Año de publicación: 2021
Valoración: Entre Recomendable y Está bien
Iba a empezar diciendo que la novela negra está fuera de mi zona de confort. Pero pensándolo bien, creo que no tengo ninguna zona de confort literaria, así que diré que la novela negra es un género que he explorado poco, y por tanto vengo peor equipado que la mayoría de mis compañeros. Pero se hará lo que se pueda porque, como ya he dicho alguna vez, también me siento libre de prejuicios y con la espontaneidad del diletante, que eso también puntúa, digo yo.
Resulta que la editorial Menoscuarto (Palencia, de nuevo fuera de las mecas literarias, bien) lanza una colección llamada Seis Doble, que son relatos de distintos autores cuyo nexo de unión es el personaje de la detective Sonia Ruiz. Cada título es una historia independiente a la que sólo se exige la presencia de ese personaje y asumir lo que ya se contó en los volúmenes precedentes. Algo que quizá no es muy original (si no me equivoco alguno de los reseñistas de ULAD ya participó en una iniciativa parecida), pero que tiene su gracia, una serie como las de hace años, con su protagonista y sus aventuras, siempre en la atmósfera de la novela negra.
El crimen (porque obviamente hay un crimen) tiene lugar en un escenario que no es inhabitual pero que tiene siempre su punto inquietante: un circo. Y la víctima, aún más inquietante en los estándares actuales, el payaso, a la sazón dueño del circo y un tipo bastante desagradable. Ahí encontramos a toda la troupe clásica: los enanos, el hombre de goma y, sobre todo, la mujer que gira en la gran ruleta (Nadia) y el hombre que dispara el revólver cual lanzador de cuchillos (Bocanegra). En el circo reina el mal rollo porque Nadia es la femme fatale, atractiva, ambiciosa, manipuladora, caprichosa, y todos buscan sus favores con desesperación. El payaso era su última pareja y eso multiplica las sospechas y garantiza el enredo, aunque en principio todo apunta al suicidio.
En muy pocas páginas yo ya me sitúo en una película en blanco y negro, de los años 40 o 50, Humphrey Bogart como Bocanegra, Nadia podría ser Rita Hayworth o así, en fin, que tampoco estoy muy puesto en eso del cine negro, pero la atmósfera del libro resulta muy cercana. Bocanegra es un tipo algo cáustico, de pocas palabras, duro solo en apariencia, seguramente muy capaz de matar, atormentado y enloquecido por Nadia. Ella es perfectamente consciente de sus habilidades y conoce a los hombres, con los que juega sin que exista defensa posible. Son personajes si se quiere muy de cliché, pero muy bien definidos, que mantienen su personalidad de forma convincente, al igual que los secundarios. A la detective Ruiz no la hemos conocido en las anteriores entregas de la saga y cuesta más cogerle el punto. Parece un personaje actual incrustado en esa historia de medio siglo atrás, un contraste algo extraño. Pero en general el reparto es bastante bueno.
El argumento también está bien construido, en tono muy cinematográfico, con un largo flash back que sigue a una entradilla, y varios giros para ir a la vez desconcertando al lector y dándole pistas (algunas obviamente equívocas) hasta un final que, si se me permite el pseudo-spoiler, me parece quizá lo más flojo. La frase muy corta, bien empleada, es un instrumento para realzar el ambiente de tensión y marcar una especie de ritmo inevitable, puede decirse que es un tópico, sí, pero funciona con eficacia.
No sé si todo esto se ajusta a los cánones del género. El libro se lee con interés y casi nunca pierde vigor. Hay una historia oscura, con posibles candidatos a la figura de malo definitivo y posibles desenlaces bien sugeridos y disimulados, algunos lugares comunes y cosillas que chirrían un tanto, como cierto abuso de referencias musicales (ni a Bocanegra ni mucho menos a la detective Ruiz les pega nada Extremoduro). Quizá hay algún grado de incongruencia, porque tenemos la sensación de estar leyendo historias de dos épocas totalmente diferentes, una netamente americana en blanco y negro, y otra muy española y en color.
Pero el conjunto funciona razonablemente, al menos para el lector no habituado y, a falta de elementos de juicio de mayor peso de los que este reseñista carece, estaría bien que los especialistas le echaran un vistazo y nos dejasen su opinión.
Interesante punto de partida, esa variante del cadáver exquisito, y que gracias a tu reseña me acaba de dar el empujón para adentrarme en su lectura
ResponderEliminarSaludos!
Gracias a ti por visitarnos y comentar.
ResponderEliminarUn cordial saludo.