Año de publicación: 1985
Valoración: Genial
Las relecturas son peligrosas y más cuando se trata de libros que se tienen mitificados y más cuando el mito se forjó nada menos que en la tierna infancia. Pero como me parecía que La gran superproducción de Superlópez era un cierre ideal para la primera Semana del Cine de ULAD, no me quedó otra que cruzar los dedos y lanzarme a la relectura. Cuántos sacrificios hay que hacer…
El personaje de Superlópez no es más que un Superman en tono de humor y a la española: Juan López viene de las afueras (El Masnou) y trabaja en una oficina de Barcelona junto a su compañera y novia Luisa Lanas. Nadie sabe que Juan mantiene una doble vida y que es el alter ego de Superlópez. A todos aquellos que han leído algo de Superlópez y que consideran que no les va, no voy a convencerlos de nada. El resto, mucha atención porque nos encontramos frente a uno de los álbumes más singulares y desternillantes de la saga.
Resumen resumido: La empresa en la que trabaja Juan López ha sufrido un cambio de rumbo debido a una crisis (la editorial Bruguera estaba en crisis cuando Jan escribía e ilustraba esta historieta) y ahora es una productora de cine (Llauna Films SA). Su primer proyecto acabará siendo una versión de Conan el bárbaro —Tronak el Kárbaro— con muchas pretensiones que el presupuesto y los numerosos imprevistos acabarán rebajando hasta cotas insospechadas. Súperlópez acabará tomando las riendas de la producción hasta sus últimas y esperpénticas consecuencias.
Esta aventura de Súperlópez se diferencia del resto porque no hay ningún villano o escuadrón maligno al que derrotar, pero lo mejor es ver cómo la excusa de hacer una película le sirve a Jan para hablar un poco de todo con toda la retranca posible:
- Los plazos imposibles. En esta historia el villano, si lo hubiera, sería el tiempo.
- El «postureo» de contratar a super estrellas de Hollywood a las que no puedes pagar.
- El mal hacer que te lleva a embarcarte en un guión elegido por error.
- La lucha obrera (por los extras de la escena de la batalla que temen que no les paguen y se acaban peleando de verdad)
- El niño tipo «el vaquilla» que contratan para hacer de Tronak cuando era niño y que se pasa el rodaje pidiendo cigarrillos.
- La protagonista que se niega a actuar vestida a menos que sea por exigencia del guión.
- La crítica cinematográfica: cómo algunos tras asistir al estreno del tremendo bodrio aún le encuentran sentido.
- Etc
Y lo que más me sorprendió cuando lo leí con diez u once años fue descubrir la importancia del montaje a la hora de hacer una película. Jamás se me hubiera ocurrido que las escenas se filmasen en un orden distinto al del montaje final o que hubiera material que se acabara desechando.
Más allá del guión y el estilo irónico, el dibujo de Jan me sigue pareciendo una maravilla por su dinamismo y nivel de detalle.
Así que genial, porque esta relectura lejos de decepcionarme me ha reafirmado en mi predilección por este álbum maravilloso.
PD: De la película de Superlópez, mejor no hablamos.
Ja ja...madremía, lo que me gustaba a mí este cómic (y todos los de Superlópez). Aquel estreno glamuriso en El Masnou... XD
ResponderEliminarGenial sin duda, compañera!
Yo adoro a Super López; creo que los leí todos, pero este no lo recuerdo. Mis favoritos fueron Los cabecicubos y El señor de los chupetes, y también he leído hace pocos días el último número publicado. Bueno, lo he seguido leyendo todos estos años, y no han perdido su valor, son geniales.
ResponderEliminarBeatriz, a mí me gustó la película, y bastante, pero soy benévola, o acrítica, no lo sé.
Saludos y no me seáis medianías.
Juan, veo que coincidimos en nuestra veneración irrevocable por estas historietas. Un saludo, compañero.
ResponderEliminarLupita, tienes que buscar este álbum y leerlo, no te va a defraudar.
Un abrazo.
¡Gracias por la reseña! Recuerdo partirme de risa leyéndolo, el rodaje nocturno en las vías, tantas cosas... Mucho nivel, Jan. Y encima aprendí lo que era una script-girl.
ResponderEliminarTraveler, que aprendieras precisamente eso es lo que tiene más mérito! XD
ResponderEliminarGracias por comentar.
Que grande SuperLopez. Al contrario que me ha pasado con Mortadelo y Filemón, que era mi droga de pequeñ, y tengo no se cuantos números, SuperLopez me sigue gustando y aguanta continuas lecturas. Por desgracia la creación de Ibañez me ha envejecido demasiado. O soy yo el que ha envejecido....
ResponderEliminarBeatriz, lo buscaré, eso seguro.
ResponderEliminarGtM, los Mortadelos han envejecido mucho peor, tienen referencias políticas, sociales y culturales muy ancladas en el tiempo. Los chistes, además, son muy repetitivos y hay a quien los dibujos les resultan cargantes y abigarrados, mientras que ahora gusta un trazo más limpio.
Los cómics de Superlópez, sin embargo, ironizan más sobre tipos de personas y relaciones, aunque también haya referencias temporales.
En ambos casos, a la juventud de hoy creo que no les gustan, pero a mí en los 90 no me gustaba el Duo Dinámico
Saludos
Recuerdos hermosos por aquellos cómics. Hormias.. Gracias por su blog
ResponderEliminarCoincido plenamente con vosotros en la cuestión Mortadelo.
ResponderEliminarAnónimo, gracias a ti por leernos. Tenía dudas sobre si debía o no reseñar "un tebeo" y más en la semana del cine. Pero el compi Juan me contagió su entusiasmo y aquí estamos, con la nostalgia pero también con una sonrisa.
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