Título original: One foot in Eden
Traducción: Pablo González-Nuevo
Año de publicación: 2002
Valoración: Recomendable
“Un pie en el paraíso”
es una novela "tramposa". Ambientada en los años 50 y 70 en el sur profundo de los Estados Unidos (concretamente, en Carolina del Sur), en sus primeras páginas parece la clásica historia de intriga con su
misteriosa desaparición, su triángulo amoroso, su sospechoso y su consiguiente
investigación, pero hacia la página 70 el misterio se desvela, conocemos la identidad del asesino y lo que parecía una novela negra se convierte en una novela más psicológica.
En el aspecto formal, se trata de una novela "puzzle" compuesta por cinco capítulos, narrados cada uno de ellos por un personaje diferente (el sheriff, la esposa, el marido, el hijo y el ayudante del sheriff).
Los tres primeros capítulos, que transcurren en las semanas inmediatamente anteriores y posteriores a la desaparición y asesinato de Holland Winchester, cumplen una doble función: la construcción de los tres principales protagonistas a partir de sus situaciones personales, motivaciones, miedos, temores y secretos y la confección de un completo cuadro de los hechos a través de los puntos de vista e informaciones fragmentarias aportadas por los propios narradores / protagonistas.
En los dos últimos capítulos, que trascurren dieciocho años después y que son narrados por el hijo y el ayudante del sheriff, asistimos a la vuelta de un pasado del
que resulta imposible escapar. Los acontecimientos que parecían sepultados
vuelven a salir a la superficie, al mismo tiempo que el valle en el que trascurre la acción es inundado por la construcción de una presa (bonita imagen), y hacen que los protagonistas deban enfrentarse a los mencionados secretos y temores, siempre con un propósito de
redención en el fondo.
Pese a que “Un pie en el paraíso”
dista de ser una novela original (Faulkner asoma por todas partes) y a que
ciertas reiteraciones, producto de la propia estructura de la novela, entorpecen en algunos
momentos la narración, estamos ante una lectura de lo más entretenida y recomendable en la que destacan, fundamentalmente, la capacidad de Rash para transmitir en las descripciones de ambientes y paisajes
la opresión y asfixia que ahoga a los protagonistas de la novela, su habilidad para
mantener el interés y la tensión del relato a pesar de haber desvelado rápidamente el
aparente misterio inicial y la construcción de unos buenos personajes, con
mención especial para el de “el marido”.
En definitiva, "Un pie en el paraíso" es una novela muy cinematográfica, sólida y efectiva, en la línea de la tradición sureña de Faulkner, O'Connor y compañía. Aunque estas sean palabras mayores, claro.
Podría ver una señal, lo que debe ser una mera casualidad, en que se haya reseñado este libro en año nuevo. Pero no creo en las señales. Sin embargo, como visito de vez en cuando este blog, y me gusta el diseño de una valoración sintética al principio, con sus calificaciones, que, se quiera o no, siempre influyen en el lector, puedo decir, que esa casualidad me ha resultado curiosa. Sobre todo, porque no solo no leo un libro al día, sino que durante mucho tiempo, ni siquiera leía un libro al año. Pero este libro que leí hace poco, me invita a compartir esa calificación de recomendable e incluso un poco más. Como persona muy mayor, no es el argumento en sí lo que más me impacta, sino el poso que me deja una lectura. Es como una elevación sobre lo tangible de la escritura. Esa sensación está por encima del entretenimiento, y eso que a mi edad, no me trago algo que me parezca un ladrillo -aunque un millón de críticos literarios lo hayan catalogado de joyita- ni por recomendación médica. De este libro me gustó su fatalismo. Ese azar cabrón que persigue a los personajes desde el inicio, aunque el realismo pareciera que puede librarlos de ese destino. Atavismos, obsesiones, mentiras y mucho silencio. Y una resolución para el representante de la ley demasiado tardía y absurda. Su frustración profesional por no haber resuelto el caso durante años, se ha convertido en una resignación cansada e inteligente. Un libro que merece la pena, sobre todo, insisto, por esa nube de fatalismo que va impregnando al lector (si se deja, y yo me dejé) que resulta magnética.
ResponderEliminarHola, Provecta!
ResponderEliminarEsa sensación de fatalidad que recorre la novela es totalmente cierta! Y el libro es recomendable por todo lo que comentas! Lo que me hace no otorgarle una valoración superior es esa sensación de algo ya leído y algunas pequeñas reiteraciones a lo largo de la historia.
Muchas gracias por leernos y por comentar, sobre todo argumentando tan brillante y educadamente.
Saludos