Idioma original: inglés
Título original: Revival
Año de publicación: 2014
Valoración: está bien
En este blog tenemos debilidad por Stephen King, se ve que somos un poco morbosos: hemos reseñado algunos de sus grandes clásicos, como It, Carrie o Misery, pero también algunos de los libros que ha publicado en los últimos años, a pesar de que (seamos sinceros) ya no parece que estén al mismo nivel de los primeros. Da la impresión de que Stephen King escribe a estas alturas con el piloto automático, conoce los engranajes de la escritura y de la lectura y, a partir de unas cuantas obsesiones personales, es capaz de producir una novela de cuatrocientas páginas como esta en unos pocos meses de trabajo. Y no es que esté mal, de hecho esta novela me entretuvo durante un vuelo de varias horas que habría sido mucho más duro sin él; pero no creo que se pueda esperar ya que Stephen King descubra nuevos territorios para el terror contemporáneo, como sí hizo (creo) en sus primeras novelas.
Revival gira en torno a dos personajes, que se encuentran y reencuentran a lo largo de varias décadas y cuyos destinos están estrechamente relacionados: Jaime Morton, el narrador, que es un niño al principio de la novela, luego un músico heroinómano y por último un adulto sano e integrado; y Charles Jacobs, joven predicador obsesionado por la electricidad y al que la muerte de su mujer y su hijo apartan del camino recto. Lo que por momentos parece una simple novela psicológica sobre la relación entre dos personajes íntimamente unidos, se vuelve hacia lo sobrenatural en la segunda parte, cuando los experimentos eléctricos del predicador para curar todo tipo de enfermedades provocan inesperados efectos secundarios en sus pacientes.
Por momentos, Revival es una novela lenta y digresiva: la historia de las bandas de música en las que participa Jaime, o de sus primeros amores, o de sus primeros empleos, tiene poca influencia en la trama. Es, más bien, una forma de engordar al personaje, y de paso a la novela, con una biografía por otra parte no demasiado original. Los capítulos propiamente terroríficos son escasos, y ni siquiera hay en esta novela un ambiente angustioso como el de El resplandor, que lleve progresivamente al desenlace. Así que quien lea esta novela esperando que le ponga los pelos de punta o le provoque pesadillas, pues en fin, salvo que sea realmente impresionable, probablemente salga bastante decepcionado.
En realidad, Revival es una novela de terror en un sentido muy tradicional, casi decimonónico; en una especie de pórtico, Stephen King reconoce la influencia de una docena de autores, entre los que destacan Mary Shelley y H. P. Lovecraft. (Sorprende que Poe no aparezca en esa lista, por cierto). Y de hecho, las últimas páginas son una mezcla de Frankenstein y de Reanimator, con la presencia del Necronomicon para darle un aire sobrenatural y mí(s)tico al asunto.
En fin, cuando se llevan ya cuatro décadas escribiendo novelas, imagino que aprende ciertos trucos. (Dos que Stephen King usa hasta el exceso: anunciar los acontecimientos terribles que van a suceder después en la novela -aunque estos acontecimientos después no sean tan terribles-; y terminar los capítulos con una frase breve, lapidaria y presentada en un párrafo separado). Eso es Revival, un producto de artesanato más que de arte; pero oye, para sobrevivir a un vuelo de unas cuantas horas, siempre viene bien.
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:)
ResponderEliminarOk. Paso . Prefiero quedarme con buenos recuerdos de Stephen
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