Año de publicación: 2015
Valoración: Está bien
Horror Dummies compila seis relatos de terror escritos por autores españoles contemporáneos. Seis relatos en los que aparecen las siniestras figuras del ventrílocuo y sus marionetas.
En general, los textos de esta antología me han gustado, pues están permeados por una agradecida crueldad y tapizados por escenas grotescas que harán las delicias de los amantes del género. Es cierto que presentan algún que otro lugar común a lo yanqui (teatros y circos ambulantes, por ejemplo), pero nada que provoque bochorno.
"Todos somos Sammy", de Luis Guallar, es una historia de regusto clásico entretenida de principio a fin. Ojalá se hubiera decantado, eso sí, por una deriva más ambigua.
"Y si es solo una vez", de Daniel P. Espinosa, tiene un toque psicológico interesante y giros de tuerca sumamente ingeniosos. Su ritmo y ambientación no acaban de funcionar; sin embargo, la narración, en su conjunto, se lee con placer.
"Coletas Tracy", de Lluís Rueda, entrega pasajes de un erotismo retorcido que sólo un depravado como yo podría disfrutar.
"Ninfas", de Patricia Muñiz, supura una nada desdeñable cantidad de mala leche. Además, debo remarcar que el escarceo de esta pieza por la ciencia ficción la dota de una identidad definida. Recomendable.
"Peña del Necio", de Jesús Gordillo, es un relato cien por cien castizo. Tiene la Guerra Civil española como telón de fondo y lo protagonizan un cura y el militar que lo escolta hasta un pueblecito recóndito. Mantiene muy bien la tensión hasta alcanzar el clímax, desgraciadamente abrupto y que, para mi gusto, desaprovecha a un personaje que tenía mucho potencial. Aún así, señalaría este texto en tanto que una de las joyitas del volumen.
"Dientes", de Jorge P. López, juega con las expectativas del lector y tiene imágenes francamente impactantes. Sencillito pero correcto.
En general, los textos de esta antología me han gustado, pues están permeados por una agradecida crueldad y tapizados por escenas grotescas que harán las delicias de los amantes del género. Es cierto que presentan algún que otro lugar común a lo yanqui (teatros y circos ambulantes, por ejemplo), pero nada que provoque bochorno.
"Todos somos Sammy", de Luis Guallar, es una historia de regusto clásico entretenida de principio a fin. Ojalá se hubiera decantado, eso sí, por una deriva más ambigua.
"Y si es solo una vez", de Daniel P. Espinosa, tiene un toque psicológico interesante y giros de tuerca sumamente ingeniosos. Su ritmo y ambientación no acaban de funcionar; sin embargo, la narración, en su conjunto, se lee con placer.
"Coletas Tracy", de Lluís Rueda, entrega pasajes de un erotismo retorcido que sólo un depravado como yo podría disfrutar.
"Ninfas", de Patricia Muñiz, supura una nada desdeñable cantidad de mala leche. Además, debo remarcar que el escarceo de esta pieza por la ciencia ficción la dota de una identidad definida. Recomendable.
"Peña del Necio", de Jesús Gordillo, es un relato cien por cien castizo. Tiene la Guerra Civil española como telón de fondo y lo protagonizan un cura y el militar que lo escolta hasta un pueblecito recóndito. Mantiene muy bien la tensión hasta alcanzar el clímax, desgraciadamente abrupto y que, para mi gusto, desaprovecha a un personaje que tenía mucho potencial. Aún así, señalaría este texto en tanto que una de las joyitas del volumen.
"Dientes", de Jorge P. López, juega con las expectativas del lector y tiene imágenes francamente impactantes. Sencillito pero correcto.
Así pues, concluimos que Horror Dummies proporciona un entretenimiento ligero y algún que otro escalofrío de placer. Que es, a fin de cuentas, lo que se propone. Si acudimos a él sin demasiadas pretensiones, lo gozaremos sobremanera. Edita Hermenaute, perpetradora de una antología similar titulada Momias y embalsamados.
De Jorge P. López estoy leyendo ahora "La institución". Llevo dos capítulos y no entiendo gran cosa. Ya te contaré qué me parece.
ResponderEliminar¡Qué coincidencia, Lucas! Ya me dirás qué tal "La institución". Que no entiendas gran cosa puede ser una mala señal, aunque yo adoro la ficción hermética y ambigua, por lo que estoy seguro de que ese libro podría llegar a gustarme.
ResponderEliminarYo a Jorge P. López le tengo un aprecio enorme. Durante años publicó reseñas de películas de terror en una de mis webs de referencia, Almas Oscuras, bajo el pseudónimo de Bob Rock. De su vertiente narrativa conozco dos relatos (el que aparece en "Horror Dummies", sencillito, y el de "Momias y embalsamados", mucho más interesante) y un artefacto literario en toda regla, "El hombre que esperaba a las flores".
Te comento. Ya he superado las 120 páginas y mejora mucho la experiencia. Lo conozco también como Bob Rock, pero porque firma con ese seudónimo en la antología de horror extremo "Gritos sucios" de Ediciones Vernacci, que ahora mismo está siendo el núcleo central de mi Trabajo Fin de Máster. Además de "La institución" tiene dos cuentarios ("Cuervología 13" y "Cuervología 16"). Creo que en ellos aparecen uno o dos de los relatos que has leído, aunque no tengo forma de saberlo, ya que están descatalogados.
EliminarHola, Oriol:
ResponderEliminarMuchas gracias por la variedad y por traer cosas fuera de lo más conocido (al menos para el gran público)
He echado un vistazo al autor del que hablas con cariño -Jorge P. López- y me ha parecido un gran escritor y creador de ambientes.
Lo tendré en cuenta para posibles lecturas futuras, aunque en este género sólo soy una curiosa. Leyendo en el blog "Almas oscuras" me encontré con la expresión "pene necrosado" y decidí que era suficiente por un día. Pero no está mal como intento, hay que interesarse por todo, creo yo.. hasta que me muera, al menos, jaja.
Saludos
Ay, Lupita, yo de Almas Oscuras aprendí dos palabras fabulosas que incorporé rápidamente a mi lenguaje: "malrollero" y "caspa" (referida ésta última a obras añejas y un tanto cutres de las que te puedes reír).
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