Título original: Mother, brother, lover, selected Lyrics
Año de publicación: 2012
Traducción: Lucía Lietjmaer
Valoración: muy recomendable para fans
Aprovechando que es fin de semana y nadie parece darse demasiado por aludido, voy a colocar otra de esas lecturas sobre música que me traen nulos comentarios pero enorme satisfacción para mi ego sediento de justicia con el mundo.
Aunque por una coincidencia temporal y vagamente sonora fueron etiquetados en aquella maraña de mitad de los 90 llamada britpop (polarizada por la enemistad Oasis vs Blur), los Pulp fueron una banda cuya obra ha aguantado muy bien el paso del tiempo. Inactivos desde hace unos lustros, su líder indiscutido, Jarvis Cocker, ha seguido en una relativa primera línea de la actividad, ejerciendo ocasionalmente como presentador de radio o DJ. Haciendo gala de su exquisito eclecticismo y mostrando que mantiene intacto su touch. Pero el tipo es consciente que siempre va a estar asociado a la banda que le encumbró, así que hace relativamente poco decidió recopilar un buen montón de letras de sus canciones y extenderse algo en explicar sobre la génesis de su música y como, casi de forma inconsciente, las letras empezaron a tener una importancia en el contexto de la banda, y dejaron de ser, como tristemente es muy frecuente en el mundo del pop, un mero pretexto para insertar melodías vocales.
Sobre los textos de las canciones: Cocker demuestra su ironía british y su capacidad para diseccionar situaciones de la cotidianidad y extraerles provecho. Por supuesto están todos sus clásicos, pero nos encontramos con pequeñas joyas en lo que son aparentemente temas menores. Pero hay de todo. Conciencia social en Help the aged, tragicomedia doméstica en Dishes o Live Bed Show, pescozón para la tendencia hedonista y poco prudente de la escena de las raves en Sorted our for e's and wheez's y, claro, como no, clásicas escenas de una amable lucha de clases en Common people o ataques ácidos a la angustia post adolescente y a la torpeza de los escarceos sexuales, en Lipgloss o Babies.
Sobre los textos de las canciones: Cocker demuestra su ironía british y su capacidad para diseccionar situaciones de la cotidianidad y extraerles provecho. Por supuesto están todos sus clásicos, pero nos encontramos con pequeñas joyas en lo que son aparentemente temas menores. Pero hay de todo. Conciencia social en Help the aged, tragicomedia doméstica en Dishes o Live Bed Show, pescozón para la tendencia hedonista y poco prudente de la escena de las raves en Sorted our for e's and wheez's y, claro, como no, clásicas escenas de una amable lucha de clases en Common people o ataques ácidos a la angustia post adolescente y a la torpeza de los escarceos sexuales, en Lipgloss o Babies.
Cocker insistía en los libretos de sus discos: no lea las letras mientras oiga las canciones. Su explicación a esa contundencia está en este libro. No tenía sentido disociarlas de su entorno sonoro, pues más que despojarlas del placer de su escucha, era romper el conjunto que ofrecian con su entorno. Las magníficas canciones de Pulp eran el único envoltorio válido para esos textos y Cocker no deja de repetir que sus letras no son poesías y que él no es otra cosa que un músico que, obligado a insertar un texto, se negó a meter palabrería sin sentido y optó por intentar transmitir. Y vaya si lo consiguió. Porque resulta que el conjunto de lo escrito por Cocker es muy brillante, aunque ese entorno sonoro sea lo que lo eleve al status de obras maestras de la música (dejo al gusto de cada uno añadir etiquetas o adjetivos), merece la pena no solo leer la interesante introducción en la que explica (o justifica) esa debilidad que alguno tacharía de pretenciosa, la de creer que su obra escrita es susceptible de ser compilada, de ser agrupada y, asumiendo que es pre-explicada y post-explicada, disfrutar de una entidad propia por separado. Obviamente necesario para fans del grupo (que puede que discutan traducciones u omisiones de tal o cual preferida), pero muy interesante incluso para quienes, sin conocer al grupo o a su obra, haga que sientan curiosidad, indaguen, se interesen, y conozcan joyas como ésta.
Gracias por traernos este libro que desconocía completamente y, siendo fan de Pulp creo que es un pecado. Vaya pedazo de personaje el amigo Jarvis. He visto que en España lo ha editado Mondadori, pero tengo una duda, el libro se limita a traducir las letras de las canciones o es algo más?
ResponderEliminarGracias Francesc por la reseña.
Buenas, anónimo, gracias por el comentario. La parte central del libro son las letras en versión bilingüe inglés/español, pero hay unas sesenta páginas de texto de Jarvis Cocker que explican su actitud referente a las letras y algunas situaciones que ponen en contexto las historias que contienen. Muy interesantes sus reflexiones, por cierto.
ResponderEliminarMolan las reseñas "musicales" de verdad.
ResponderEliminarY el libro de Jarvis, con que sea una décima parte de bueno que discazos "Different Class" o que "This is hardcore"...
Ay, Pulp, junto a Teenage Fanckub, mi grupo favorito allá por los 90, cuando era joven y alocado!
Teenage Fanclub! Mira que Nick Hornby estaba pesado, de hecho, compré Bandwagonesque y me cuesta recordar una sola canción. Por esa época estaba muy obsesionado con lo electrónico y Pulp eran "un poco" electrónicos, al menos llevaban sintes.
ResponderEliminarGracias por el comentario!!
Como buen fan Pulpero debería darme vergüenza desconocer totalmente este libro, o sea que muchas gracias por descubrírmelo.
ResponderEliminarTal y como dices las letras de Jarvis son brillantes. Apuntadísimo queda.
Reitero el agradecimiento.
Teenage Fanclub, en mi opinión, el mejor grupo de los 90.
ResponderEliminarSi no te llegó el Bandwagonesque, prueba con Grand Prix y con Songs from northern Britain.
Lo que pasa es que después de oirlos, Pulp te parecerá un grupo del montón.
De lujo
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