Año de publicación: 2011
Valoración: Recomendable
Esta novelita de menos de doscientas páginas ha sido toda una revelación. No es literatura de alto voltaje, pero entretiene de lo lindo. De verdad, Padres, hijos y primates es un maravilloso pasatiempo. Uno repleto de suspense, crueldad y violencia. Uno que, para colmo, está bien escrito. ¿Qué más se puede pedir?
Un graduado en Ingeniería al borde de la quiebra se encuentra con su antiguo profesor durante un accidentado viaje por México. La tensión entre los dos crecerá hasta culminar en un clímax sobrecogedor.
Jon Bilbao relata en Padres, hijos y primates cómo reaccionan varios personajes (supuestamente civilizados y racionales) a una situación límite. Esta premisa, no me lo negaréis, suena intrigante. Y dejad que os diga que Bilbao la desarrolla con una prosa sencilla y directa, una tensión narrativa admirable y una especial atención por lo atmosférico.
Ya habréis notado que de Padres, hijos y primates me ha gustado casi todo: su premisa, su estructura, su prosa, sus personajes y los conflictos de éstos, su ambientación, sus temas, su tono, su ritmo, su narración sesgada, su manejo del suspense, sus escenas de casquería... Incluso su final, algo efectista y excesivo, ha acabado por seducirme. Es cierto que choca al compararlo con el resto de la historia, más realista y comedida, pero Bilbao se encarga de que la transición de lo uno a lo otro sea orgánica y satisfactoria.
Quizás le pondría, eso sí, una pega a esta novela. Sus digresiones sobre la «Inteligencia Artificial» o la «cosmogonía de Hörbiger» abultan demasiado, y hasta pueden imprimir una pátina de pretenciosidad a un relato cuyo objetivo último no es más que hacernos pasar un rato endiabladamente bueno.
En todo caso, repito que Padres, hijos y primates (premio "Otras Voces, Otros Ámbitos" del 2011) es un entretenimiento estupendo. Me encantaría ver esta obra llevada a la pantalla grande, aunque temo que la adaptación perdiera la enriquecedora ambigüedad del material original. Ya sabéis lo complicado que es que el lenguaje audiovisual respete este tipo de sutilezas.
En todo caso, repito que Padres, hijos y primates (premio "Otras Voces, Otros Ámbitos" del 2011) es un entretenimiento estupendo. Me encantaría ver esta obra llevada a la pantalla grande, aunque temo que la adaptación perdiera la enriquecedora ambigüedad del material original. Ya sabéis lo complicado que es que el lenguaje audiovisual respete este tipo de sutilezas.
También de Jon Bilbao en ULAD: Aquí
Lo leí el pasado año y mí me pareció un título muy recomendable. Atrapante, inteligente, etc.. incluso creo que Bilbao terminó diciéndonos algo sobre la paternidad aunque esto no sea el mayor atractivo ni la intención de la obra.
ResponderEliminarDe momento es uno de los pocos autores españoles actuales a los que quiero leer todo lo que producen.
Un saludo.
A mí, Oriol, me pareció bufo. Lo leí hace dos años o tres y no quiero leerlo de nuevo. Uno de esos libros que olvido en dos semanas, por eso no recuerdo bien para hacer una crítica detallada. Las situaciones me parecieron absurdas y llevadas al máximo del ridículo, los personajes irracionales.
ResponderEliminarSiento discrepar contigo pero ya tengo asumido que es mi sino.
Saludos
Bien visto lo de la paternidad, Diego. Sin duda alguna, es un tema que la novela toca, aunque sea por inercia.
ResponderEliminarBeatriz, ya digo en la reseña que "Padres, hijos y primates" me parece estupendo en tanto que pasatiempo. Por eso no lo he juzgado con severidad; simplemente es una obra que busca entretener. Una, dicho sea de paso, bien escrita y con atención hacia los aspectos más "literarios" como la caracterización, la tensión, el ritmo y la prosa.
A mí, por lo general, su argumento me ha parecido verosímil (al menos hasta el trecho final). Eso sí, tienes razón en que sus personajes actúan algo irracionalmente. Sin embargo, yo creo que esa era intención de Bilbao, pues quería llevar a gente supuestamente civilizada a situaciones límites, recalcar que en el fondo no somos más que primates sin mucho vello.
