Título original: Il contrario della Morte
Año de publicación: 2007
Traducción: Francisco J. Ramos Mena
Valoración: muy recomendable
No me llamen diletante. Pero así me gusta Saviano. Relajado en su escritura. Sin condicionantes de planificación. Situacional, cercano, personal. No es que yo no valore su aportación cuando responde más a lo que suele esperarse de él. Porque libros como Gomorra o CeroCeroCero seguramente tengan una función, la denuncia, más definida que este Lo contrario de la muerte. Puede que cumplan con ese destino documental, con esa finalidad torrencial de datos y magnitudes, que son cosas que permiten al lector calibrar hechos y tomar conciencia.
No recuerdo ninguna cifra relevante en Lo contrario de la muerte.
Leí, hace unos días, por la cuestión de Anagrama y Feltrinelli, el nombre de Saviano como una de las esperanzas de futuro. Y me ha sorprendido ver que apenas tiene 36 años. De los cuales ya lleva unos cuantos huyendo. Y los que le quedan, porque a quienes se ha enfrentado es a gente que no descansa ni perdona. Ignoro si esa situación anómala ha condicionado su escritura posterior. Si el compartir con Salman Rushdie esa agobiante existencia de escritor amenazado y perseguido ha generado una obra diferente a si no lo fuera. Lo más posible es que sí. Cómo va a ser ajeno a eso. Cómo se va a sentar ante el teclado en una habitación de hotel sin sentir la punzada del temor cuando oye un ruido, cuando llaman a la puerta.
Pero ante Lo contrario a la muerte, que desprende la frescura del material que uno puede entregar para un suplemento dominical o incluso para un proyecto literario conjunto, estoy por reconsiderar ciertas opiniones sobre su encasillamiento o su reincidencia en la denuncia.
Lo contrario a la muerte, relato principal, está protagonizado por Maria, joven italiana del sur del país. Viuda sin haber llegado a casarse: Enzo, el joven con el que se había prometido, ha muerto tras un atentado en Afganistán. El camión en que viajaba pisó una mina y Enzo no pudo superar las graves heridas y las mutilaciones que sufrió. Solo permiten a Maria que se acerque al cadáver con los ojos tapados. Y Enzo estaba en Afganistán porque en esa misión iba a tener triple, puede que cuádruple paga. Y por esa paga se alistó en el ejército y con ese dinero contaba para empezar una vida con Maria, casarse y sacarla de una habitación donde todavía hay peluches y un póster de Barbie. Saviano no apela al antibelicismo en ningún momento. La cosa va del deprimente panorama social de la Italia del Sur y de las escasas opciones, salvo la de integrarse en redes criminales y depender del azar del destino. Saviano usa a Maria y su luto para dibujar esa realidad. La esboza, apenas, la interpretamos y la comprendemos ya con eso.
Lo contrario a la muerte, relato principal, está protagonizado por Maria, joven italiana del sur del país. Viuda sin haber llegado a casarse: Enzo, el joven con el que se había prometido, ha muerto tras un atentado en Afganistán. El camión en que viajaba pisó una mina y Enzo no pudo superar las graves heridas y las mutilaciones que sufrió. Solo permiten a Maria que se acerque al cadáver con los ojos tapados. Y Enzo estaba en Afganistán porque en esa misión iba a tener triple, puede que cuádruple paga. Y por esa paga se alistó en el ejército y con ese dinero contaba para empezar una vida con Maria, casarse y sacarla de una habitación donde todavía hay peluches y un póster de Barbie. Saviano no apela al antibelicismo en ningún momento. La cosa va del deprimente panorama social de la Italia del Sur y de las escasas opciones, salvo la de integrarse en redes criminales y depender del azar del destino. Saviano usa a Maria y su luto para dibujar esa realidad. La esboza, apenas, la interpretamos y la comprendemos ya con eso.
El anillo, escueto pero impactante relato final, viene a ser a la vez suplemento y complemento. Aquí Saviano regresa a su tema recurrente, pero lo hace a través de una historia cercana, la de las víctimas colaterales en los ajustes de cuentas entre bandas mafiosas rivales. Y da en el clavo de nuevo.
Desde luego este Saviano no tiene sentido sin el otro Saviano. El escritor vs el periodista, el narrador vs el cronista. Pero es curioso que la veladura que crean las cifras, las fechas, los datos que acaparan sus obras más conocidas acaben ensombreciendo, o atenazando, con su efecto ligeramente sensacionalista, su eficacia como narrador, su capacidad de transmitir sensaciones entre la crispación y la estupefacción, y que sea un librito de apenas cien páginas el que la muestre más claramente.
Hola
ResponderEliminarSus reacciones, arrepentimiento incluido, en relación con la huida constante a partir de la publicación de Gomorra, un esbozo de sus circunstancias y cómo afecta todo eso a su escritura se muestran en la colección de artículos La belleza y el infierno (http://unlibroaldia.blogspot.com/2013/03/roberto-saviano-la-belleza-y-el-infierno.html)
¿Por qué "Maria" esta escrita sin tilde?
ResponderEliminarPorque así lo escribe el autor, supongo que en italiano no lleva acento.
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