Idioma original: español
Año de publicación: 2016
Valoración: recomendable
Cuando hice la reseña de la primera novela de Lara Moreno, Por si se va la luz, dije que me había gustado como propuesta arriesgada y original, tanto en el estilo como en algunos de los temas que trataba. Hablaba de una novela cruda, y de un estilo cuidado y poético. Pero también decía que era una novela sin demasiada acción, y sin demasiada estructura.
Ahora que reseño Piel de lobo voy a tener que repetir algunas de esas ideas, lo que por una parte es inevitable (forma parte del estilo de la autora), pero también hace que la lectura de esta segunda novela me haya sorprendido y enganchado menos.
Como Por si se va la luz, Piel de lobo comienza con una huida: la de Sofía, que escapa de un matrimonio destruido para encerrarse con su hijo en la casa del padre, recientemente fallecido, en un pueblo costero sin nombre. Allí se le une su hermana Rita, y en las tensiones entre las dos (tensiones que se remontan a la infancia) está el verdadero centro de la trama de la novela. La ruptura sentimental de Sofía no es, en ese sentido, más que el desencadenante de un reencuentro que lleva a desempolvar recuerdos, traumas y rencores, y a poner de manifiesto tanto el cariño como la desconfianza que unen a las dos hermanas.
Y sí, el estilo: Lara Moreno es capaz de mezclar un estilo poético, metafórico y cuidadamente adjetivado (aunque unos pocos epítetos me chirríen, pero esa es una cuestión de gusto), con escenas de un realismo crudo y nada idealista, sobre todo cuando se enfrenta a los asuntos del cuerpo (el sexo, la masturbación, la menstruación...). Se agradece que se presente atención a las palabras y no se las reduzca a simples vehículos de la acción, como demasiadas veces pasa, incluso en la considerada "alta literatura".
El mayor problema que le veo a la novela (ya lo avanzaba al principio) es una cierta falta de estructura y de tensión argumental: una vez establecidos los personajes y sus relaciones, en un arranque que consigue atrapar al lector, la segunda mitad de la novela se pierde un tanto en episodios que o bien repiten situaciones anteriores, o bien se pierden sin hacer evolucionar la acción ni a los protagonistas. El episodio de la desaparición del hijo de Sofía en un centro comercial portugués, resuelto con una elipsis, es un ejemplo de este problema, en mi opinión.
Como se ve, en cierto modo Piel de lobo es una variación de Por si se va la luz: personajes escapados, aislados, en un entorno rural / costero en el que las tensiones previas se agudizan; estilo cuidado y realismo crudo; tensión poética por encima de estructura narrativa. Y aunque la novela tiene aciertos innegables (y sus últimas páginas son uno de ellos), queda el deseo de que en futuras obras Lara Moreno consiga encontrar un equilibrio mayor entre estilo y trama. Sea como sea, merece la pena seguir leyéndola, y seguir esperando de ella una obra mayor y definitiva.
A mí me ha gustado muchísimo más que la primera, "Por si se va la luz". Es cierto que "parece" que no pasa nada, pero sólo lo parece. Hay escasa acción pero el ritmo que impone a la narración, la creciente tensión y sobre todo el estilo, me resultaron hipnóticos.
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