Idioma original: ruso
Título original: Пикник на обочине - Picnic na obóchine
Año de publicación: 1972
Valoración: Muy recomendable
A lo mejor Picnic junto al camino o Picnic extraterrestre (títulos alternativos para la misma novela) no dicen mucho a quienes no sean especialmente aficionados a la ciencia ficción; en cambio, si digo Stalker habrá algunos, más aficionados al cine, que piensen en la película de Tarkovsky de 1972; y si digo S.T.A.L.K.E.R., los aficionados a los videojuegos reconocerán la serie de juegos de acción en primera persona situados en Chernobyl. En realidad, todas estas obras se deben, con mayor o menor grado de fidelidad, a la imaginación de los hermanos Strugatski.
En el mundo de Picnic junto al camino, la humanidad ha recibido la visita de los extraterrestres, que han dejado a su paso seis "zonas" en las que se producen fenómenos físicos extraños, a menudo fatales para los humanos, y donde aparecen misteriosos artefactos de una tecnología avanzadísima pero de uso muchas veces incomprensible. Alrededor de estas zonas y de estos misteriosos (y valiosos) objetos se organiza una lucha silenciosa entre el ejército y el gobierno, que quieren controlarlas y estudiarlas, y los "merodeadores" o stalkers, que quieren hacerse con esos objetos para venderlos en el mercado negro. La novela se centra en uno de estos merodeadores, Red Schuhart, que mantiene una doble vida: trabajador de un laboratorio dedicado al estudio de la Zona por el día, y ladrón de objetos extraterrestres por la noche.
Los hermanos Strugatski consiguen crear un ambiente opresivo, no solo dentro de la Zona (donde la muerte es una posibilidad constante incluso para los merodeadores más experimentados) sino también fuera de ella, con la persecución constante de la policía y el ejército a los merodeadores y a los demás habitantes de Harmont. Un acierto de la novela, a mi parecer, es su carácter ambiguo, tanto en relación con las visitas de los extraterrestres (no se sabe si la creación de las zonas fue un acto deliberado o un efecto secundario inesperado y por lo tanto inintencionado), como en su final abierto, de múltiples lecturas posibles. La novela, un poco a la manera de Stanislaw Lem, incluye reflexiones sobre las limitaciones de la razón humana, el conocimiento científico y la posible relación con otras inteligencias diferentes (es imposible, por ejemplo, no pensar en Solaris a este respecto).
Picnic junto al camino es un clásico de culto, podríamos decir, en la historia de la ciencia ficción soviética; digamos por cierto, como curiosidad final, que la obra fue censurada en la Unión Soviética: se prohibió su aparición como libro hasta 1980, y todavía entonces se publicó en versiones recortadas. Solo en 1990 pudo ver la luz la versión completa original.
Pintaza.
ResponderEliminarUn libro interesante, algo diferente. Me gusta que lo explotado sean los efectos de La Visitación y de Las Zonas en el mundo más que el evento mismo.
ResponderEliminarA mi gusto el final deja mucho que desear a la atmósfera del libro y sobre todo a la personalidad oportunista y canalla de Red.
Creo que es un gran libro, pero con un mediocre final.
Hice una reseña de el en mi blog:
http://lectorcompulsivo.com/2015/10/picnic-junto-al-camino-arkady-y-boris-strugatsky/