Academia Sueca (ojalá pudiera), pero no me digáis que no sería un bonito regalo de cumpleaños...
Muchos libros de Stephen King (pero menos de los que debería haber) reseñados: aquí
Pues tras leer la reseña me han entrado muchísimas ganas de leerla...
ResponderEliminarPartiendo del hecho que lo del Nóbel me importa más bien poco. Me llevaría una alegria si le otorgaran el premio al king. Y si no, que se lo den a Oates, a ver si así traducen al castellano toda su narrativa y sobre todo ensayo y teatro que no hay nada publicado salvo el librito del boxeo.
ResponderEliminarGran novela. De pequeño me daba auténtico pavor la escena en que Jack ve a la mujer de la habitación 237. También me inquietaron otras partes, una de las cuales iba sobre una estúpida manguera... King es un genio.
ResponderEliminarDe acuerdo con casi todo. Difiero en tu valoración de la película. Sin ser lo mejor de Kubrick, es muy buena. El doblaje al castellano sí que fue perpetrado por Saura.
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