Año de publicación: 1968
Traducción: Antonio Ribera
Valoración: Entre está bien y recomendable
Venga, listillos: ¿Cuántos de los que estáis leyendo esta reseña sabíais que tanto la película (MASH. - Robert Altman, 1970) como la serie (MASH. - 1972) están basadas en una novela? Y, rizando el rizo: ¿Cuántos sabíais que tras el pseudónimo de Richard Hooker se esconden los nombres del doctor Hiester Richard Homberger Jr. y del periodista y escritor W.C. Heinz? Os he pillado, ¿eh? Va, lo reconozco. Yo tampoco tenía ni idea. Pero, ¡cuántas veces la película o la serie acaba "devorando" al libro y relegándolo al más oscuro rincón de la memoria!
Bueno, dejo de andarme por las ramas. Para quien no haya visto la película o la serie, recordemos que M.A.S.H. narra, en clave de humor (debería subrayarlo y marcarlo en negrita), las peripecias de dos cirujanos destinados al 4077 Hospital Quirúrgico Móvil del Ejército durante la Guerra de Corea.
Así que el Humor (ahora sí) ocupa, al menos aparentemente, el centro de la novela y es el instrumento utilizado para burlarse de la guerra, del ejército, de la burocracia, del ordeno y mando, de las "cosas respetables". Humor negro, absurdo, un poco bestia en ocasiones, surrealista, con situaciones disparatadas y exageradas que, por momentos, acercan también a la novela a una suerte de picaresca moderna. Pero en M.A.S.H. no solo hay risas y ratos de ocio marcados por el alcohol, las timbas de póker o las bromas pesadas. Estamos en un hospital de campaña y hay también, aunque en menor medida a lo largo de la novela, jornadas maratonianas de trabajo con los consiguientes efectos sobre los personajes, éxitos y fracasos en el quirófano, dudas, etc, pero también solidaridad, colaboración, respeto mutuo o amistad. Así, "rutina médica" y "rutina de ocio" sirven por separado como respiraderos de la novela (260 páginas de una u otra quizá se harían pesadas) y sirven unidas para mostrar el absurdo de la situación. No olvidemos, y esto quizá sea clave a la hora de analizar su éxito en el momento de su publicación, que los EEUU se encontraban inmersos en plena Guerra del Vietnam.
Como puntos débiles de la novela, quizá se echa en falta un mayor desarrollo de los personajes y un mayor peso de las contradicciones que la situación puede provocarles en el aspecto psicológico. En su mayoría, la novela no deja de ser una sucesión de "sketch" muy divertidos (en general), pero el contexto en el que suceden daba para algo más. Por último, quizá alguno de los "sketch" no ha envejecido del todo bien, aunque quizá esto sea una cuestión de lo políticamente correcto o incorrecto según la época y el lugar.
Hombre yo conocía la novela,(la edito grijalbo hace unos años,lo de los seudónimos de los autores no lo sabía, de todos modos, la película de Robert Altman buenísima y la serie también,el libro supongo que estará descatalogado, a ver lo encuentro y me lo leo
ResponderEliminarLa foto que aparece en la reseña es la de una edición que ha salido hace muy poquito tiempo vía "La fuga Ediciones", por si te interesa. Y ya nos contarás tu opinión si finalmente la lees.
ResponderEliminarAbrazo!
Ok, por supuesto
EliminarSos una caja de sorpresas, Koldo! De Proust a Manucho, y de ahí con muchas escalas a MASH. Un repertorio bien ecléctico, bravo!
ResponderEliminarVi la película a mediados de los 70, recuerdo que no paré de reir con Donald Sutherland y Elliot Gould en su esplendor. Y luego disfruté de la serie durante años, con un impecable Alan Alda. No sab[ia que estaban basadas en una novela, y mucho menos qu sus autores se escondian detrás de un seudónimo. No creo que lo vaya a leer, pero esto es lo que me gusta tanto de ULAD: aprendo algo interesante una vez al día, la paso bomba leyendo las reseñas y de tanto en tanto vienen a mi memoria recuerdos maravillosos.
Un fuerte abrazo, Koldo!
El Puma
Pues gracias por llamarle eclecticismo cuando lo que en realidad es "leer sin orden ni concierto". En el caso de la novela de hoy, tiene momentos muy divertidos, unidos a otros que n han envejecido demasiado bien. No sé si es algo que pasará con la peli o la serie porque hace años que las vi y no recuerdo gran cosa. ¡Pero tocará volver a verlas!
ResponderEliminarPor otro lado, estos "desvíos" que me marco a veces no evitarán que, en breve, haya un par de autores argentinos por aquí: una novela muy muy reciente y otra de un autor ya fallecido (no es Manucho, eh) que creo que no tiene todo el reconocimiento que merece. No doy más pistas.
Un fuerte abrazo, Puma!
Hola Koldo:
EliminarRespecto a literatura argentina deberías hacerle un lugar a Abelardo Castillo (un grande en mi opinión). Respecto a la novela recién editada puedo inferir que hablas de.....
No digo más por temor a sanciones. 😁
Saludos
Morritos Calientes siempre en nuestro corazón...
ResponderEliminarPor otro lado, ya que el nombre del autor es un pseudónimo, cabe suponer que lo de Hooker, una de cuyas acepciones es "prostituta" (también, al parecer, es un tipo de jugador derugby que en español se llama 'talonador") no sea casual. O tal vez sea un homenaje al famoso blues man John Lee Hooker, quién sabe...
Pues sí, Juan! Todo el rato esperando a Morritos Calientes, pero en la novela se llama (o, en esta traducción se llama) Labios Ardientes y tiene un papel muy secundario!!!!!!!!!!
ResponderEliminarY a Abelardo Castillo me lo apunto (y sobre todo, El que tiene sed, que me ha llamado mucho la atención)