Título original: Kapo
Traducción: Luisa Fernanda Garrido y Tihomir Pistelek
Año de publicación: 1987
Valoración: Recomendable
Este es el quinto libro que leo del escritor serbio
Aleksandar Tisma y no sé si es el que menos me ha gustado, pero sí es el que me
ha dejado más “exhausto” después de su lectura, no tanto por la crudeza de la novela,que la tiene y mucha, sino por alguno de sus "defectos".
Resumiendo, "El kapo" es la historia de Vilko Lamian, croata de origen judío que durante su internamiento en los campos de Jasenovac y Auschwitz ejerció de kapo (aquellos reclusos que tenían funciones de vigilancia y supervisión en sus barracones a cambio de ciertos beneficios y/o prerrogativas). El reencuentro meramente visual, casi cuarenta años después, con
Helena Lifka, prisionera de la que abusó sexualmente en Auschwitz y cuya sombra persigue a Lamian durante años, es el desencadenante del recorrido que el autor realiza por la vida del
protagonista.
Debemos distinguir en la novela dos partes, aunque no se
encuentren estrictamente separadas en el texto. La primera de ellas cubriría
desde la infancia de Lamian hasta la evacuación y liberación de Auschwitz. Esta
es, en mi opinión, la parte más destacable de la novela. El antagonismo entre su “judeidad” y su colaboracionismo con los nazis, entre su doble condición de
víctima y victimario, genera en el lector preguntas tales como:
- ¿Es nuestra propia cobardía responsable importante del ascenso del fascismo (o de cualquier régimen totalitario)?
- ¿Son la casualidad y el destino determinantes fundamentales de la vida del individuo?
- ¿En qué circunstancias es capaz de convertirse un hombre corriente en un monstruo?
- ¿Qué seríamos capaces de hacer por mero instinto de supervivencia?
- ¿Hasta dónde seríamos capaces de llegar si detentáramos el poder (en cualquiera de sus formas)?
- ¿Sienten los verdugos culpa y/o miedo? ¿En qué momento se origina en ellos el mal?
La segunda parte, que cubriría las décadas posteriores a la liberación
del campo, es la historia de una obsesión. El miedo y la culpa determinan los
actos, reacciones y pensamientos de Lamian. Sus sucesivas búsquedas y huidas,
acercamientos y alejamientos están marcados por ese pasado del que resulta imposible escapar. La angustia que persigue a Lamian condiciona, como no podía ser de otra manera, la narración. Así, las ideas que rondan la cabeza de Lamian giran sobre sí mismas durante páginas y más páginas que acaban siendo reiterativas en exceso, sobre todo si las comparamos con una primera parte en que la narración fluye a buen ritmo. Si a esto
le sumamos un final un tanto abrupto y previsible, tenemos en conjunto una
buena aunque algo irregular novela.
También de Aleksandar Tisma en ULAD: Lealtades y traiciones, A las que amamos y El libro de Blam
No parece un libro fácil por lo que cuentas. Hace muchos años que no leo nada sobre campos de concentración o la II guerra mundial, pero, aunque este libro parece interesante, tiene algo que no me termina de llamar la atención.
ResponderEliminarGracias por la reseña.
Besos,
Quizá no sea la obra más apropiada para acercarse a Tisma, pero es un autor muy muy recomendable y no muy conocido. Su narrativa está estrechamente ligada a los vaivenes provocados por los diferentes conflictos que tuvieron lugar en el siglo XX en los Balcanes.
ResponderEliminarSi el tema te interesa, es un autor diría que imprescindible
Un abrazo
Llegué al autor por el blog y a la novela porque era la que había en la biblioteca. Coincido plenamente con la reseña, salvo que no tengo otras referencias del autor. Novela cruda y dura que hace plantearse las preguntas que propone el reseñista y muchas más. No deja indiferente. Salud.
ResponderEliminarA Tisma lo he visto en varios sitios pero aún no me decido por cual comenzar. ¿Cuál crees que es su mejor novela y cuál la mejor para empezar?
ResponderEliminarPues yo creo que El libro de Blam o Lealtades y traiciones (aquí reseñadas) o El uso del hombre (no reseñada pero de la que guardo un gran recuerdo) son mejores novelas. Eso sí, como bien dice Toni, es una narrativa cruda, dura, sin concesiones. Pero es muy muy bueno.
ResponderEliminarGracias por comentar!!!
Gracias por la reseña.
ResponderEliminarLa portada, además, me parece una genialidad.
Apuntada esta novela para leerla cuando se pueda je je. Su argumento se parece muchísimo al de una película polaca de 1963 que se llama “La pasajera”, dirigida por Andrzej Munk. Una mujer alemana va en un barco con su marido. En un determinado momento queda turbada al ver a una de las pasajeras. Le recuerda a alguien. Y entonces el pasado irrumpe en el presente: esa mujer fue guardiana en el campo de Auschwitz y la pasajera le recuerda a una de las reclusas, Marta. Es posible que sea ella, es posible que no. Pero a partir de este encuentro casual empieza a brotar la historia de una mujer atormentada por un pasado que ha intentado mantener en secreto. Ya no tendrá sosiego. Se tendrá que justificar ante su marido. En fin, la pasajera es como la magdalena de Proust o la rosa de Machado, pero con nazis. La película, magnifica, era en un blanco y negro de una fuerza expresiva tremenda. De hecho, las expresiones de los personajes entre sol y sombra eran toda una declaración de intenciones: el pasado no pasa del todo por mucho que se le sepulte entre tinieblas y al final vuelve, como un fogonazo repentino de luz blanca, para exigir cuentas, empezando por las que pide a cada uno su propia conciencia.
ResponderEliminarSí, las portadas de Acantilado, en general, están muy bien. Y la peli tiene pintaza y efectivamente recuerda bastante a una parte del libro.
ResponderEliminarAnimaos a leer a Tisma. Merece mucho la pena