Idioma original: español
Año de publicación: 1987
Valoración: recomendable
Año de publicación: 1987
Valoración: recomendable
Uno se pregunta cómo han descendido de nivel ciertos premios literarios para acabar otorgándose a ciertos autores cuando en 1987 se le llegaron a conceder a escritores como Juan José Saer, que incluso en esta novela, no siendo la mejor que le he leído, se muestra, se mostraba, tan superior a todo lo que últimamente se presenta como novedad o como la octava maravilla que demasiadas editoriales parecen poner en los estantes cada semana. La ocasión dista de ser una de sus obras más renombradas porque queda atrás en el tiempo y porque el autor publicó maravillas como El entenado o La pesquisa, pero desde luego, y muchas veces he mencionado en mis reseñas lo que me repele el concepto de nostalgia, es una enorme novela de esas que, seguro, releerás para capturar detalles de esos que se escapan a la primera.
Porque Saer tiene esa cualidad de recordar a escritores que le han precedido en algunos detalles pero anticipar a otros. No siendo un autor desde luego de alcance mayoritario. La ocasión manifiesta detalles de bildungsroman de trazos no clásicos, más cercanos a Musil o a Robertson Davies, pero a la vez incorpora tratamientos de los escenarios que consiguen transmitirnos de forma plástica pero no recargada esa incómoda sensación de paisajes que te hablan. Sus descripciones de los terrenos de la pampa, esos terrenos que serán entregados a los colonos que poblarán Argentina, remiten a obras posteriores de escritores como McCarthy e incluso tienen una capacidad de evocación fotográfica de raigambre cinematográfica.
Ambientada a mitades del sigo XIX, la novela nos cuenta el regreso a Argentina de Bianco, personaje de incierto origen que habla muchas lenguas con extraños acentos, que huye de Paris tras ser ridiculizado cuando ha pretendido demostrar ante un comité científico sus pretendidos poderes sobrenaturales, que se propone ser rico a base de imitar lo que los ricos hacen y que se acerca a Garay López (Saer ya empezaba a adelantar nombres de su imaginario futuro), influyente miembro de la comunidad, joven médico que administra las tierras de su familia e incierto e involuntario componente de un extraño triángulo: Bianco, Dina, joven esposa de Bianco y Garay. Pero limitar la novela a esa situación es quedarse corto. Saer explora el ámbito psicológico, tantea incluso con la narración histórica (tenemos un pasaje que recrea un hipotético nacimiento de un mesías en un establo de Belén) y, sin ser una novela perfecta, introduce muchos de los elementos que marcarían su obra posterior.
Hola Francesc:
ResponderEliminarUna novela que disfruté mucho. No es de las más conocidas de Saer pero para nada es una obra menor. Que gran escritor Saer!
Gracias por la reseña
A mí también me gustó bastante. Con esta novela, a la que llegué por una colección de "nadales" de mis padres, conocí al autor, del que sólo he oído elogios. En cuanto al premio, tienes razón, los últimos que leí, Clara Sánchez y Giménez Bartlett, me parecieron auténticos truños (supongo que comercialmente rentables). Salud.
ResponderEliminar'La ocasión' me gustó mucho (fue mi primer Saer), más que 'La pesquisa' (pendiente de releer), aunque para mí la mejor de Saer es 'El entenado' (por delante de 'La grande'). Está esperándome en mi estantería 'Glosa', la obra que, según dijo el propio Saer, se aproximó más a lo que él quería.
ResponderEliminarAl leer a Saer me pasa como con Onetti, sé que voy a un barrio que es reconocible, que me siento cómodo.
Saludos
Gracias por los comentarios y espero que disculpéis que últimamente esté más reseñador que comentador.
ResponderEliminarLeed lo que sea de Saer, narices, imposible que decepcione.
De Saer sólo he leído hasta ahora La Glosa. Grandísima escritura. Exigente pero enormemente reconfortante. Para mi coge lo mejor de Piglia, de Borges y - cómo no!- de Cortázar. Otro de los misterios en esto de escribir: su escaso reconocimiento en comparación con su calidad.
ResponderEliminarDespués de esta primera lectura, repetiré, no sé si con La ocasión o con otro. Me cuesta creer que me vaya a decepcionar.