Valoración: Recomendable
Incomunicación e incomprensión son las dos primeras palabras que me vienen a la mente tras terminar este libro de relatos del uruguayo Daniel Mella. Incomunicación porque los personajes que pueblan los relatos se hallan en una situación que se parece peligrosamente a la soledad e incomprensión porque estos personajes son, en general, seres desubicados, seres extraños en (o ante) un mundo extraño. Sobre estos dos ejes pivotan, en mayor o menor medida, las siete historias que conforman "Lava".
Diferentes protagonistas - parejas jóvenes, matrimonios que rondan la tercera edad, niños y adolescentes - en diferentes escenarios - Chile, Uruguay, Argentina o Bruselas -, pero todos ellos puestos frente a algo que no conocen o que no alcanzan a comprender (y quizá nosotros tampoco). En todos los relatos sobrevuela la idea de lo cercano y "conocido" como algo realmente inaccesible e incomprensible, ya sea la maternidad, la pareja, el amor y los recuerdos que vuelven.
En particular, destacaría dos cosas de los relatos de Mella. Una sería su ya sugerida oscuridad, no tanto en el sentido de un terror físico o psicológico (como puede ser el caso de los relatos de Mariana Enríquez), sino en el de la incapacidad de aprehender la realidad. La otra, muy vinculada a la anterior, sería los finales que Mella da a los relatos. Y es que no encontramos giros retorcidos ni sorpresas finales, sino finales abiertos y abruptos que contribuyen a aumentar la sensación de extrañamiento de sus protagonistas.
Puestos a elegir, me quedo con "Ahora que sabemos", con un matrimonio de unos 65 años que resultan ser auténticos desconocidos, con el intimista "Bocanada", en el que matrimonio y maternidad son puestos en tela de juicio, con "La esperanza de ver", que puede y debe ser leído como un cuento de formación cargado de poderosas imágenes, y con "Lámpara", en el que se entremezclan oscuros recuerdos familiares, pasado y presente.
De los tres relatos restantes, "Lava" da un poco el tono del resto del libro pero me parece algo más flojo, y "Túpelo" y "La emoción de volar" me parecen desentonar con el conjunto, no tanto por temática sino por estilo y por no ser capaces de generar las imágenes que sugieren los anteriores.
Pese a esto, creo que se trata de un interesante libro de relatos al que conviene acercarse ya puesto sobre aviso, ya que este no es un libro ni fácil ni cómodo.
También de Daniel Mella en ULAD: El hermano mayor
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