Idioma original: español
Año de publicación: 1998
Valoración: muy recomendable
Este es el debut de Pedro Mairal, escritor del que La uruguaya me dejó una inmejorable impresión, gracias al estimable logro de retratar, desde una situación relativamente cotidiana, la esencia del individuo masculino en su teórica madurez. La repercusión de esta novela despertó cierto interés general por la obra del autor argentino y Asteroide decidió recuperar esta opera prima que ya fue premiada, dos décadas atrás, y añadirle un prólogo del propio autor que resulta ser un valioso texto.
Puede que en esta decisión pesara el hecho de que las dos historias tienen ciertos trazos comunes. Las dos retratan a hombres en edades "complicadas": la adolescencia en fase final y la madurez. La cercanía de los 20 aquí (Daniel, el protagonista, tiene 17) y la de los 40 en La uruguaya. Hombres que se desplazan fuera de su hábitat para asuntos relacionados con la entrepierna. Cuyo destino es la incerteza.
En Una noche con Sabrina Love el adolescente Daniel, empleado precario de un almacén frigorifico de aves, accediendo de forma irregular a un canal porno resulta agraciado en un curioso sorteo a través de una línea telefónica de pago. Su número es el escogido entre miles de concursantes para pasar una noche con Sabrina Love, porno-star que presenta una especie de consultorio o programa en horario de madrugada. El sueño de Daniel, debutar en manos de una voluptuosa profesional, se materializará, pero Daniel, que vive en la miseria y bastante lejos del estudio en que tiene que producirse el encuentro, en Buenos Aires, no dispone de medio alguno para llegar allí: ni vehículo, ni dinero, apenas ha podido hacer que su hermano le apañe un alojamiento en casa de un amigo. Además, es menor de edad y ha tenido que mentir a la productora del programa para que le permitan acudir a disfrutar de su premio.
En fin: una situación original, pero que no daría para mucho, quizás, en manos de otros escritores. Mairal se las apaña para convertirlo en una centena de paginas que retratan una sociedad, o eso he percibido de una manera subliminal. O sea, Mairal me ha enredado con sus malas artes y he visto una sociedad rural alejada de la urbe, una nación joven, ansiosa e ilusionada pero aún inacabada, precaria y torpe en la acometida de sus propósitos (y sin ánimo de ofender: la semana en que acabo esta reseña los dos hechos argentinos más recientes son el lío de la vuelta de la final de la Libertadores y las lágrimas de Macri). Jodido Mairal, ahora me da por ejemplificar en ese Daniel a toda una nación. Y no: puede que Daniel solo represente al género masculino gobernado por las gónadas como el tipo de La uruguaya.
Daniel, regreso a la sinopsis de un libro que hay que leer para hacerse una idea de toda su carga, traza una especie de odisea hasta llegar a Buenos Aires. Sus encuentros son, todos, dignos de mención, y es curioso que de todos ellos, de todos esos intentos de conseguir alcanzar su sueño, solo salga malparado cuando unos soldados uniformados le despojan de la poca plata que acarrea. Otro símbolo: un camionero parece conocer muy de cerca a quien causó la muerte de sus padres en un accidente en una de esas curvas peligrosas de carreteras en muy mal estado.
Y ya paro: no me extraña el premio ni los elogios de figuras como Bioy Casares. Lo que parece una simple estampa costumbrista se adereza de manera que se blinda en la memoria. Vaya con Mairal.
Daniel, regreso a la sinopsis de un libro que hay que leer para hacerse una idea de toda su carga, traza una especie de odisea hasta llegar a Buenos Aires. Sus encuentros son, todos, dignos de mención, y es curioso que de todos ellos, de todos esos intentos de conseguir alcanzar su sueño, solo salga malparado cuando unos soldados uniformados le despojan de la poca plata que acarrea. Otro símbolo: un camionero parece conocer muy de cerca a quien causó la muerte de sus padres en un accidente en una de esas curvas peligrosas de carreteras en muy mal estado.
Y ya paro: no me extraña el premio ni los elogios de figuras como Bioy Casares. Lo que parece una simple estampa costumbrista se adereza de manera que se blinda en la memoria. Vaya con Mairal.
Joder con Pedro Mairal! A la lista de pendientes!!
ResponderEliminarNo leì el libro de Mairal. Vi sí la película, protagonizada por Cecilia Roth, actriz argentina que vivió muchos años en España, y un muy joven Tomás Fonzi. Que recrea esa atmósfera que bien describe Francesc en su reseña, la de la Argentina más allá de las grandes urbes. Y que poco o nada tiene que ver con los lamentables espectáculos de violencia y miseria política, desplegados a partir de un partido de fútbol, y menos aún con las lágrimas, genuinas o no, de un presidente que puede mostrar pocos éxitos y muchos fracasos. La metáfora de un país que alguna vez pintaba para parecerse a Australia o Canadá, y sin embargo juega en las ligas menores desde hace décadas.
ResponderEliminarEs que a Canadá y Australia la conquistaron otros, Puma.
ResponderEliminar(Sin ánimo de ofender).
Puede que Daniel solo represente a algunas personas del sexo masculino, inacabadas. Uno de cada cinco en España, según las encuestas.
Vaya... tenía apuntado desde hace tiempo "La uruguaya", ahora se suma este también, se me van acumulando los Mairal. Gracias por la recomendación.
ResponderEliminarA mi también me encanto “La Uruguaya”, que he recomendado con diferente éxito: unos cuantos “está bien”, “se veía venir”, etc. A mi me encanta que me engañen y me dejo engatusarme buena gana. Buena reseña, y ya me lo anoto. Además estas lecturas breves se me hacen más llevaderas en mi ajetreado día a día.
ResponderEliminarExcelente recomendación. Leí "Una noche con Sabrina Love" alentado por la impresión que me había causado "La uruguaya", con algo de temor, también vale decir, pues pensaba que encontraría a un Mairal que aún no alcanzaba las altas cotas de sus trabajos posteriores. Al final, el libro no me decepcionó en lo absoluto. Igual o más prendido que de "La uruguaya" me mantuve durante toda la lectura. Me gusta el humor que adereza todo el libro. La agilidad de la narración, a ratos conmovedora, a ratos desternillante. Esos personajes ingenuos en contraste con aquellos seres retorcidos o desilusionados. En fin, ¡más libros de estos!
ResponderEliminarPara nada ofende tu comentario, Diego. De hecho, muchos argentinos piensan que nuestro gran pecado original fue rechazar las invasiones inglesas. Imposible de comprobar, por supuesto!
ResponderEliminarMenuda unanimidad con Mairal, amigos. Y parece que tiene toda una carrera por delante para seguir dejándonos impresionados.
ResponderEliminarY eso que están hablando de quizás dos de sus obras menores ya que tanto "El año del desierto" y mucho más "Salvatierra" son muy superiores a las mencionadas
ResponderEliminarHola,
ResponderEliminarMuy de acuerdo con comentario de Noé Zamora.
Y Sir Robin, yo también he recomendado "La Uruguaya", en general con mucho éxito.
En el caso de "Una noche con Sabrina Love", de titulo y sinópsis tan sugerente, igual algunos se decepcionan ya que el 80% del libro es casi un libro de viajes, pero que divertido y que personajes que encontramos!!!
Otro plus para mi es lo rico del lenguaje argentino (gracias Google por tu ayuda)
Me quedo con ganas de ver la peli con la gran Cecilia Roth.
Saludos
Gerónimo