Idioma original: inglés
Título original: Between the World and Me
Año de publicación: 2015
Valoración: muy recomendable
Andan tiempos algo convulsos en E.E.U.U. últimamente. Y no parece que la victoria de Trump vaya a ayudar a mejorar la situación, al menos en lo que atañe el tema que trata este libro: el racismo. A pesar de los intentos de avanzar hacia una sociedad más igualitaria y sin divisiones por motivo de raza, queda aún mucho camino por recorrer, tal y como evidencian casos como el tiroteo de Charleston, los altercados entre policía y comunidad afroamericana en Baton Rouge, Minneapolis, y otros tantos que llevaron a realizar grandes actos de protesta y disturbios en Ferguson. Hasta el propio Obama reconoció que «hemos visto tragedias como ésta demasiadas veces». El movimiento «Black lives matter» coge fuerza en Estados Unidos y parece que no faltan razones ni sobran motivos.
El magnífico libro que nos ocupa, publicado en 2015 y ganador del premio National Book Award de no ficción ese mismo año, nos ofrece una fotografía reciente del conflicto existente entre la comunidad blanca y la negra. Objetivamente no es que nos cuente nada que no sepamos (o que no debamos saber ya a estas alturas) sino que lo que nos ofrece el libro, más que quitarnos las posibles vendas que aún podamos tener en los ojos, es la visión particular del autor ante tal situación. Escrito a modo de ensayo, describe y narra en clave epistolar del autor hacia su hijo los sentimientos que puede albergar una persona negra en Estados Unidos y las dificultades con las que se encuentra por causa del color de su piel. De esta forma, y haciendo un breve repaso de las desigualdades que ha sufrido la comunidad negra a lo largo del tiempo desde sus épocas de esclavitud, el autor se ciñe en la reciente historia para detallarnos un país con una imagen muy diferente de la que se nos quiere transmitir a través de películas, anuncios, etc., es decir, una sociedad hecha, dominada y moldeada a medida por y para los blancos.
Lo que más atrae del libro es conocer qué significa haberse criado y vivir actualmente en E.E.U.U. desde el punto de vista honesto (y en parte autocrítico) del autor. Nos retrata, partiendo de su infancia en un barrio marginal de Baltimore, la incomprensión del mundo en el que vive, el despertar cultural experimentado al ir a la universidad y la necesidad de expandir no sólo su mundo interior e intereses sino la relación con otras razas, comunidades y pensamientos más allá de lo que su entorno familiar delimitaba. El descubrimiento de la figura de Malcom X y su forma de combatir el racismo. El agradecimiento explícito a su abuela, quién le fomentó el interés por la escritura y la lectura («devoraba los libros porque eran el rayo de luz que entraba por debajo de la puerta») así como el hecho de cuestionarse su propia conducta («me enseñaba a interrogar implacablemente el tema que pedía más comprensión y racionalización: yo mismo»).
El autor se desnuda emocional y racionalmente para hacer el retrato de su país visto desde los ojos de una persona negra. Con dureza, de forma crítica y sin pelos en la lengua. Es capaz de denunciar que «en los EEUU destruir el cuerpo negro es tradicional, forma parte del patrimonio», decir que «el problema de la policía no es que sean unos cerdos fascistas, sino que nuestro país es gobernado por unos cerdos que constituyen la mayoría» o afirmar que «en este país, el agravio no está en el hecho de nacer con una piel más oscura, unos labios más llenos y una nariz más ancha, sino en todo lo que ocurre después».
Así, de forma clara y directa, nos transmite no solo su rabia, la impotencia y la injusticia sino que también critica su propia comunidad denunciando su «blanquecimiento» criticando indistintamente a quién lo realiza y quién lo permite, quién abandona la lucha y quién la domina. La necesidad por parte de su comunidad de pensar que son blancos, de hablar como los blancos. «El escenario donde ellos se han pintado de blanco es el lecho de muerte para todos nosotros»; «puede que tengamos que volver hacia nosotros mismos». La frase que dirige a su hijo indica que hay mucho camino aún por recorrer: «No olvides nunca que en este país fuimos esclavos más tiempo del que hemos sido libres».
Plagada de grandes frases surgidas desde el análisis y el intento de comprender, este libro nos proporciona un conjunto de reflexiones sobre dónde se dirige la humanidad, a la vez que nos acerca a la historia de la comunidad negra en Estados Unidos. Nos habla de libertades para poder ser quienes queramos, de la lucha por intentar mejorar la sociedad y nos deja ver, de forma muy clara, que aún queda mucho para conseguir que sea igual y justa. Y, a pesar de todo, ofrece un atisbo de esperanza. La esperanza de creer y luchar por un mundo mejor y que trasmite a su hijo diciéndole: «Deseo que no sientas la necesidad de inhibirte para que los demás se sientan cómodos».
Este libro es un canto a favor de la comunidad negra, la defensa de sus libertades y los ideales que permitieron a su autor luchar contra el racismo y contiene la fuerza que emana de la honestidad del autor con sus lectores y de la calidad de su prosa. No os quepa ninguna duda que estamos delante de un gran libro. No os lo perdáis.
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