Título original: Il padre infidele
Año de publicación: 2014
Traducción: Xavier González Rovira
Valoración: Entre está bien y recomendable
Traducción: Xavier González Rovira
Valoración: Entre está bien y recomendable
Este libro, como tantos otros, comienza por el final, con un tajante "quizá no me gustan los hombres".
En un contexto general de crisis económica, política y social, llega una crisis doméstica; una crisis a pequeña escala pero, a la vez, más dolorosa para sus protagonistas. Parece que el amor se acabó, surgen las preguntas, las dudas y lo que es un "punto y final" pasa a ser el punto de inicio de una novela introspectiva en la que Glauco Ravelli pasará revista al período de su vida comprendido entre la finalización de sus estudios universitarios y la finalización de su matrimonio, tratando de ver qué ha podido fallar o cómo se ha llegado a ese punto en un mundo en el que a uno le hacen creer que la felicidad está tan al alcance de la mano (una lata de refresco, el nuevo móvil de última generación, un coche...)
Glauco tiene algo más de 40 años, estudió Filosofía pero trabaja como chef en el restaurante que fuera de su padre, está casado y tiene una hija pequeña. Es alrededor de estos hechos sobre los que gira la novela: el matrimonio y, sobre todo, la paternidad. Y también sobre la eterna búsqueda de la felicidad.
El matrimonio y la paternidad son, en gran medida, desmitificados. Porque ninguna de las dos cosas son el "paraíso" que nos habían prometido. Porque la paternidad, pese a ser el acontecimiento más importante en la vida de ambos, no es generadora por sí misma de felicidad. Todo pasa a girar alrededor de Anita. Glauco y Guilia pierden su individualidad, comienzan a alejarse y empieza el desmoronamiento. La felicidad, ese nuevo Dios moderno y accesible (a priori) del siglo XXI, se nos escapa y buscamos una grieta a través de la cual huir de esa sensación de hastío, de infelicidad y de nostalgia.
Scurati construye un retrato generacional bastante certero (mucha gente se sentirá muy identificada con la historia de Glauco), con buenas dosis de acidez, mención honorífica a las clases de preparación al parto y a la cena en un sofisticadísimo restaurante milanés, y amargura. Un libro que me ha gustado más en su vertiente ensayística o sociológica que en su parte ficcional y que, en cualquier caso, es altamente recomendable para padres (primerizos o no) y para futuros padres. Mucho más útil que cualquier guía de tres al cuarto que se pueda encontrar por ahí.
Rosshalde, de Hesse... 1914.
ResponderEliminarTu reseña me hizo recordarlo.
(Parece que en estos 100 años, al menos, hemos aprendido a divorciarnos a tiempo).
Hola, compañero.
ResponderEliminarme resulta curioso leer esta reseña del libro de Scurati, pues de él yo he leído "El rumor sordo de la batalla", una especie de novela histórica-iniciática (que no piense nadie en una danbrownada, por favor), muy centrada en la experiencia bélica de la época en que las batallas se dirimían a lanzazos, mandobles y despedazamientos atroces, pero con nobleza. O sea, nada que ver con el libro que reseñas hoy.
Un autor, por otra parte, que me pareció muy dotado para narrar esas escenas bélicas, pero bastante torpe para darle un crescendo como se merecía al argumento, y con tendencia a caer en el delirio en ciertas escenas. Pero quizás sea mejor en otro tipo de historias, no lo sé...
Un saludo.
Hola, compay!
ResponderEliminarPues la verdad es que cogí el libro Rojo en la biblioteca xq Libros del Asteroide me inspira cierta confianza. El caso es que el libro está bien (sin tirar cohetes), pero la parte de ficción flojea respecto a la parte más "ensayistica". Eso sí, me has quitado las ganas de volver a leer algo de este hombre!