Empecé a leerlo... Pero no pude.. Kempes 19
ResponderEliminarHola Oriol:
ResponderEliminarHace rato que tengo ganas de leer a Bilbao. Sí ves el comentario te pido sugerencias.
Gracias por la reseña.
Gabriel, "Hijos, padres y primates" es mi primer Bilbao, así que no puedo serte de mucha ayuda. Yo te recomendaría esta novela, pero a juzgar por las reseñas de la obra del autor que hay en ULAD, y la calurosa defensa de Diego en estos mismos comentarios, diría que el escritor asturiano tiene en su haber textos mucho más complejos que el que yo he traído a colación. Si lees "Hijos, padres y primates" (insisto en que te recomiendo esta novela), no esperes más que un pasatiempo bien escrito y con alguna reflexión trascendente de fondo.
ResponderEliminarYo leí el conjunto de relatos de Estrómboli (gracias a que una reseña vuestra me sedujo mucho a leerlo), y, la verdad, me encantó. Quería probar con otro de Bilbao y no sabía cual, tal vez pruebe con este después de leer la reseña. ¡Muchas gracias!
ResponderEliminarMuy de acuerdo con el último anónimo. Estrómboli está muy bien. Mejor que El sielncio y los crujidos, que es el otro que yo he leído de Jon Bilbao
ResponderEliminarSaludos
Hola otra vez ¡qué maravillosa es la literatura y cuántos libros distintos pueden ser un mismo libro.
ResponderEliminarObviamente comparto con Oriol que lo inmediatamente recomendable del libro es la parte técnica. Me recuerdo sumergido en sus páginas y temiendo por si el móvil de Joanes sonaba.
Pero a diferencia de algunos de vosotros, no encontré nada increíbles las actitudes de sus personajes.
En primer lugar porque soy padre, y creo que cualquier ciudadano civilizado que sea madre o padre puede entender las actitudes extremas de todos ellos. Gagarin, Abraham, el profesor, su esposa, Joanes... todos van a lo mismo.
Yo les prometo que soy un ciudadano cívico y respetuoso criado en los valores judeo-cristianos, sinembargo, desde que soy padre también sé que hay algo por lo que haría absolutamente cualquier cosa "más allá del bien y del mal" como decía el bigotón. Cualquier cosa.
En segundo lugar porque creo que ahí está "la reflexión trascendental" que Bilbao maneja de fondo: según Hans Jonas, algo así como que en la maternidad y paternidad está el arquetipo de todos los sentimientos subjetivos y objetivos de responsabilidad. Aún más escuetamente, que nada es más natural que sentirse responsable por nuestra prole ya que la razón de ser de la naturaleza es esa: que la vida continúe.
Yo soy pésimo explicándome pero "El principio de responsabilidad" de Hans Jonas es un trabajo magnífico y "necesario" en muchísimos aspectos.
En fin, que yo no sé si Bilbao pensó en Jonas, en Kant o le salió "sin querer", pero creo que durante toda esta obra de suspense y dinamismo hay cinco personajes y una boa que repiten el principio de que por más ilustración, dualidad cartesiana, modernidad y antropocentrismo que tengamos, está lo que Somos.
La hija de Joanes escribe un libro sobre vampiros nihilistas. Bilbao la creó a ella en un libro donde los "monstruos" hacen la cosa más primaria del mundo.
Yo tengo muchas menos lecturas que vosotros y de Bilbao leí lo mismo que Koldo, pero sospecho que además de un excelente Bilbao en lo técnico (como bien recalca Oriol) hay mucho Bilbao entre renglones.
Ha sido mi primer Bilbao y el resultado a sido grato. Me ha mentenido en tensión hasta el final. Coincido con la reseña y con la valoración. Como pega, que se llega a la última página en un suspiro ... y la pena es que este autor parece que es muy de cuentos y relatos. Salud.
ResponderEliminarToniLV, celebro que te haya gustado "Padres, hijos y primates". Déjeme desaconsejarte la única otra novela de Bilbao que he leído, además de esta: "El hermano de las moscas". No es un despropósito, pero deja un regusto un tanto frío.
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