Año de publicación: 2009
Valoración: Está bien
Tengo la impresión, tras la lectura de una serie de libros de autores más o menos "recientes", de que la literatura argentina de la última década se halla fuertemente marcada por la crisis que sacudió el país allá por 2001 aproximadamente. "La descomposición" viene a corroborar esa impresión. Primer ejemplo: "Algo se está desgastando, imprevisible, sobre los tejidos oscuros, en las entrañas de este momento; y no lo vemos, y no podemos, por estar ciegos, detenerlo; y no podemos, aunque lo viéramos, frenarlo". Segundo ejemplo: el olor al que constantemente se hace referencia, un olor que llega del fondo y que todo lo impregna, un olor físico al que llega a describir como una "bomba de tiempo" y que parece referirse a hechos pasados. ¿Podría ser este olor un símbolo del progresivo deterioro del país? Tercer ejemplo: una imagen, la del antiguo intendente reconvertido a usurero al que un remisero intenta asesinar (con trágicas consecuencias para el remisero, por otra parte).
Más allá de esto, la primera página del libro deja bien a las claras lo que en él nos vamos a encontrar: solo en esa primera página leemos expresiones y palabras como "rastrero, lago muerto, aguas estancadas, olor pesado, las cosas se pudren, hojas quemadas...". Se trata, como podéis imaginar, de un libro oscuro y denso.
También desde las primeras páginas del libro vemos que dos influencias muy claras, en temática y estilo, sobrevuelan la escritura de Ronsino: Juan José Saer y Juan Carlos Onetti (casi nada). La influencia de Onetti se deja sentir en ese retrato de mundos y ambientes en descomposición, mientras que la de Saer es evidente en el estilo fragmentario y elíptico utilizado por Ronsino. La acción trascurre en un lugar que no es Santa María pero que podría serlo y el personaje principal, Abelardo Kieffer, vendría a ser una suerte de Larsen aunque también podría ser el Morvan de "La pesquisa" de Saer, por ejemplo. Es uno de esos personajes de vuelta de todo, narrador, testigo y protagonista de la historia.
Es, precisamente, esta influencia una de las principales pegas de libro. Las comparaciones con Saer, fundamentalmente, y con Onetti son tan visibles y tienden a surgir con tanta frecuencia que resulta difícil abstraerse de ellas. Otro ejemplo: cuando los personajes se entregan a esas disquisiciones filosóficas tan "saerianas". Y, claro, ¿quién es el guapo que resiste estas comparaciones?
Por otro lado, y aunque admito que me parece, a priori, un tratamiento adecuado de la información, no acaba de convencerme del todo el manejo de la estructura por parte del autor. Y es que el libro transmite cierta sensación de "algo ya leído". Hay en "La descomposición" dos historias, una desarrollada en una noche situada en el presente y otra que vendría a ser una biografía fragmentaria del protagonista, una especie de sucesos claves en la vida de este. Todo hace suponer que habrá una confluencia de ambas historias y, de hecho, la hay. En este sentido, no hay "factor sorpresa". Pero, además de esto, me da la impresión de que algunos de los "sucesos claves" no acaban de encajar en esa confluencia.
Todo lo anterior podría dar a entender que el libro me ha decepcionado o disgustado. Ni mucho menos. Se trata de un libro inquietante, desasosegante por momentos. Ronsino transmite, con su sobria y seca escritura, imágenes de verdadera potencia con las que refleja la deriva de los protagonistas (y, por extensión, del país?). Se trata, en resumidas cuentas, de un interesante acercamiento a un autor del que no conocía absolutamente nada y al que no es descartable que vuelva en un futuro. Porque algo hay en su escritura que atrae. ¿Quizá ese olor del que hablábamos al principio y que todo lo impregna? Quizá.
Uy, que bueno. Lo busco ya.
ResponderEliminarRonsino puede reincidir en breve con la temática del libro ya que Argentina se acerca rápidamente a un nuevo colapso gracias a la aberrante gestión del gobierno cleptómano/conservador actualmente en el poder.
ResponderEliminarSaludos
Es posible no introducir la política en todo? Yo tengo opiniones muy fuertes sobre el gobierno anterior al actual pero esto no parece el lugar adecuado para expresar mi disgusto con ese gobierno.
EliminarHablando del libro, todavía no lo leí pero la reseña me anima a hacerlo. Leí Glaxo y me gustó mucho. Gracias por la reseña.
Pues esperemos que no porque dos crisis de ese calado en 20 años ... En cualquier caso, quizá vincular el libro a la crisis de 2001 sea simplemente una paranoia mía.
ResponderEliminarEn fin, gracias por comentar y suerte (y ánimo) para aguantar a Macri y compañía!
No he leído la novela reseñada pero sí la primera de Ronsino, "Glaxo", y puedo decir que tiene una estructura similar a "Cicatrices" de Saer. Concuerdo completamente con que hay una influencia saeriana muy clara en la escritura de este autor.
ResponderEliminarBueno, igual ha llegado el momento de leer "Glaxo". En cuanto a la lectura "política" del libro, a mi fue la impresión que me dio (siempre desde la distancia y desde mi escaso conocimiento de la realidad argentina).
ResponderEliminarEn cualquier caso, gracias por la visita al blog y por los comentarios.
Abrazo!
Perdon. Parece que me haya explicado mal o no con suficiente claridad. Una lectura politica de estos libros me parece completamente correcta. Mi objecion era que esa lectura politica de libros ambientados en otras decadas se usara como una plataforma para insultar y descalificar al gobierno actual. El libro no se trata del gobierno actual.
ResponderEliminarGracias otra vez por tu reseña.
Nadie insulto al gobierno de Macri sólo se analizó la terrible realidad actual de un gobierno corrupto e irresponsable que está llevando el pais al precipicio.
EliminarSaludos
Lamento discrepar. Todo acto humano es
ResponderEliminarpolítico.